La DGT sigue con la intención de reducir la velocidad máxima en las ciudades y hay distintos debates abiertos.
La Dirección General de Tráfico continúa con su campaña para rebajar el límite de velocidad en las ciudades para rebajar los niveles de tráfico, reducir la accidentalidad, conseguir que el ruido ambiental disminuya y mejorar tanto la calidad de vida como la movilidad de sus ciudadanos. Haciendo uso de sus redes sociales, la DGT insiste en bajar la velocidad máxima en ciudad, pero, ¿a cuánto?
Tráfico aboga por establecer un límite genérico de 30 km/h en las ciudades españolas. Se trata de una medida que no afectaría a todo el territorio urbano, sólo a aquellas calles que tienen un carril para cada sentido de circulación. Para ello seguiría la Ley 80/20: el 20% de las vías son las encargadas de soportar el 80% del tráfico, pero se trata de arterias principales de dos o más carriles o de anillos perimetrales en las que la limitación seguiría siendo de 50 km/h. Es en el 80% restante donde se aplicaría esta rebaja ya que sólo acumulan el 20% del tráfico.
Para conseguir esto, la DGT apuesta por una estrategia general de movilidad que se fundamenta en una serie de razones. Y es que establecer un límite de 30 km/h en las ciudades no es un capricho. La Organización Mundial de la Salud (OMS) llevó a cabo un estudio en 2011 sobre atropellos y velocidad en el que una de las principales conclusiones desvelaba que el riesgo de perder la vida en un atropello se reduce (como mínimo) cinco veces si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 en lugar de 50 km/h.
Las #Ciudades30 tienen su por qué 👇
1️⃣ El riesgo de fallecer de un peatón en atropello a 30 km/h es 5 veces menor que a 50.
2️⃣ Reduce ruido, contaminación y atascos.
3️⃣Mejora la convivencia y la movilidad sostenible.👉 https://t.co/6bk7fd3smU#MejorMásDespacio💟 pic.twitter.com/prxrhWVvmP
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) June 17, 2020
¿Por qué a 30 km/h?
No es el único motivo que argumenta la Dirección General de Tráfico para insistir en los beneficios de circular más despacio por las ciudades. Así es cómo mejorarían las ciudades desde el punto de vista de Tráfico:
- Riesgo de fallecer: las posibilidades de que un peatón pierda la vida en un accidente de tráfico pueden reducirse un 90% cuando el conductor circula a 30 km/h en lugar de a 50 km/h y un 75% cuando lo hace a 40 km/h.
- Menos atascos: la circulación es más fluida al equilibrar las velocidades de circulación de todos los vehículos.
- Peatones y ciclistas: a 30 km/h estos colectivos podrían mezclarse de forma segura con el tráfico motorizado.
- Sistemas de seguridad para peatones: algunos coches cuentan con este equipamiento, que es más eficaz a velocidades que oscilan entre los 30 y los 40 km/h.
- Comportamiento más seguro: a esta velocidad hay mayor intercambio social entre los conductores y los peatones, algo que ayuda a que los primeros tengan un comportamiento más seguro respecto a los segundos.
- Ruido: según un informe del Instituto DKV, el ruido pasaría de un 33% a un 6%.
- Emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2): circulando a 30 km/h, los niveles pueden reducirse en torno al 10 o al 15%.
Ciudades que ya circulan a 30 km/h
Dentro de nuestra geografía ya encontramos regiones en los que se ha rebajado la velocidad máxima a la que hay que circular en sus ciudades. En Madrid y en Bilbao este límite ya funciona en el 80% de sus calles, las que tienen un único carril en el mismo sentido. Por su parte, otras localidades como Zaragoza, San Sebastián, Vitoria, Valencia, Barcelona o Sevilla, entre otras, lo han aplicado en muchos de sus barrios y en los centros históricos.
Este artículo fue publicado en Autobild por Elena Sanz Bartolomé.