Uno de los proyectos más ambiciosos para los próximos diez años en la carrera aeroespacial es ARTEMIS, un conjunto de misiones que cimentarán el siguiente paso de la humanidad en la Luna. Como parte de la implementación de las primeras tres misiones oficiales, la NASA ha mostrado algunos detalles de la construcción de los propulsores que los cohetes usarán en los próximos años y, con ello, han ampliado un panorama entusiasta para el futuro.
En colaboración con la firma Northrop Grumman, la agencia espacial ya ha iniciado la fase de implementación de los primeros propulsores de cohetes sólidos en el Centro Espacial Kennedy de Florida. Los diez segmentos de los propulsores llegaron el pasado 15 de junio a las instalaciones de la NASA.
De acuerdo con información de NASA, esta estructura de propulsión será la base de, al menos, seis misiones de ARTEMIS adicionales a las tres primeras programadas hasta 2024.
El contrato entre NASA y la empresa Northrop Grumman estaría establecido en 49,5 millones de dólares y se extenderá hasta el último día del año 2030, plazo que incluye el soporte para los vuelos restantes de ARTEMIS.
“Este paso inicial asegura que la NASA pueda construir los propulsores necesarios para futuros cohetes del Sistema de Lanzamiento Espacial que serán necesarios para que las misiones de Artemis exploren la Luna”, señaló John Honeycutt, Gerente del Programa SLS en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama. “El contrato nos permite comprar materiales con suficiente tiempo para fabricar refuerzos para el cuarto vuelo”.
Las tres primeras misiones de ARTEMIS ya están calendarizadas. En noviembre de 2021, la cápsula Orión será la primera en ser probada con este nuevo SLS. Dos años después, ARTEMIS II será la primera de las misiones que lleve tripulación a un sobrevuelo lunar con retorno al planeta. La tercera misión, programada para 2024, apunta a ser la primera en llevar una mujer a la Luna.
Sin embargo, las otras 6 misiones aun son un misterio. El propósito detrás de esta serie de lanzamientos es establecer una base permanente en la Luna que sirva como estación de paso para futuras exploraciones a Marte que incluyan, por primera vez, tripulantes a bordo.
“La NASA se compromete a establecer una presencia sostenible en la Luna, y esta acción le permite a la agencia tener refuerzos listos cuando sea necesario para futuras misiones”, señaló Bruce Tiller, jefe de la división de propulsores del SLS.