Xiaomi continúa lanzando dispositivos y 2020 es un año muy especial par la compañía china. Y es que, cumplen 10 años y es el año en el que nos han ofrecido su primer teléfono (comercial, no un proyecto como puede ser el Mix Alpha) que se va a los casi 1.000 euros).
2020 se postulaba como un año en el que otras compañías (Vivo y realme, sobre todo) iban a apretar las tuercas a una Xiaomi que ha dominado el mercado de la gama media y de entrada durante los últimos años. La competencia siempre es buena para el usuario, ya que las compañías dan el todo por convencer a los compradores, y el Mi 10 Lite es un compendio de buenas decisiones.
Tras unas semanas de uso como teléfono principal, a continuación os contamos nuestra opinión en el análisis del Xiaomi Mi 10 Lite.
Xiaomi Mi 10 Lite 5G | |
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Pantalla | SuperAMOLED de 6,57″ | 2.400 x 1.080 px con 401 ppp | 85,1% del frontal es pantalla | 430 nits de brillo típico |
Procesador | Snapdragon 765G | Compatible con 5G |
Memoria RAM | 6 GB |
Almacenamiento | 128 GB | Sin ampliación microSD |
Cámaras principales | Principal de 48 Mpx f/1.8 | Gran angular de 8 Mpx f/2.2 | Macro de 2 Mpx f/2.4 | Profundidad de 2 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 16 Mpx f/2.5 |
Batería | 4.160 mAh | Carga rápida QC 4+ de 20 W |
Sistema operativo | Android 10 + MIUI 11 |
Dimensiones y peso | 163,7 x 74,8 x 7,9 mm | 192 gramos |
Precio | 329 euros |
Análisis del Xiaomi Mi 10 Lite por apartados:
Antes de nada, os recordamos nuestro análisis del Xiaomi Mi 10 Pro. Es el famoso teléfono de los casi 1.000 euros de Xiaomi que ofrece una potencia tope de gama y un muy buen rendimiento fotográfico, sobre todo en el principal de 108 megapíxeles y en el zoom óptico 2x.
El Mi 10 Lite recorta en varios aspectos para redondear el precio e irse a los apenas 329 euros que cuesta. Eso sí, la compañía china ha sabido muy bien dónde y cómo bajar características para disminuir radicalmente el precio a la vez que ofrece un gran equilibrio entre los diferentes elementos.
Acabados muy premium y perfil sorprendentemente delgado
De un tiempo a esta parte, los fabricantes han ido llevando diferentes cotas de calidad a todas las gamas. La potencia y las buenas cámaras se encuentran en casi cualquier rango de precio. Las pantallas de gama de entrada y media cada vez son mejores y, ahora, lo que toca es dar un salto de calidad en el diseño (con mejores materiales y líneas más pulidas) y en la capacidad y tecnología de carga de las baterías.
Por el volumen de ventas y lanzamientos, Xiaomi es una de las compañías que pueden experimentar con productos algo más premium de lo que vemos en la competencia, y el Mi 10 Lite es muestra de ello. Teníamos ganas de contar con el Mi 10 Lite para hacer un análisis teniendo en cuenta que es el modelo Lite de no un móvil de 500 euros, sino de uno cuya versión Pro ronda los 1.000. Estaba claro que iba a haber diferencias, pero lo cierto es que con el terminal en las manos… no son tantas.
Si empezamos hablando del diseño frontal, tenemos un móvil que cuenta con notch tipo gota. Parecía que este módulo había quedado olvidado, pero estamos viendo móviles de gama media y media-premium que lo siguen utilizando. En este caso, las notificaciones se muestran perfectamente y se puede esconder si lo deseamos pintando una barra negra superior, por lo que el usuario puede elegir si quiere verlo… o no.
Los marcos laterales, contando la parte negra y el marco de plástico de azul, miden cuatro milímetros y la barbilla se va a siete. Es una barbilla con dimensiones generosas, pero en esta gama es lo que podemos esperar actualmente. El cristal es plano, sin ningún tipo de curvatura lateral, por lo que no podemos hablar de una pantalla 2.5D. Tiene un acople de plástico negro que une la pantalla con el marco azul. En la parte superior alberga el auricular y un led de notificaciones y, la verdad, aporta elegancia al frontal.
