LA CIUDAD MÁS VIOLENTA DEL MUNDO: CARACAS

 

La capital venezolana, Caracas, ha destronado a la ciudad hondureña San Pedro Sula en el ranking, coronándose como la ciudad más violenta del mundo, con 119,87 homicidios por cada 100.00 habitantes.

El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, ha hecho público en la ciudad de México, los resultados de una investigación que confirman su peligrosidad.

La ONG perteneciente al país de México, ha analizado los datos correspondientes a ciudades de más de 300.000 habitantes para elaborar una lista de las 50 urbes más violentas del mundo. La tasa media de homicidios en este medio centenar de localidades fue de 53,08 por cada 100.000 habitantes, y como se muestra, 20 de los casos analizados superaron este nivel.

Caracas, con una tasa de 119,87 y un total de 3.946 muertes violentas encabeza una lista en la que figura segunda la hondureña San Pedro Sula, que registró un nivel de homicidios de 111,03. En tercera posición aparece la capital de El Salvador, San Salvador, con una tasa de 108,54, seguida de la mexicana Acapulco (104,73) y la venezolana Maturín (86,45).

De las 50 ciudades de este listado, 21 corresponden a Brasil, donde Fortaleza (60,77), Natal (60,66) y Salvador (60,63) registran los mayores índices de violencia. Venezuela –en términos generales el país más violento– tiene siete representaciones y México, cinco, a pesar de que Juárez, que llegó a ser la ciudad más violenta del mundo, ni siquiera aparece ya entre las 50 primeras.

El listado recoge principalmente casos de América Latina, donde se encuentran 41 de las urbes con mayor nivel de homicidios. Sudáfrica, sin embargo, también aparece en cuatro ocasiones, una de ellas en el puesto número nueve con Ciudad del Cabo –65,53 homicidios por cada 100.000 habitantes–, mientras que Estados Unidos tiene en la lista a Saint Louis, Baltimore, Detroit y Nueva Orleans.

La salida del ranking más relevante corresponde a las ciudades de Juárez y Medellín. La primera ocupó en forma consecutiva el liderato mundial entre 2008 y 2010. La segunda habría sido a inicios de los años noventa del siglo XX y durante toda la década, la ciudad más violenta del mundo si para entonces hubiera existido un ranking como este. Hubo años en que las tasas de homicidios se acercaron a los 400 por cada 100 mil habitantes.

Se supo que durante el pasado fin de semana, la morgue en Caracas, había acogido 55 cuerpos de personas que habrían fallecido de manera violenta.

 Hubo de todo: un ex magistrado del Supremo secuestrado cuando salía de un restaurante cuyo cuerpo fue hallado putrefacto, el portero de un colegio degollado por unos ladrones, un estudiante universitario abatido por el balazo que se le escapó a uno de sus raptores, una pareja tiroteada en el interior de su vehículo, un vendedor informal ejecutado en su domicilio…

«La tasa de homicidios de Caracas representa 12 veces lo que la Organización Mundial de la Salud considera una epidemia de violencia criminal», destacó el criminólogo Luis Izquiel. Se ha hecho un cálculo de que el promedio de asesinatos al día es de 14 personas.

Desde hace más de una década, Venezuela sufre un incremento de violencia imparable. Todos los cálculos y estudios inculpan directamente a la revolución, de hecho las investigaciones de diversas universidades, arrojan que desde la llegada al poder de Hugo Chávez hace 17 años en el país caribeño se produjeron más de 264.000 homicidios. Según el Observatorio Venezolano de la Violencia, en 2015 se rompieron todos los récords: 28.750 muertes violentas.

Podría decirse que algunas de las causas de este hecho, es la corrupción y mala preparación de los miembros de las áreas militares, policiales y políticas, las millones de armas que hoy invaden las calles, el crimen organizado; también la destrucción institucional, la militarización represiva de la seguridad, el incremento de los linchamientos, y sobre todo la impunidad, pues más del 90 % de los casos de violencia no llegan a juicio y por lo mismo, mucho menos a una condena merecida.

La ahora mal llamada “sucursal del cielo”, hoy no tiene ni una pizca de celestial. La violencia se encuentra a vista y paciencia de los ciudadanos, y de la policía, quien hace poco o nada por contenerla. Sin embargo, el actual presidente Nicolás Maduro, ha decidido protegerse a sí mismo y a todos los suyos, mediante la creación de 10 grupos de élite para su protección, según la denuncia hecha pública por Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano. «Es algo que no se corresponde con la emergencia económica que pretende declarar y mucho menos parece ético frente a la enorme vulnerabilidad que sufren en materia de seguridad millones de venezolanos diariamente», subrayó la activista.

 

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