LO QUE DEBES SABER ANTES DE COMPRAR TU ROPA
La ropa forma parte de la vida de las personas. Cumple una necesidad básica de abrigo y protección. Y con el tiempo la ropa empezó a contemplar los gustos, las costumbres de la gente y así nació la moda. El concepto de renovación nació en los años 50 cuando el desarrollo de la industria logró la masificación de los productos, gracias a la fabricación en serie. Hoy la moda es parte de nuestra vida. Nos interesa, tratamos de seguirla y encontrar un estilo propio diferente a la de los demás. Pero no siempre esto es fácil.
Sucede con frecuencia que miramos el closet y nada nos queda bien. Y se escucha decir “No tengo que ponerme”, es una frase muy común. Mencionaré un resumen sobre las mejores combinaciones posibles, conjuntos básicos y como elegirlos. Te mencionaré todo sobre la ropa sport, los clásicos y jean que nunca pasa de moda. También que ponerse a la noche, como armar los conjuntos más elegantes. Como vestirse y las joyas indispensables para cada ocasión.
El estilo de cada persona está en el conocimiento de una misma. La clave está en reconocer y aceptar el propio cuerpo de manera realista. Sentirse cómoda y segura con la ropa que se lleva puesta no es una tarea nada fácil, se necesita tiempo y paciencia para descubrir en el interior lo que se quiere mostrar en el exterior.
Cada mujer tiene su propio estilo, la clave está en cada una tiene que descubrirlo. Para esto se necesita tiempo, esfuerzo y paciencia. Una no nace sabiendo su estilo sino que lo va descubriendo y por qué no, renovando con el paso de los años. El estilo surge cuando la mujer le dedica atención a sus necesidades más íntimas y respeta su forma de vida. El secreto radica en aprender a aceptarse. Se necesita un trabajo personal interior. Y también, uno exterior. Para esto último existen siete elementos que la pueden ayudar a encontrarlo: apropiabilidad, forma y entalle, colores, confort, materiales, practicidad y valor.
LOS ELEMENTOS
Existen siete elementos para tener en cuenta a la hora de ocuparse del propio estilo. Estos definen cómo elegir las prendas y son variables a considerar para armar el guardarropa.
Colores
Los colores se deberían elegir de acuerdo al color de la piel, el color del cabello y de los ojos sin olvidar también de los gustos personales. A las pelirrojas no les va bien el rojo. Y a las de pelo negro, los tonos claros, como el rosado o celeste, les brindan luminosidad en la cara. A las rubias, por ejemplo, no les favorece el amarillo ni el anaranjado, en cambio, los colores oscuros, como el azul marino les quedan muy bien.
Forma y entalle
La forma o el entalle definen o cambian las proporciones de la silueta. Tanto la forma como el entalle, son dos cosas que debes tener en cuenta a la hora de comprar una prenda. Siempre debe estar acorde a la figura corporal. Si no gozas de una buena silueta, se sugiere optar por las prendas sueltas.
Valor
Hay que tener en cuenta que la versatilidad y la calidad de las prendas de vestir están muy relacionadas con su precio. Si te gusta un conjunto que es muy costoso, y quieres comprarlo, te recomiendo que pienses primero en la frecuencia de uso que le darás. Invierte más en aquellas prendas que te pondrás de manera frecuente.
Practicidad
Al elegir la ropa, ten en cuenta la comodidad y el sentido común y la inversión antes que las apariencias. Las mejores compras son aquellas en las que uno no se deja llevar por el impulso. Piensa y analiza antes de decidir que comprar.
Confort
Para que tengas confort, ten en cuenta que el cuerpo debe moverse con súper naturalidad dentro de la prenda de vestir. Nunca muy ceñido, no te olvides que la comodidad que otorga una prenda se refleja en los movimientos y en el exterior del cuerpo.
Apropiabilidad
Es la relación apropiada entre las características de una prenda y la función que va a cumplir. Por ejemplo, al elegir una prenda para ir a la oficina deberás tener en cuenta la materialidad, la forma y el uso de la misma. En este caso, jamás elijas un vestido ceñido y muy escotado.
Materiales
Son los encargados de determinar la calidad y durabilidad de una prenda. Para armar un vestuario más interesante lo mejor es jugar con la mezcla de texturas, por ejemplo una chompa en tejido de punto con un pantalón de crepé o una chompa de tejido con una falda de polyester.