La fiebre por los auriculares inalámbricos de tipo True Wireless sigue en plena efervescencia, la oferta es cada vez más amplia, pero siendo realistas hay mucha más paja que trigo en el montón.
Apple abrió la veda con sus primeros AirPods, dando a conocer un concepto de producto que hasta el momento había pasado desapercibido y marcando el camino a seguir a fabricantes como Sony que rápidamente sacaron a relucir su mayor experiencia en el mundo del sonido.
No creo decir locura alguna al afirmar que los Sony WF-1000XM3, juntos a los AirPods Pro de Apple, siguen siendo a día de hoy los rivales a batir, aunque su alto precio hace que no sean adecuados para todos los bolsillos.
Sony WF-XB700 | |
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Formato | In-ear (incluye almohadillas de silicona de 4 medidas en total) |
Tamaño de driver | 12 mm | Neodimio |
Tipo de control | Botones físicos |
Bluetooth | 5.0 |
Soporte códecs | SBC y AAC |
Software móvil | No compatible |
Cancelación de ruido activa | No |
Peso auriculares | 8 g cada auricular |
Peso caja | 46 g |
Autonomía | Hasta 18 horas (9 auriculares + 9 estuche de carga) |
Resistencia al agua | IPX4 |
Tiempo de carga | 2,5 horas los auriculares | 3 horas la caja (USB-C) | Carga rápida de 10 minutos en la caja dan 60 minutos de reproducción |
Precio | 150 euros |
Para ello Sony ha decidido descender un escalón, o incluso dos, con los nuevos Sony WF-XB700 que hoy analizamos, unos auriculares inalámbricos True Wireless de precio comedido que llegan para competir con los Apple AirPods 2.
Por el camino se han quedado varias características importantes, como la cancelación de ruido, pero no por ello dejan de contar con argumentos de peso como la calidad de sonido, la autonomía, la certificación IPX4 o su precio. ¿Lograrán estar a la altura?
Índice de contenido:
Diseño «Tri-hold» muy meditado
Los primero que llama poderosamente la atención de los Sony WF-XB700 es su peculiar diseño, diría incluso que el primer vistazo genera cierto rechazo, ya que son mucho más grandes -y cuando digo mucho es MUUUUUCHO- de lo que uno esperaría. Incluso te llegas a cuestionar si no son demasiado grandes como para adaptarse cómodamente a unas orejas convencionales.
Si nos fijamos con detenimiento en los auriculares podemos definir tres partes claramente diferenciadas: la almohadilla que se aloja en el interior del canal auditivo, una pieza intermedia que se adapta al interior de la oreja para mejorar la sujección y que guarda en su interior el drive de sonido, y una tercer bloque más voluminoso que sobresale de la oreja en el que se ubica el conector de carga y los controles físicos, en el que se aloja la batería.
Este peculiar y arriesgado diseño, denominado por Sony como “Tri-hold”, está claramente pensado para poder dar cabida a una batería de mayor tamaño y un drive enorme de 12 mm, mucho más grande de lo habitual. O lo que es mismo: bajos más potentes y mayor autonomía.
Por contra aumenta significativamente el peso: 8 gramos por auricular, el doble que por ejemplo unos Apple AirPods 2 o los Panasonic True Wireless RZ-S300 que tuvimos la oportunidad de analizar hace unos días, y los hace ostensiblemente más voluminosos, con los riesgo para la ergonomía y estabilidad de la sujeción que esto supone.
A nivel de construcción los materiales son sólidos y de calidad, exceptuando la tapa externa en negro mate con la serigrafía de Sony, cuyo tacto es algo menos premium y transmite cierta debilidad e incluso tiene un poco de holgura.
Ambos auriculares cuentan con un LED de estado que se iluminan en azul o rojo. El color azul indica el estado de la conexión Bluetooth, mientras que el color rojo nos da información sobre la carga de la batería.
Cada auricular dispone de un micrófono integrado y un botón físico multifuncional con el que realizar interactuar con diversas funciones como el modo emparejamiento, el control de volumen y reproducción, el manos libres para las llamadas o invocar el asistente de voz, otro aspecto confuso y mejorable al que conviene dedicar un apartado propio.
Como es habitual el estuche de transporte hace las veces de base de carga. Tiene un diseño alargado, bastante compacto, aunque sigue siendo ostensiblemente mayor que el de los AirPods, y su peso sin los auriculares en el interior es de 46 gramos (6 gramos más que el estuche de Apple). El conector de carga es tipo USB-C y es fácilmente accesible desde la parte trasera.
Está fabricado íntegramente en policarbonato de color negro con un tacto mejorable, sobre todo la tapa translúcida superior que transmite bastante fragilidad, por suerte la bisagra parece firme y resistente.
Los auriculares se guardan y se retiran con facilidad de su interior con una potente sujeción magnética, y cuenta con un LED de estado de color rojo que ayuda a conocer la carga del estuche:
- Apagado: carga completa.
