Swincar E-Spider es un buggy todoterreno que se basa en la morfología de la araña para transitar por todo tipo de terrenos. Técnicamente es lo que se conoce con el nombre de coche pendular.
Existen vehículos que son producto de una idea genial. El Swincar E-Spider es uno de ellos. Es obra del arquitecto francés Pascal Rambaud, que quería diseñar un vehículo completamente distinto a los existentes. Y aquí está: un coche eléctrico araña todoterreno. No es habitual que un arquitecto diseñe coches, y por eso el resultado es único.
Es lo que se conoce con el nombre de coche pendular: las ruedas no están fijas en un eje vertical, sino que se mueven de forma independiente sobre un eje situado por encima del centro de gravedad de las propias ruedas.
Su aspecto y movimiento es muy similar al de las patas de una araña, por eso ha sido bautizado con el nombre de Swincar E-Spider. Echa un vistazo al vídeo para entenderlo mejor:
El movimiento pendular de este buggy se basa en dos conceptos: un centro de gravedad del habitáculo situado bajo su eje de giro, y un eje de giro de ruedas situado bajo su punto de contacto con el suelo.
Esto hace que el centro de gravedad del Swincar esté casi a ras del suelo, por lo que el vehículo es completamente estable incluso cuando baja por una cuesta empinada, o se mete en una zanja.
Cada rueda está alimentada por un motor eléctrico independiente, con una potencia nominal de de 4 kW. Esto le permite circular a una velocidad máxima de 30 Km/h, con una autonomía de 4 horas, o 100 Km con un desnivel positivo de hasta 1.000 metros. Su freno motor le permite recargar la batería cuando frena.
Swincar E-Spider se vende en tres modelos diferentes. El estándar que hemos podido ver en el vídeo, una versión tándem para dos personas recién lanzada, y una variante más segura para personas con movilidad reducida.
Se puede comprar en España con precios a partir de los 15.000 euros.