La autonomía de la batería del móvil continúa siendo uno de los principales problemas a los que se enfrentan los usuarios. Y es que, si bien los adelantos tecnológicos han optimizado las prestaciones de las baterías de manera considerable, cada vez se ven obligadas a alimentar pantallas más grandes, conectividad 5G y componentes más potentes, por lo que el consumo es mayor.
Para reducir los tiempos de carga, los fabricantes plantean la carga rápida de la batería, que, aunque no puede evitar que el móvil se descargue más pronto de lo que le gustaría a su propietario, al menos sí que minimiza la espera mientras se lleva a cabo la carga.
La solución resulta conveniente tanto para fabricantes como para usuarios, pero plantea un ligero inconveniente: si quieres beneficiarte de esta carga rápida en cualquier lugar, necesitarás llevar siempre encima el cargador rápido que proporciona la marca o comprar un cargador rápido para el móvil de repuesto que puedas dejar siempre en casa, en el trabajo, etc.
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Bien porque has perdido o se ha estropeado el cargador original que venía con tu móvil, o porque simplemente prefieres tener varios cargadores rápidos distribuidos en diferentes lugares para evitar quedarte sin batería en el momento más inoportuno, elegir el cargador rápido adecuado para tu smartphone te ayudará a cuidar la batería de tu móvil y mantenerla en perfecto estado durante más tiempo.
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¿En qué consiste la carga rápida?
Podríamos aburrirte con detalles técnicos y fórmulas matemáticas sobre potencia y tensión eléctrica, pero para simplificar un poco la explicación podemos decir que la carga rápida consiste en suministrar a la batería una mayor potencia de carga para que tarde menos en completar su ciclo de carga.
La carga rápida no es lineal, es dinámica. Al principio, cuando la batería está vacía, la carga se efectúa al máximo de la potencia permitida por la batería para, progresivamente, ir bajando esa potencia a medida que se acerca al 100% de su capacidad.
Es importante que este proceso se realice de la forma adecuada ya que, en caso contrario, un incremento de la potencia durante la carga rápida podría aumentar peligrosamente la temperatura, con el riesgo de que explote o se reduzca su vida útil de manera considerable. De ahí la importancia de contar con un cargador rápido compatible y fiable.
Carga rápida para todos los gustos
A la ya histórica polémica sobre la conveniencia o no de usar cargadores no originales para cargar el móvil, se une la suscitada por los cargadores móviles y la compatibilidad o no entre los distintos sistemas de carga rápida que implementan los fabricantes.
Antes de continuar conviene saber que no todos los sistemas de carga rápida funcionan de la misma forma y que, por tanto, no todos los cargadores de carga rápida son compatibles con los móviles.
Existen sistemas de carga rápida más genéricos que han sido desarrollados por los fabricantes del procesador, como el sistema de carga rápida QuickCharge de Qualcomm o Pump Express de MediaTEK, que pueden usarse en diferentes modelos de distintos fabricantes que tengan activada este sistema de carga rápida en sus procesadores.
Algunos fabricantes, como Samsung, Motorola, Huawei, OPPO o Meizu, han querido diferenciarse de la competencia desarrollando sus propios sistemas de carga rápida exclusivos para sus smartphones.
Por ello, una de las primeras cosas que debes tener en cuenta antes de comprar un cargador rápido para tu móvil es saber qué sistema de carga rápida usa tu móvil para elegir un cargador rápido que soporte ese tipo de carga rápida. Esta información aparecerá en las instrucciones del móvil, indicado en su caja o, como última opción, tendrás que buscarla en Internet.
Diferencias entre cargadores
Los sistemas de carga rápida reducen el tiempo de carga de la batería de dos formas distintas: aumentando la tensión de carga con un voltaje más elevado, o aumentando el amperaje. Algunos sistemas de carga rápida incluso combinan pequeñas variaciones en ambos parámetros para reducir el tiempo de carga.
Entonces, ¿si conecto un cargador de carga rápida a un móvil normal explotará? En ese sentido puedes estar tranquilo ya que la respuesta es no. Simplemente la carga rápida no funcionará.
Como ya hemos comentado, la carga se produce de una forma dinámica, donde el cargador va reduciendo progresivamente la tensión o el amperaje que envía a la batería a medida que se va completando la carga.
Todo este sistema dinámico de carga se controla desde el procesador del móvil que, mediante un sistema de microprocesadores integrados en el cargador y en el puerto de carga del móvil, se mantienen en constante comunicación para establecer en todo momento los valores de óptimos para que el proceso de carga sea seguro tanto para el móvil, como para ti.
Si un cargador o un móvil no cuenta con esos microchips de monitorización de la carga, el sistema de carga rápida se anula y se comporta como un sistema de carga convencional que entrega un voltaje de menos de 5 voltios y 1 amperio, haciendo que los tiempos de carga se alarguen considerablemente.