- Encendido: en carga.
- Parpadeante: carga del estuche por debajo del 30%.
Mucho más cómodos de lo cabría esperar
Como comentaba al principio el tamaño de los auriculares impresiona, incluso dudas de poder introducirlo de forma cómoda en el interior de las orejas, pero la verdad es que engañan.
Para su correcta colocación hay que introducirlos en diagonal en el interior de la oreja y realizar un cuarto de giro en dirección contraria a las agujas del reloj. Puede parecer complejo, pero tras un par de veces se asimila como un gesto natural y tardas en colocarlos lo mismo que cualquier otros auriculares in-ear que tengas en casa.
Una vez puestos es cierto que sobresalen algo más de lo habitual, pero resultan mucho menos antiestéticos de lo que cabría esperar y, lo más importante, bastante cómodos y con una sujeción perfecta.
Su diseño in-ear logra bloquear algunos sonidos del exterior, aunque muy lejos de los resultados que se conseguirían con un sistema de cancelación activa de ruido (ANC). Tenlo en cuenta, los Sony WF-XB700 no te aíslan, ni mucho mucho menos, del entorno.
Probé a salir a correr con ellos y quedé gratamente sorprendido, al principio la sensación es que se van a caer en cualquier momento, parece que los auriculares “flotan”, pero la realidad es que aguantan perfectamente las sacudidas, incluso agitando fuertemente la cabeza.
No en vano cuentan con certificación IPX4, o lo que es mismo: resistencia a sudor y chorros de agua, lo que los hace perfectos para hacer deporte. Eso sí, a la hora de correr asegúrate de colocar el juego de almohadillas adecuado, es preferible una almohadilla que no genere un vacío excesivo o correrás el riesgo de escuchar el retumbar de tus propias pisadas, lo que resulta muy molesto.
Transcurridas unas tres horas de uso continuado se empieza a notar cierta fatiga, las orejas comienzan a resentirse y comienzan a doler, nada que no se solucione con pequeños descansos y como siempre digo: “cada oreja es un mundo”.
Si en el apartado de ergonomía no tengo queja alguna, tengo que mostrarme bastante más crítico con los Sony WF-XB700 en lo que a experiencia de uso se refiere.
Experiencia de uso bastante mejorable
Como ocurre con todos los auriculares inalámbricos de tipo True Wireless, unos de los dos audífonos hace las veces de principal o maestro, aquel que por así decirlo marca la pauta de la interacción.
En el caso de los WF-XB700 es el auricular izquierdo, y en mi opinión su prevalencia es excesiva, hasta el punto de que la conexión bluetooth no se activa hasta que este no está fuera del estuche de carga.
Es decir, si quieres utilizar un solo auricular deberá ser el izquierdo, o el derecho, pero dejando a su compañero fuera de la caja, y funcionando, otro de los grandes problemas de estos auriculares.
La ausencia de acelerómetro hace que la música no se detenga al quitarte los auriculares de la oreja, ni que se retome cuando te los vuelves a poner, por lo que tienes que detener la reproducción de forma manual a no ser que quieras que la música siga sonando si no dejas los auriculares en el interior del estuche. Personalmente me ha costado mucho acostumbrarme a esta forma de proceder, acostumbrado a los AirPods el paso atrás es significativo.
Para la interacción cuentan con dos botones físicos, uno por auricular, no hay ninguna zona táctil. El botón del auricular derecho permite pausar/reanudar la reproducción e invocar el asistente de voz con una pulsación prolongada
Mientras, el botón izquierdo se utiliza para ajustar el volumen, ¿cómo lo consigue con un solo pulsador? Presión sencilla para subir el volumen, pulsación prolongada para reducirlo de forma gradual. Hubiera preferido un segundo botón, pero como solución no es mala, y funciona bastante bien.
Los botones también sirven para activar el modo emparejamiento manual, presionando ambos simultáneamente durante unos segundos hasta que ambos LED de estado parpadeen a la par. El emparejamiento es rápido y sencillo, tanto en iOS como en Android, y la conexión se recupera con bastante agilidad con el último dispositivo emparejado, aunque solo, recordemos, si sacamos de la caja el auricular izquierdo.
La conexión es estable, aunque el rango de cobertura mejorable, he podido moverme con libertad por casa aunque en alcance no llega a cubrir los dos puntos más alejados de un piso de 120 metros cuadrados, algo que sí consiguen los AirPods 2 de Apple. Además se ven afectados por el funcionamiento de algunos electrodomésticos, como microondas, placas de inducción o campanas extractoras, produciéndose pequeños cortes de conexión.
Sonido impactante con un «bajonazo» inesperado
Para la transmisión de sonido los Sony WF-XB700 son solamente compatibles con Bluetooth 5.0 y los códecs SBC, el estándar para dispositivos bluetooth, y AAC. Ni rastro de códecs de mayor ancho de banda como aptX o aptX HD, aunque lo que más sorprende es la ausencia de compatibilidad con LDAC, el codec propietario de Sony.