Si pasamos a los laterales, tenemos un lateral izquierdo virgen, ya que los botones de bloqueo y subir/bajar volumen están en la parte derecha. Están situados a una altura comoda para no tener que hacer movimientos raros con el pulgar. Bien Xiaomi en este punto.
En la parte inferior está el micrófono de llamadas, el altavoz mono y la ranura de la doble SIM (nada de microSD). En la parte superior tenemos el puerto de auriculares jack de 3,5 mm y un emisor de infrarrojos.
Si nos vamos a la trasera, en nuestro análisis del Mi 10 Lite tenemos el azul más chillón que cuenta con un degradado bastante bonito. Esto, claro, va en gustos.El logo de Xiaomi y la regulación está impreso en letras cromadas de color planteado y el módulo de cámara solo sobresale un milímetro, siendo rectangular y agrupando los cuatro sensores en parejas (no como el Mi 10 o Mi 10 Pro, con un módulo más alargado).
Esta trasera tiene una capa de cristal con un acabado oleófugo en el que sí, se quedan impregnadas las huellas, pero lo cierto es que no de manera tan sencilla como en otros móviles con trasera de cristal. Es un detalle que nos ha gustado.
¿Sensaciones en la mano? Muy positivas, ya que es un móvil que se adapta genial a la palma tanto por ese acabado redondeado como por la colocación de la botonera. Eso sí, si nos tenemos que quedar con algo es con el grosor.
Es cierto que con 192 gramos no es el más liviano que hemos probado recientemente en su gama, pero 7,9 mm de grosor es para enmarcar. Muy bien Xiaomi creando un móvil que en mano parece más ligero de lo que realmente es, precisamente, al recortar bastante en grosor.
Por lo demás, y a esto también nos tiene acostumbrada la compañía china, en la caja se incluye una funda de silicona transparente. No se ajusta demasiado bien a los laterales, dejando algo de holgura, pero si queréis protección hasta que os llegue una nueva funda de Amazon, debéis saber que tiene refuerzo en los laterales y bordes para resistir caídas. Protege bien la cámara y sobresale por delante, protegiendo la pantalla, pero mejor comprar una nueva y que se adapte mejor al terminal.
Pantalla que no se deja el panel SuperAMOLED o el HDR10+ por el camino, pero sí los 90 Hz
Un móvil es un conjunto y, cuanto más equilibrado cada componente, mejor para tener una experiencia lo más redonda posible. Hay usuarios que piden mejor diseño, otros quieren un procesador más potente, otros buscan la mejor cámara posible… y la pantalla se da por supuesto que va a estar «bien».
Lo cierto es que hay compañías (Xiaomi es una de ellas) que nos han acostumbrado a pantallas en la gama de entrada y media con alta resolución y buenas características, y desde luego la del Mi 10 Lite no decepciona. Es uno de los elementos más importantes porque todo lo que hagamos con el móvil… lo haremos a través de esta pantalla, y tenemos un panel AMOLED de 6,57″.
Buenas noticias, para empezar, ya que este panel AMOLED nos permite una enorme personalización tanto de color como de la pantalla siempre encendida. Xiaomi nos tiene acostumbrados a un montón de opciones en este sentido y, además del reloj en el modo always-on display, tenemos notificaciones con iconos a color y los laterales se iluminan en el color que elijamos cuando recibimos ciertos avisos.
Tiene modo oscuro para teñir el terminal de negro y ahorrar batería en algunas aplicaciones, podemos ocultar el notch de tipo gota pintando una barra negra en la que podemos elegir si se muestran, o no, notificaciones y hay varios esquemas de color. Tenemos diferentes modos predefinidos, así como unos ajustes avanzados entre los que contamos con DCI-P3 y el modo sRGB. Podemos editar el contraste, la gamma, el tono, la saturación… en definitiva dejar el color como queramos.
