Corea del Norte tiene millones de panfletos preparados para arrojar sobre el Corea del Sur

Corea del Norte anunció el lunes que tiene listos millones de folletos de propaganda para lanzar sobre Corea del Sur mediante globos, en un contexto de creciente tensión después de la destrucción de la oficina de enlance intercoreana. En las últimas semanas, el régimen norcoreano ha multiplicado los ataques verbales contra su vecino, especialmente a causa de las octavillas de propaganda que los desertores norcoreanos instalados en el Sur envían con globos.

Después de haber roto los canales oficiales de comunicación, Corea del Norte destruyó la semana pasada la oficina de enlance intercoreana, que había sido abierta en septiembre de 2018 justo en el norte de la Zona Desmilitarizada (DMZ), y era el símbolo del acercamiento entre los dos países. Pyongyang también amenaza con reforzar su presencia militar en la DMZ.

Según varios expertos, el régimen norcoreano podría querer provocar una crisis como estrategia para obtener concesiones, en un momento en que las negociaciones internacionales sobre la desnuclearización están en punto muerto. Oficialmente, la causa de la indignación norcoreana es la propaganda contra el líder Kim Jong Un enviada por los disidentes en el Sur mediante globos.

«La ira y el odio del pueblo»

Por ello, Corea del Norte se apresta a tomar represalias con la «mayor distribución de panfletos contra el enemigo», informó el lunes la agencia oficial de noticias KCNA. «Las empresas de publicación y de impresión a todos los niveles en la capital han producido 12 millones de folletos de todo tipo que reflejan la ira y el odio del pueblo«, según la agencia.

Se han preparado más de «3.000 globos de todo tipo capaces de dispersar panfletos en el interior del territorio de Corea del Sur», prosiguió KCNA, que también menciona otros medios de difusión, aunque no precisa cuáles. «Se acerca el momento de la represalia», señaló la agencia.

Uno de los folletos mostrados en el periódico oficial Rodong Sinmun llevaba una imagen del presidente surcoreano Moon Jae-in bebiendo de una taza, con un texto que rezaba: «Se lo comió todo, incluido el acuerdo entre Corea del Norte y Corea del Sur«. Las dos partes de la península coreana solían enviar regularmente folletos al otro lado de la frontera pero acordaron detener esas actividades de propaganda, incluidas las transmisiones de altavoces, en la primera cumbre de Moon y Kim en 2018.

Hace unos días, KCNA presentó estos documentos como instrumentos de «guerra psicológica» y como «un ataque preventivo antes de la guerra». El impacto de estas octavillas en el Sur es muy limitado porque la mayoría de los surcoreanos ni siquiera las leen. Pero, en alguna ocasión, estos panfletos han exacerbado las tensiones, como en octubre de 2014, cuando el Norte abrió fuego contra los globos que los transportaban, lo que provocó disparos entre los dos bandos de la DMZ.

(Con información de AFP)

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