El entorno económico internacional es cada vez más dinámico y global, y la progresiva globalización de los mercados se refleja, de un lado en el enorme crecimiento del comercio mundial las últimas décadas del siglo XX y de otro en el auge de la inversión directa en el extranjero que creció también para esta misma época a tasas no previstas. La internacionalización en un entorno así parece ser cada vez más necesaria para las empresas nacionales. Sin embargo esta decisión depende de un concienzudo análisis si se quiere que sea acertada.
Tener visión de futuro y poseer predisposición al aprendizaje en temas logísticos son
dos características comunes a empresas que han logrado ser exitosas en su proceso
de internacionalización. Y para poder acceder más fácilmente a ellas debemos contar
con un análisis estratégico y un plan estratégico del negocio. La mayoría de las empresas que se deciden a internacionalizar sus actividades y por lo tanto su logística adoptan el viejo esquema de prueba y error. La decisión sobre qué y cuántos mercados abordar, que medios de transporte utilizar, cómo entrar en ellos, el tipo de organización tendrá su logística internacional o que operadores de almacenamiento irán a adoptar allí, son decisiones increméntales que requieren de análisis rigurosos de índole estratégica. Gran número de empresas encaran la internacionalización como una manera de crecer, sin percatarse que las operaciones logísticas en el exterior mal manejado pueden disminuir sus utilidades e implica riesgos que no se corren en el mercado nacional. Ser internacional resulta especialmente costoso en logística, porque el objetivo no es ser más grande sino
mejor.
Para compensar los costos de la internacionalización logística hay que agregar valor a la empresa. La meta de una empresa al ser internacional es obtener ventajas competitivas que le permitan superar a la competencia.
Por ello los directivos de una empresa al iniciar el proceso de internacionalización deben preguntarse:
-¿Por el hecho de ser internacional a mi empresa le irá mejor?
-¿Por el hecho de ser internacional va a mejorar nuestra posición competitiva en
el mercado?
-¿Qué ventajas competitivas podemos alcanzar al convertirnos en una empresa
internacional?
La respuesta a estas tres preguntas requiere de un detallado análisis. Las empresas que han sido exitosas tienen el mérito de visualizar desde el inicio del proceso las metas logísticas que esperan alcanzar por el hecho de ser internacionales. De este modo si al comienzo del proceso tenemos una clara visión de los objetivos o ventajas logísticas que esperamos alcanzar, las decisiones para llegar a ellas no serán tomadas al azar, sino como resultado de un plan estratégico.
IMPACTO DE LAS TICS EN LA LOGÍSTICA Y SU INTERNACIONALIZACIÓN
Desde comienzos de la década de 1990 se ha venido produciendo un profundo
proceso de transformación en todos y cada uno de los diferentes aspectos que definen
la logística y las operaciones que esta realiza en las empresas. De hecho, la
dimensión del cambio ha sido tal, que actualmente nadie pone en duda que nos
encontramos ante un nuevo concepto logístico que puede ser calificado como
Logística Global. De forma general se considera que la base del desarrollo de la nueva logística se fundamenta en el uso intensivo del conocimiento, como la piedra angular sobre la que descansa el desarrollo de todas las actividades y comportamientos mostrados por los diferentes agentes de la misma. Así, basada en la “intangibilización” de la actividad, se supone que el conocimiento ha sido “interiorizado” por los diferentes operadores, y utilizado de forma intensiva, actuando a la vez como un factor productivo y como un elemento estratégico capaz de constituir una importante fuente de ventajas competitivas.
Numerosos estudios señalan la existencia de tres hechos clave, como responsables de la masiva incorporación del conocimiento a la actividad logística. Los factores señalados son: el proceso de globalización económica; los cambios en la demanda y el desarrollo y el uso intensivo de las Tecnologías de la Información y Comunicación
(en adelante TIC).
El uso intensivo de las TIC en la actividad logística desarrollada por los diferentes agentes, no sólo facilita el desarrollo de gran número de actividades de la misma, con el consiguiente ahorro de costes y tiempo, sino que además ha generado un aumento
del uso del conocimiento en la actividad logística, con su consiguiente transformación.
Concretamente, el uso intensivo de las TIC en la actividad logística es una constante que se viene observando desde mediados de la década pasada. Progresivamente se aprecia cómo de manera general las TIC se han ido implantando de forma general en el conjunto de las actividades desarrolladas por los diferentes operadores logísticos.
No obstante, su impacto ha sido superior en las empresas multinacionales y/o modernas, donde el uso de las TIC se ha generalizado e intensificado en el desarrollo de actividades de suministro, distribución, producción e inventarios.
Este fenómeno ha provocado dos hechos importantes para el entorno logístico. Por un
lado ha facilitado el desarrollo y uso de un amplio abanico de innovaciones y mejoras
en los procesos logísticos como se conocían, con la consiguiente transformación de la
actividad desarrollada por gran parte de los operadores. Por otro, este hecho se ha
traducido en la aparición de nuevas actividades logísticas que derivan en la aparición
de un nuevo sector: la industria de la información logística