La resolución es de 2.400 x 1.080 en formato 20:9, arrojando una densidad de 401 píxeles por pulgada. Tenemos nitidez y, además, los ángulos de color son muy muy generosos y la sensibilidad táctil es perfecta, con un gran lector de huellas en pantalla. Además, para consumir contenido es muy interesante, ya que es de los móviles más baratos compatibles con HDR10+.
Ahora bien, no es perfecta. Y es que, peca de poco brillo. Cuenta con 430 nits y en todos los modos de brillo notamos que la pantalla está algo… apagada. El regulador automático funciona bien, adaptándose de forma muy correcta a la iluminación ambiental, pero cuando necesitamos algo más de la pantalla, sobre todo en exteriores en pleno verano, notamos que se queda algo corta.
Eso sí, estamos hablando de un móvil que cuesta menos de 350 euros y de una pantalla cuyo punto flaco, poniéndonos exquisitos, es el brillo máximo, lo que habla muy bien del panel. Me ha pasado durante el análisis del Mi 10 Lite que se me olvidaba que en el bolsillo llevaba un móvil con precio de gama media, pero con características de media-premium, y eso se nota en el procesador.
Snapdragon 765G: 8 núcleos que pueden con todo y tienen 5G integrado
En 2019 empezamos a ver teléfonos 5G y Xiaomi fue una de las primeras que afirmó que su objetivo, además de lanzar más de 20 teléfonos este año (algo que están cumpliendo a rajatabla), era el de democratizar la conexión 5G.
En España, y en muchos países, el 5G está empezando y no es algo necesario a día de hoy, pero está claro que hay usuarios que no quieren cambiar de teléfono cada año, y si ahora pueden comprar un terminal actualizado y con la última tecnología, mejor para aprovecharlo de cara al futuro.
Lo que permite democratizar la conexión 5G es el System on Chip. El Snapdragon 865 es el tope de gama, y el que encontramos en el Xiaomi Mi 10 Pro, por ejemplo, pero hay otras unidades que integran antenas 5G. En el caso de Qualcomm, el Snapdragon 765G es de las mejores opciones.
Es un chip que hemos visto en el reciente Find X2 Lite de Oppo –aquí nuestro análisis– y que rinde realmente bien. Se trata de un chip de 8 núcleos formado por un núcleo a 2,4 GHz, otro a 2,2 GHz y otros seis de menor consumo a 1,8 GHz. En el Mi 10 Lite analizado contamos con 6 GB de memoria RAM, y a continuación os dejamos los resultados obtenidos en los test sintéticos:
Xiaomi Mi 10 Lite | Oppo Find X2 Lite | realme 6 Pro | realme X2 | Xiaomi Mi 9T | Poco F2 Pro | |
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GeekBench 5 Single | 607 | 622 | – | – | 914 | |
GeekBench 5 Multi | 1.912 | 1.833 | – | – | – | 3.411 |
AnTuTu | 318.815 | 328.421 | 287.123 | 213.099 | 213.416 | 568.538 |
PC Mark | 8.108 | 9.424 | 9.507 | 9.085 | 7.468 | 10.367 |
El resultado está a la par de lo visto en el Find X2 Lite y más allá de los resultados de los benchmarks, tenemos un móvil tremendamente solvente en prácticamente cualquier tarea. Sea edición de fotos, redes sociales, gestión de correo y videojuegos exigentes, el Snapdragon 765G va estupendamente y no vais a tener ninguna queja en lo que a rendimiento se refiere.
