Ciertas piezas de repuesto en 3D ya no precisarán de incisiones para renovarse, sino que investigadores han desarrollado una nueva biotinta que permitirá imprimirlas en 3D dentro del organismo.
Las útiles biotintas son un líquido que contiene células vivas, un material estructural y factores de crecimiento que hacen que las células se reproduzcan dentro de dicho material, transformándolo gradualmente en tejido biológico puro.
Las tintas biológicas se extruyen de la boquilla de una impresora 3D, acumulando partes del cuerpo fuera del cuerpo, capa por capa. En muchos casos, se curan en un material sólido mediante la exposición a la luz ultravioleta. Desafortunadamente, los rayos UV serían perjudiciales para el propio tejido del paciente si se administran dentro del cuerpo.
Pero aquí entra en juego un poderoso descubrimiento: la nueva biotinta acuñada mediante una colaboración entre científicos del Instituto Teraski con sede en California, la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad Estatal de Pensilvania.
El líquido se dispensa desde la punta fina de una boquilla controlada de forma robótica e insertada de forma quirúrgica en el organismo del paciente a través de una pequeña incisión.
Para mantener cada filamento de la bio-tinta en su lugar, la boquilla perfora un pequeño vacío en el tejido interno blando del paciente, para depositar a continuación una gota de líquido de anclaje en el interior de ese espacio. Cuando la boquilla se retira, coloca otra gota en el exterior de ese tejido, que sirve como un ancla adicional. El resto del filamento se arrastra a otro punto de anclaje.
Esta nueva biotinta podría aplicarse de forma interna a la temperatura corporal normal y curarse en un sólido utilizando una fuente de luz visible no UV.
Aunque la sustancia algún día se pueda usar para construir partes como vasos sanguíneos o discos espinales, en la actualidad algunas de sus aplicaciones inmediatas podrían ser aplicar parches en órganos dañados o defectuosos o crear mallas de reparación de hernias.
La investigación se publicó recientemente en la revista Biofabrication.
Este artículo fue publicado en TICbeat por Andrea Núñez-Torrón Stock.