Las estaciones de tren incorporan nuevas cámaras que avisan si la mascarilla está mal puesta | Tecnología

Las nuevas tecnologías instaladas están enfocadas a controlar la temperatura corporal y detectar automáticamente si se lleva la mascarilla mal puesta.

Desde Adif trabajan con los mismos objetivos que existen en los aeropuertos y quieren tener un control sobre los pasajeros para asegurarse de que no viaja nadie infectado con coronavirus o que suponga un riesgo. Por eso, además de distintas medidas de control, están instalando novedosas cámaras de seguridad.

Adif ha dado inicio a un proyecto con Prosegur y Ecisa que despegará en la estación de Atocha y cuyo objetivo es asegurarse de que se cumplen las normativas y que existe un control del aforo o la salud de los pasajeros.

Que el transporte público no se transforme en una fuente de contagios es uno de los grandes retos a los que se enfrentan y para evitarlo están recurriendo a las últimas tecnologías. Entre ellas se encuentran unas cámaras que detectan la temperatura corporal y si se lleva puesta la mascarilla.


El bigote o la barba puede anular la eficacia de la mascarilla. Si vas a utilizar una, descubre si tu vello facial afecta a su protección en esta infografía.

El primer sistema con cámaras de este tipo se ha instalado en la planta baja de la madrileña estación de Atocha y detecta al momento si los usuarios están utilizando correctamente la mascarilla. Según El Español, estás cámaras avisan si se lleva la mascarilla mal puesta, como puede ser en la barbilla o con la nariz fuera.

A su vez, también se realiza un control de la temperatura de los pasajeros y salta la alarma en caso de que se detecten indicios de fiebre. Lo normal es que cuando esto ocurra se haga un control individual mediante otra tecnología, aunque este aspecto todavía no ha sido aclarado.

Este sistema puede realizar el análisis de 30 personas de forma simultánea y es capaz de vigilar a todos los pasajeros que pasen por la puerta de embarque hacia una de las vías, un efectivo modo de asegurar que nadie entra en un tren con posibles síntomas, o mala conducta.

Tras su lanzamiento en Atocha, se espera que la próxima estación donde se instale sea en Barcelona-Sants, pero lo buscado con estas experiencias piloto es que en el futuro se expandan al resto de ciudades para ayudar en la seguridad de los viajeros y prevenir rebrotes.

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