Eso sí, la configuración tiene algunas pegas. Por ejemplo, nuestro modelo es el de 128 GB de almacenamiento y con unos cuantos juegos, fotos y vídeos y canciones, tenemos 50 GB ocupados. La otra configuración es de 64 GB, y según para qué tipo de usuarios (a uno que guarde todo en su teléfono, que haga muchas fotos y edite fotos de su cámara en el teléfono, además de guardar canciones de Spotify y varios juegos), esa capacidad se queda corta. Solo el sistema ya ocupa 13 GB…
Empezar en 64 GB es algo común en móviles de entrada, pero esos móviles suelen permitir ampliar mediante tarjetas de memoria, uy en el Mi 10 Lite… no está esa opción. Sobre la velocidad de este almacenamiento, no hay sorpresas. UFS 2.1 que rinden tal que así:
Xiaomi Mi 10 Lite | Oppo Find X2 Lite | TCL 10L | realme 6 Pro | |
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Escritura secuencial | 339,50 MB/s | 351,58 MB/s | 106,64 MB/s | 335,61 MB/s |
Lectura secuencial | 755,61 MB/s | 720,02 MB/s | 204,87 MB/s | 454,47 MB/s |
Escritura aleatoria | 23,20 MB/s | 16,40 MB/s | 8,81 MB/s | 15,94 MB/s |
Lectura aleatoria | 16,64 MB/s | 16,61 MB/s | 5,50 MB/s | 12,96 MB/S |
Velocidad de copia en memoria | 5,00 GB/s | 6,14 GB/s | 4,03 GB/s | 4,95 GB/s |
La tabla superior refleja la velocidad de acceso a la memoria y su agilidad copiando/leyendo datos. Los resultados son los esperados, por encima de otros terminales con la misma cantidad de RAM y el mismo tipo de tecnología de almacenamiento. Buenas noticias en este sentido (de nuevo, al nivel del Oppo Find X2 Lite), ya que es algo que ayuda a sentir que el terminal es más fluido.
Android 10 y MIUI 11: estabilidad y personalización por bandera
El sistema operativo también tiene mucha importancia en esto, ya que por muy potente que sea el hardware, si el software no está optimizado… no vale de nada. Para lo bueno y lo malo, aquí tenemos MIUI 11 que corre sobre Android 10.
Esto significa que el terminal cuenta con las últimas mejoras a nivel de seguridad gracias a la versión más riente del sistema de Google, y siendo un Xiaomi, prácticamente tenemos aseguradas actualizaciones durante años tanto de Android como de MIUI.
MIUI es una capa con una personalización bastante profunda, pero afortunadamente, las últimas dos versiones se han optimizado hasta el extremo para no lastrar el rendimiento en móviles de cualquier gama. El sistema vuela, literalmente, en móviles como el Poco F2 -aquí nuestro análisis- o el Mi 10 Pro, pero… ¿qué pasa en un hardware más modesto?
Lo cierto es que, como vimos en el apartado anterior, aunque el SD 765G es menos potente a nivel de CPU y GPU que el Snapdragon 865, tampoco está lejísimos y la diferencia entre los dos SoC no afecta al sistema. Estamos hablando de una capa que no solo es muy fluida casi todo el tiempo, sino que es tremendamente estable en este hardware.
No hemos tenido problemas con el teclado y su precisión (con el Redmi Note 9 Pro sí, por cierto, pero eso os lo contaremos cuando publiquemos el análisis), tampoco hemos tenido bloqueos de aplicaciones ni ningún fallo inesperado, como cierres abruptos o mensajes del sistema que no nos hayan cuadrado. Lo que sí he notado en algunas acciones es alguna ralentización, pero teniendo en cuenta que lo he visto en MIUI 11 con el Snapdragon 865, tiene más que ver con el sistema que con la potencia…
Los iconos tienen un tamaño correcto para aprovechar prácticamente toda la pantalla, no hay problemas no notificaciones, el desbloqueo facial y con huella es rápido y muy preciso y la experiencia general con el sistema, como os decimos, es fantástica.
Ahora bien, hay que lidiar con esas cositas de Xiaomi llamadas… bloatware y recomendaciones -publicidad-. Las apps preinstaladas (Aliexpress, Amazon, Netflix, eBay, WPS Office, Linkedin, Facebook, entre otras) se pueden desinstalar fácilmente, pero en las carpetas de aplicaciones, Xiaomi nos recomienda aplicaciones.
Esto no se puede desactivar. Hay un switch para desactivar los anuncios, pero lo único que conseguimos es que Xiaomi nos recomiende lo que quiera… en lugar de aplicaciones basadas en nuestros datos. Y es bastante molesto ver tanto icono que no tenemos instalado, la verdad. También hay aplicaciones en las que no se carga el icono, como la de RAM Jet y Limpiador. Es algo que también me ha pasado en el Redmi 9 Pro.
