En los artículos anteriores, hemos hablado de grandes ídolos de México, en el primer artículo hablamos de Jorge Negrete, luego de Pedro Infante, después de Javier Solís y como un extra a Cantinflas, aunque este no fue un actor tan reconocido como los cuatro últimos, es ídolo mexicano, considerado como el mejor cómico de todos los tiempos.
Ahora es momento de hablar, de Juan Gabriel, máximo ídolo mexicano actual, este si bien es cierto no fue actor, es reconocido en todas partes del mundo por su inconfundible voz. Empecemos…
Su nombre de pila es Alberto Aguilera Valadez, nació el 7 de enero de 1950 en Michoacán, fue hijo de los campesinos Gabriel Aguilera Rodríguez y Victoria Valadez Rojas. Fue el menor de un total de diez hermanos. Casi recién nacido, su padre quemó un pastizal con la intención de volver a sembrar posteriormente; el fuego invadió a otras propiedades, y angustiado por el problema, sufre un trauma y enferma. Tuvo que ser internado en el entonces tristemente célebre nosocomio de «La Castañeda», en la Ciudad de México. Se cuenta que ahí murió aunque hay testigos que dicen que se escapó. Este hecho inspiraría a Juan Gabriel para escribir la canción: «De sol a sol. A los siete meses de edad fue llevado a ciudad de Juarez, donde transcurrió su niñez.
Con cuatro años, ingresa como interno en la escuela de mejoramiento social para menores, más conocida como «El tribunal», donde estuvo por de ocho años. A los siete años de edad conoce a Juan Contreras de Zacatecas, maestro de hojalatería, quien le enseño a trabajar. Consideró a su maestro como un padre. En recuerdo a este hombre, posteriormente adoptaría el nombre de Juan; y Gabriel, en memoria de su padre.
Debutó con la canción «María la bandida», como Adán Luna acompañado por el mariachi de Gil Soledad y su banda. Antes de Grabar como solista trabajó haciendo coros de grandes figuras de la canción como Roberto Jordán, Angélica María, Estela Núñez y César Costa. En 1971 firmó contrato con RCA Víctor e inició la grabación de su primer disco, «Un alma joven», en el que incluyó su primer gran éxito, «No tengo dinero». Antes de ser aceptado en RCA Víctor, lo habían rechazado en CBS, Musart y Peerless.
Las canciones «Lágrimas y lluvia», «Mis ojos tristes» y «Amor eterno» se las dedicó a la memoria de su madre, quien falleció el 27 de diciembre de 1974. Entre otras propiedades que se le conocen a Juan Gabriel está la vieja y magnífica casona de ciudad Juárez, donde había trabajado su madre en el servicio doméstico.
Al pasar los años, su popularidad fue creciendo de manera estratosférica, llegando a cantar en diversos idiomas, como por ejemplo, italiano, francés, portugués, japones, inglés y otros más.
A pesar de que gran parte de la sociedad mexicana es machista y homofóbica, al momento del éxito de Juan Gabriel, no eran tan visibles ni influyentes los movimientos por la diversidad sexual en México. Por ello uno de los aspectos de la vida privada del artista que generó morbo e interés y que nunca tuvo una respuesta clara fue sobre su orientación sexual, debido a su comportamiento abiertamente homosexual, su vestimenta colorida y su singular manera de bailar. Como consecuencia el artista a lo largo de su vida recibió insultos, calumnias y burlas hacia su persona.
Debido a las agresiones a su persona, Juan Gabriel evitó las preguntas sobre el tema durante toda su carrera. En una entrevista por televisión en 2002 el conductor Fernando del Rincón le preguntó sobre si era gay, a lo que el cantante respondió: «¿A usted le interesa mucho?» a lo que el conductor le respondió: «Yo pregunto». Juan Gabriel, le respondió:»Yo le respondo con otra pregunta, dicen que lo se ve, no se pregunta». El pasado domingo 28 de agosto falleció a las 11:17 am, hora del Pacífico, en un departamento de su propiedad en la playa de Santa Monica, California. Fue realizada una autopsia a su cuerpo, que determinó preliminarmente que el artista falleció por un infarto. Tenía 66 años de edad, México llora su muerte, sin embargo, sus canciones y su potente voz, quedará para el recuerdo de todos aquellos que somos amantes de la buena música. Descansa, Juan Gabriel.