California es, posiblemente, el estado más tecnológico de Estados Unidos, y del mundo. Allí tienen su sede la mayoría de las compañías tecnológicas, desde Apple a Google o Tesla, y otras muchas. Todo lo nuevo queda anticuado en un año, y esa evolución imparable se refleja en la publicidad. Con una excepción. En al autopista 101 de San Francisco los conductores afortunados puede ver de vez en cuando el cartel publitario del Toyota Supra de 1993, que lleva allí 27 años.
Los carteles de esta autopista californiana se cambian cada 3 o 4 meses. ¿Por qué el del Toyota Supra lleva allí desde 1993? ¿Y por qué solo puede verse unas seis horas al año?
Tal como nos cuenta nuestro compañero Vicente Cano en Top Gear, en una información publicada en The Drive, este cartel del Toyota Supra de hace 27 años apareció en redes sociales en enero, y ha vuelto a verse en mayo, fotografiado por los conductores. ¿Por qué llama tanto la atención?
Aunque parece desgastado, es un efecto óptico por el reflejo del sol. Se conserva en perfectas condiciones.
Si te fijas, en todas las fotos se puede ver a operarios trabajando encima y alrededor del cartel. Esto nos desvela el enigma de por qué solo puede verse 6 horas al año: se colocan encima vinilos con los nuevos carteles. Cuando se pone uno nuevo se quitan los vinilos viejos, dejando al descubiero el viejo Toyota Supra de 1993. Este proceso dura dos horas, y como los carteles se cambian 3 veces al año, el viejo Toyota solo puede verse unas 6 horas al año, desde la autopista.
Llama la atención porque nadie sabe cuando lo van a cambiar, y subir la foto del cartel original de hace 27 años se ha convertido en una tradición en redes sociales como RADwood.
Pero aún queda un pregunta por responder: ¿por qué otros vinilos se retiran, pero el del Toyota Supra de 1993 no?
The Drive se ha puesto en contacto con la empresa publicitaria que gestiona los carteles de San Francisco, y les ha explicado la razón: hace 30 años no se usaban vinilos adhesivos para poner la publicidad. Literalmente, los carteles se pintaban sobre la valla publicitaria.
El del Toyota Supra fue el último que la empresa pintó, en 1993, antes de pasarse al vinilo, y a modo de homenaje decidieron conservarlo. En estos 27 años han ido pegando y despegando docenas de nuevos carteles, pero la pintura resiste a la perfección.