Por lo demás, tenemos modo Game Turbo para optimizar los recursos a la hora de jugar y muchísima personalización en la pantalla. Hay numerosas opciones de configuración para la pantalla ambiental, así como los diferentes modos de imagen detallados en el apartado de la pantalla. Ah, importante para mí: tenemos Google Discover, que no todos los Android lo llevan.
Cuatro cámaras típicas en la gama media-premium con un muy buen procesado, pero con un rendimiento desigual
Llegamos a un punto polémico del análisis del Xiaomi Mi 10 Lite. Y es que, el fotográfico es uno de los principales motivos para actualizar nuestro móvil. Aquí, evidentemente, damos un paso atrás respecto a lo visto en el resto de los Mi 10, pero si bien hay tres sensores que no son demasiado notables, el principal sí nos ha gustado.
Antes de nada, hablemos de la app de cámara. Se trata de una aplicación que, si venís de un Xiaomi, os sonará, ya que es la estándar en MIUI 11. En la parte inferior, tenemos las opciones de cámara lenta, video corto, vídeo, foto, foto a 48 Mpx, retrato, nocturno, panorámico y pro.
En la parte superior, tenemos opciones rápidas, como la implementación del HDR o la inteligencia artificial, un modo macro que utiliza su propio sensor, diferentes filtros de color y otras opciones de configuración (posibilidad de mostrar cuadrícula, marca de agua, formato de las fotos, indicador de nivel…). Funciona muy bien y no hemos tenido problemas de estabilidad.
Y, hablando de sensores, estos son los detalles de las cámaras del Xiaomi Mi 10 Lite:
Megapíxeles | Apertura | Equivalencia en 35 mm | Enfoque | Tamaño del píxel | Tamaño del sensor | |
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Principal | 48 | f/1.7 | 26 mm | PDAF | 0,8 µm | 1/2.» |
Gran angular | 8 | f/2.2 | 13 mm | Fijo | 1,12 µm | 1/4.» |
Lente blanco y negro | 2 | f/2.4 | – | – | 1,75 µm | 1/5″ |
Lente retro | 2 | f/2.4 | – | – | 1,75 µm | 1/5″ |
Frontal | 32 | f/2.0 | 26 mm | Fijo | 0,8 µm | 1/2,8″ |
Debemos decir que el sensor principal se porta de manera más que correcta. Es el que más nos ha gustado tanto por su desempeño como por el buen hacer de Xiaomi en lo que a procesado se refiere. No tenemos, a no ser que activemos la inteligencia artificial, colores demasiado saturados, lo que nos permite jugar más en edición.
El nivel de detalle es muy bueno, así como la apertura para poder hacer fotos en condiciones de baja luz. Aunque el sensor tiene 48 megapíxeles y podemos disparar en ese tamaño, por defecto vamos a tirar en 12 megapíxeles gracias al pixel binning. Hay móviles en los que se nota más que en otros la riqueza de los 12 Mpx frente a los 48 Mpx, pero aquí, realmente, nos da un poco igual.
El detalle en las fotos es similar (mismo contraste y mismo detalle en zonas oscuras y claras), por lo que disparar en uno u otro queda a gusto del usuario. Como recomendación, en paisajes puede que nos interese tirar en 48 megapíxeles para ampliar posteriormente.
Primero fotos a 48 Mpx y luego a 12 Mpx.
Podemos utilizar un 2x, lo que nos deja un angular de 50 milímetros. Esto es interesante debido a la menor distorsión de la imagen, pero no deja de ser un aumento digital, un recorte posible gracias a los 48 megapíxeles. El detalle es bueno, pero eso, es un zoom digital.
Si pasamos al gran angular, también hay buenas noticias. No es el mejor que hemos probado y los 8 megapíxeles dejan poco lugar a la ampliación, pero aun notándose la diferencia de color entre las imágenes capturadas con un angular y otro, el resultado es más que satisfactorio. Eso sí, hay veces en las que encontramos algunas texturas algo lavadas.
Ahora bien, si pasamos al resto de cámaras, tenemos un sensor de 2 megapíxeles para el modo retrato y la profundidad de fondo…
Y un macro, también de 2 megapíxeles. Os dejamos una galería de fotos hechas con el macro, pero lo cierto es que 2 megapíxeles dan para muy poco tanto en detalle como en ampliación… y el propio tamaño del pixel y del sensor no permiten maravillas.
