El gobierno de Ecuador ha cantado victoria esta semana. Anunció que la pandemia del coronavirus se “está controlando”. Pero ha insistido en el distanciamiento social, el uso de mascarillas y el lavado constante de manos para evitar un nuevo repunte de casos. Sin embargo, el llamado no parece tener mucho eco en las calles, donde se aprecia una elevada circulación de vehículos, la aglomeración de personas en las vías públicas y muy poco distanciamiento social en el transporte. Como si eso fuera poco, voces ciudadanas alertan, a través de las redes sociales, de fiestas y hasta torneos deportivos en plena crisis. Y todo eso está ocasionando el rebrote de la pandemia en ciudades que hasta hace poco presentaban cifras estables de COVID-19.
El ministro ecuatoriano de Salud, Juan Carlos Zevallos, asegura que en el país han disminuido las atenciones en emergencia y las cifras de muertos, pues el 27 de mayo se registró el mayor pico de decesos, con 194 fallecimientos en un día, pero ahora no se supera la decena diaria. Sostiene que, de ser uno de los países más golpeados por el COVID-19 en Latinoamérica, Ecuador se encuentra entre los territorios que están manejando mejor la pandemia y, por ello, han pasado de alerta roja a amarilla y han empezado con las primeras fases del desconfinamiento.
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Lo cierto es que Guayaquil –considerada la “Wuhan ecuatoriana” por la explosiva cantidad de casos de COVID-19 que presentaba– respira ahora otros aires. Después de que a inicios de marzo fuera considerada una ciudad en estado crítico, con muertos en las casas y calles y los sistemas funerarios desbordados –pues se llegó a sextuplicar la media mensual de muertos–, ahora se observa mayor orden y un mejor control de la pandemia. Sin embargo, la provincia de Guayas sigue siendo la más afectada del país por el coronavirus, pues alberga el 42.2% del total de casos de enfermos a nivel nacional.
QUITO EN ALERTA
Zevallos descarta que una situación similar a la de Guayaquil pueda repetirse en Quito, la segunda ciudad más golpeada por el COVID-19 en ese país. No obstante, el infectólogo ecuatoriano y experto en Salud Pública David Larreátegui Romero dijo a Perú21 que, tras la reapertura de las actividades económicas, el pasado 28 de mayo –después de más de dos meses de cuarentena estricta–, Quito ha registrado un repunte del 60% de los casos de coronavirus y las camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI) ya están a punto de colapsar.
Larreátegui explicó que la crítica situación económica en que quedó el país tras la cuarentena hizo que muchas personas comenzaran a salir antes de tiempo en busca de algo para comer. Por eso, las autoridades comenzaron a ver opciones de reapertura económica para este grupo de gente, pero eso propició que el aislamiento no se cumpliera como era debido.
“Aunque la reactivación ha mejorado la economía y la gente se siente un poco mejor, con esto se ha propiciado un aumento de los contagios en ciudades que antes no tenían niveles tan altos de casos, como Quito, Cuenca y otros lugares de la sierra ecuatoriana, donde la ocupación de las camas de emergencia con pacientes de COVID-19 está casi al tope”, manifestó.
El experto señaló que se trata de un “rebrote peligroso” porque en cualquier momento puede ocasionar un “colapso” en esas ciudades, donde la pandemia estaba casi controlada. “Lo más crítico es que, ante la grave crisis económica, las autoridades están evaluando más medidas de reactivación económica, y lo ideal sería que se tuviera en cuenta la vigilancia epidemiológica y la gravedad de los casos antes de que se tome alguna otra decisión”, alertó.
RETORNO ECONÓMICO
Pese a ello, desde el miércoles las empresas funcionan al 50% de su capacidad, los autobuses llevan la mitad de los pasajeros y los restaurantes atienden al 30% de los clientes. En tanto, los comercios están autorizados a laborar con distanciamiento social y con fuertes precauciones sanitarias, lo que los ha llevado a instalar barreras con plásticos y vidrios para separar al público de los vendedores.
El Comité de Operaciones de Emergencia también autorizó el desarrollo de actividades físicas al aire libre, con restricciones a personas vulnerables. Y aunque las fronteras terrestres están cerradas, se permitió el reinicio de los vuelos comerciales en los dos aeropuertos internacionales.
En las siguientes semanas se verá si el desconfinamiento fue o no perjudicial para el avance que se había logrado.
Datos:
– El número de contagiados por el coronavirus en Ecuador superó los 46,000 casos, mientras que la cifra de fallecidos sobrepasó las 3,800 personas.
– Con 206 fallecimientos por cada millón de habitantes, el país registra la tasa más alta de Latinoamérica, superando a Brasil (171 decesos por millón) y a Perú (169 muertos por millón).
– La provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil y es la más afectada por el COVID-19 en Ecuador, no registró ningún fallecimiento en las últimas 24 horas.