La potencia que necesitas, ni más ni menos
A parte de confirmar que el cargador está homologado para el tipo de carga rápida de tu smartphone (Quick Charge, Pump Express, etc.) debes asegurarte de que ofrece el suficiente voltaje o amperaje como para evitar que la carga de tu móvil se eternice.
Este dato acostumbra a aparecer en las especificaciones técnicas del cargador y serigrafiado en el propio cargador.
En este serigrafiado, además de indicar claramente con qué sistemas de carga rápida es compatible, también aparece el voltaje y amperaje máximo que entrega. Lo encontrarás ese dato tras la inscripción “Output”.
La potencia de carga de un cargador tradicional oscila entre unos valores cercanos a los 5V y 1 amperio (o 1.000 mA). En los sistemas de carga rápida, el voltaje que deben soportar es mucho más elevado y dinámico, variando entre los 5, 7, 9 y 12V y entregando entre 2 y 4 amperios.
No debes preocuparte si los datos de voltaje y amperaje que ofrece el cargador son sensiblemente superiores a los que admite tu móvil ya que se trata de los valores máximos que el cargador puede llegar a alcanzar y se tiene una cierta tolerancia a valores ligeramente por encima o por debajo. Si el cargador los supera, tu móvil limitará la potencia de carga que recibe del cargador a la que necesita al batería.
En cambio, si la potencia de carga indicada en el apartado Output del cargador es muy inferior a la que necesita tu móvil, el proceso de carga se eternizará multiplicándose hasta por 4 el tiempo hasta completar la carga. Por ese motivo es importante comprar un cargador rápido adecuado.
Ten en cuenta el cable y el conector
Otro de los factores a tener en cuenta al comprar un cargador rápido adecuado para tu móvil es que comprobar que el cargador que estás comprando disponga de los conectores que necesitas. Actualmente muchos móviles están prescindiendo del conector microUSB para apostar por el USB tipo C y conseguir mejores resultados en la carga rápida.
Es importante tener esto en cuenta ya que el cable del cargador también es una pieza clave para conseguir una carga rápida segura y no todos ofrecen el mismo rendimiento de carga.
Los mejores resultados los encontramos en los cables con una sección interna más gruesa. Al contar con un hilo de cobre más robusto se reducen las fluctuaciones de corriente y permite conducir la corriente sin riesgo a accidentes por los elevados voltajes que se usan en algunos sistemas de carga rápida.
Estas diferencias en la conductividad del cable también pueden afectar de forma directa en la carga rápida del móvil ya que, si el cargador o el puerto de carga detectan que el cable no soportará el voltaje necesario, desactivará la función de carga rápida para evitar accidentes.
Cargadores de terceros y con varios conectores
En las tiendas encontrarás cargadores rápidos compatibles que, a pesar de no ser los originales de la marca de tu smartphone, te servirán para cargar tu móvil en muy poco tiempo.
Estos cargadores pueden integrar varios puertos de conexión en los que podrás cargar varios dispositivos simultáneamente. Esto supone una ventaja ya que, por ejemplo, te permite cargar tu móvil y un powerbank al mismo tiempo.
No obstante, este tipo de cargadores tiene letra pequeña y es que algunos de estos puertos comparten la potencia de carga. Eso significa que si, recuperamos el ejemplo de poner a cargar el móvil y una batería externa a la vez, el hecho de tener conectados dos o más dispositivos al mismo tiempo, puede afectar a la carga rápida reduciendo su eficiencia.
Algunos de estos cargadores rápidos con multipuerto reservan las funciones de carga rápida a un solo conector, por lo que debes asegurarte de conectar tu móvil al puerto correcto su quieres que la función de carga rápida se active.
Lo barato sale caro
En la mayoría de los ámbitos de la vida, la experiencia nos demuestra que lo barato sale caro, y en lo que a cargadores se refiere también resulta ser cierta.
Ya hemos visto que los distintos sistemas de carga rápida utilizan voltajes y amperajes elevados que ponen al límite la resistencia de los componentes internos del cargador y del cable. Si estos componentes no ofrecen una mínima calidad corres el riesgo de que falle y, en el mejor de los casos, deje de funcionar. Lo malo es que en el peor de los casos las consecuencias de un fallo en la transmisión de un voltaje o amperaje excesivo puede acabar con la batería de tu móvil en llamas o reduciendo su capacidad de carga.
En este punto es donde debes valorar si merece la pena pagar un poco más por un cargador de una marca fiable y reconocida para proteger los cientos de euros que has invertido en tu móvil, y que además podrás usar incluso con otros móviles, o jugártela por ahorrarte unos pocos euros.
Ahora ya sabes todo lo que debes tener en cuenta a la hora de comprar un cargador rápido para tu smartphone.