En la parte frontal tenemos un sensor de 16 megapíxeles f/2.5 que permite hacer retrato por software y que, como nos tienen acostumbrados desde Xiaomi, ofrece un montón de filtros de color, así como maquillaje, retoques en la forma del rostro… y, en definitiva, herramientas para parecer otra persona.
¿Y el video? Tenemos la posibilidad de grabar hasta 4K a 30 frames por segundo y la calidad de imagen es buena aunque, como suele pasar en móviles sin estabilizador óptico, para activar el modo superestabilizado tenemos que grabar a 1.080p.
Es un estabilizado electrónico que funciona particularmente bien en algunos modelos y que, en el Mi 10 Lite, no deja nada que desear. La imagen en 4K es más nítida, pero en 1.080p podemos usar el modo estabilizado. Por lo demás, una velocidad de enfoque muy buena en ambos modos y unos colores que se suelen ajustar a la realidad.
Os dejamos dos ejemplos.
La cámara lenta se puede llevar a los 960 fps, con resultados como el que os dejamos a continuación.
En definitiva, tanto en vídeo como en foto con el sensor principal, las sensaciones son muy buenas, siendo un móvil que se porta sorprendentemente bien en su rango de precio. Xiaomi se suele portar muy bien con el principal de todas sus gamas, y el Mi 10 Lite no es una excepción.
El gran angular nos permite experimentar, aunque más megapíxeles no habrían estado de más. Los dos que tienen algo menos de sentido son el de profundidad (que, al final, tira mucho de software) y un macro que no permite lograr fotos con detalle.
Carga rápida y una autonomía más que correcta
Estos últimos meses, los móviles top nos han acostumbrado a cargas de infarto. No es extraño cruzarse con cargadores de 65 W que cargan el 100% en media hora, y aunque esas velocidades aún están lejos de la gama media, lo cierto es que los fabricantes se van poniendo las pilas poco a poco.
Ya hemos visto el Oppo X2 Lite con su carga de 30 W, y el Mi 10 Lite da un pasito atrás con una carga de 20 W. Para cargar sus 4.160 mAh de batería necesita 29 minutos para cargar el 50%, en esa franja de media hora para la mitad de la batería que ya podemos considerar como carga rápida. Para el 100% necesita algo más, 78 minutos. En hora y 18 minutos tenemos la carga completa, algo que no está nada mal en un terminal de gama media.
Ahora bien, ¿qué tal anda de autonomía? En las pruebas sintéticas de PC Mark con el brillo al 100%, el móvil nos da un resultado de 9 horas 21 minutos de pantalla. Es una muy buena cifra que en el mundo real se traduce en llegar al final del día haciendo un uso intensivo del terminal.
Por los análisis de móviles con Snapdragon 765G que estamos haciendo, vemos que este SoC de 7 nanómetros se porta muy bien con la batería, consumiendo realmente poco cuando no tiene que desplegar toda la potencia en aplicaciones pesadas. MIUI 11 también está muy optimizado y las opciones de gestión de aplicaciones en segundo plano funcionan genial.
En un entorno de uso real, con el brillo ajustado en automático, ubicación solo para algunas aplicaciones, cambio entre Wi-Fi y 4G, aplicaciones de redes sociales, Spotify, Slack y alguna partida esporádica, llegamos al final del día con unas seis horas y media de pantalla. Vale la pena poner a cargar el terminal porque, si no, al día siguiente nos despertaremos por debajo del 10%.
No lo hemos probado con 5G porque mi operadora aún no permite 5G y, de todos modos, es algo que no está extendido, pero cuando las antenas 5G empiecen a ser algo común, será interesante hacer una comparativa de consumo de estos chips de gama media con 5G y de los chips tope de gama con 5G.
Pensado para las redes del futuro, con buen sonido y jack de 3,5 mm
Y hablando del 5G, nos vamos a la conectividad del Xiaomi Mi 10. El fabricante chino nos tiene acostumbrados a buenas maneras en ciertas gamas y lo cierto es que es agradable ver que el Mi 10 Lite viene cargado de opciones de comunicación tanto inalámbricas como por cable.
En el lado de las inalámbricas, tenemos Bluetooth 5.1 de bajo consumo, NFC (bien Xiaomi, les ha costado, pero están llevando el NFC a todas sus gamas), el mencionado 5G y Wi-Fi de doble banda que se queda en ac (Wi-Fi 5). Sí, algunos fabricantes están montando antenas Wi-Fi 6, pero realmente la vamos a usar lo mismo que el 5G en estos momentos. ¿Habría estado genial ver el Wi-Fi 6 en el Mi 10 Lite? Sí, pero eso habría implicado subir el precio.
También contamos con el puerto de infrarrojos para controlar ciertos dispositivos, como el televisor, aire acondicionado, etc. En la parte alámbrica contamos con USB 2.0 Tipo-C y jack de 3,5 mm para auriculares. Fabricantes, es posible meter un jack de 3,5 mm en un cuerpo de 7,9 mm.
En lo que al audio respecta, tenemos un altavoz en la parte inferior del dispositivo y el volumen es… correcto, dejémoslo ahí. Los graves son demasiado suaves, el volumen máximo es alto, pero si pasamos del 80% hay una fuerte distorsión en los agudos. Vas a escuchar un vídeo de YouTube o una canción en la ducha perfectamente, pero la calidad no es óptima.
No tenemos ajustes de ecualización ni Dolby Atmos (lógicamente) en este modelo, pero cuando conectamos auriculares podemos seleccionar qué tipo de auricular es (normal de jack de 3,5 mm, Tipo-C, in-ear, aural…) y realizar ajustes en el ecualizador para ajustar la experiencia.
Además, tiene una opción de accesibilidad que ya hemos visto en otros Xiaomi y que nos encanta: hay un ecualizador automático que se activa si seleccionamos que tenemos menos de 30 años, entre 30 y 60 o más de 60, potenciando diferentes frecuencias en función de la edad.
Xiaomi ha visto las orejas al lobo… y ha reaccionado
Al analizar el Xiaomi Mi 10 Lite, la sensación que me queda es la de que… bienvenida la competencia. Cuando una compañía vive una situación cómoda durante mucho tiempo, empieza a relajarse, y precisamente es lo que ha pasado con Xiaomi en la gama baja y media. Siendo líderes indiscutibles en ese segmento, empezaron a subir precios y a cambiar SoC de Qualcomm por MediaTek.
El rendimiento no es mucho peor, pero se calientan más, la autonomía no es igual y a nivel gráfico, estos chips no se pueden equiparar a la GPU Adreno de los Snapdragon. realme apareció en la ecuación comiendo cuota de mercado a Xiaomi, y eso ha hecho que reaccionen.
El Mi 10 Lite es un ejemplo de cómo una compañía sabe hacer las cosas debido a un «susto» tras dormirse en los laureles. Es un móvil de lo más equilibrado que monta una muy buena pantalla (le falta algo de brillo, cierto, pero compensa con un panel AMOLED bien calibrado y que nos da un montón de opciones de personalización), una batería muy competente y un procesador que puede con todo.
MIUI 11, como decimos, es un «viejo» conocido para lo bueno y para lo malo, pero lo cierto es que en nuestras experiencias no hemos tenido problema alguno con el rendimiento o la estabilidad. Y las cámaras… bueno, Xiaomi se caracteriza por introducir cámaras muy competentes en todas las gamas y aquí tenemos un muy buen sensor principal, con un procesado interesante y un zoom 2x que, aunque es digital, se porta muy bien.
Como decimos, es un móvil muy equilibrado y que, pese a sus defectos, es complicado no recomendar. Son menos de 350 euros por un móvil que llega con 5G y que cumple el 100% de las necesidades de la gran mayoría de usuarios. Y, además, el diseño se siente muy, muy premium. Si queréis algo más de potencia o rendimiento fotográfico, el siguiente paso dentro de Xiaomi es el Poco F2 -que acabamos de analizar-, pero si no… seguro que este cumple con lo que buscáis.