Para la prueba de sonido decidió arrancar fuerte buscando en Tidal el tema “Don´t Start Now” de Dua Lipa, no por su calidad artística, más bien buscando su machacona base. El resultado me dejó realmente sorprendido con unos bajos potentes y bien definidos que rivalizan con los de su hermano mayor y sonrojan incluso a los AirPods Pro de Apple, todo ello sin necesidad de forzar en exceso el nivel de volumen.
Animado por el resultado me decidí a cambiar de registro con una de mis canciones favoritas “Años 80” de Los Piratas, un tema diametralmente opuesto donde la presencia de los bajos es casi testimonial. Y tengo que decir que todo el subidón se derrumbó desde los primeros acordes…
Si bien las voces se escuchan cristalinas, las frecuencias medias son absolutamente planas, insustanciales, con unos agudos que le siguen a la zaga. Subiendo el volumen hasta casi el máximo el resultado mejora ligeramente, pero siendo sincero es un poco “bajonazo” teniendo en cuenta el buen sabor de boca inicial.
El sonido es desequilibrado, bajos muy potentes con un rango de frecuencias medias y agudas totalmente planas. Una buena forma de comprobar esto es escuchando la montaña rusa de géneros musicales de “Bohemian Rhapsody” de Queen, donde para una escucha medianamente satisfactoria tendremos que estar continuamente jugando con el nivel de volumen.
Entonces ¿suenan mal estos Sony WF-XB700? Ni mucho menos, su sonido es bueno, incluso con ciertos contenidos incluso notable, su problema es que tienen un comportamiento muy dispar y el resultado depende mucho del tema y género musical. Es cuestión de gustos, en mi caso claramente sacrificaría potencia de bajos por un sonido más “todoterreno”.
Al margen de la música, son perfectos para escuchar podcast y vídeos de YouTube, ya que las voces son muy claras y el nivel de volumen máximo sin distorsión elevado, lo que solventa en parte problemas de las frecuencias medias. Las llamadas se escuchan correctamente y los micrófonos (uno por cada auricular) funcionan de forma adecuada.
Unos problemas que seguramente se podrían haber mitigado si Sony nos hubiera permitido utilizar su app Headphone Connect con estos WF-XB700, con el fin de poder ecualizar el sonido, sin duda una decisión extraña por parte de la compañía japonesa que podría haber aportado gran valor a los auriculares..
Buena autonomía con un pequeño matiz
Al contrario que la mayoría de propuestas similares, Sony ha optado por aumentar la autonomía interna en detrimento del estuche de carga. En las pruebas hemos podido disfrutar de más de 8 horas de reproducción continuada con los auriculares fuera del cargador, muy cerca de las 9 horas prometidas por Sony.
Bien es cierto que los resultados pueden variar de forma sustancial, depende mucho de lo que escuchemos y sobre todo, del nivel de volumen. En los test las autonomías oscilaron entre las 7 y las 8 horas y media, con una carga completa de la pareja de auriculares.
Un buen registro por encima de lo habitual entre la competencia, que suele rondar en el mejor de los casos las 5 horas. Por contra el estuche solo proporciona una única carga extra, lo que deja la autonomía total entre 14 y 15 horas aproximadamente, dependiendo de las condiciones de uso.
Cuenta con un sistema de carga rápida que proporciona hasta 60 minutos de autonomía dejando 10 minutos los auriculares en el interior del estuche. La carga se realiza mediante cable USB-C, y lamentablemente no cuentan con carga inalámbrica.
Podemos comprobar el estado de carga de la batería mediante el aviso sonoro cada vez que se reanude la conexión y comenzamos a utilizarlos, o mediante el icono de la pila de la pantalla del móvil en cuatro intervalos. Un sistema un tanto impreciso que puede jugarte una mala pasada si no estás atento, sobre todo teniendo en cuenta la escasa capacidad de carga del estuche.
Conclusiones: una alternativa muy a tener en cuenta (si has leído este análisis)
En este análisis de los Sony WF-XB700 he podido comprobar de primera mano, una vez más, que no hay que dejarse llevar por las apariencias y las primeras impresiones.
Mientras que su aspecto tosco y voluminoso resulta mucho más cómodo de lo que cabría esperar, sus bajos contundentes y definidos que nos pusieron los dientes largos en un primer momento, solo sirven para tapar más carencias de sonido de las esperadas.
Teniendo en cuenta su precio, unos 150 euros en Amazon, los Sony WF-XB700 presentan una buena relación calidad precio. Su sonido, pese algunos matices, supera con creces la media de su segmento, y es que pocos auriculares True Wireless salvo sus hermanos mayores, pueden ofrecer esa profundidad en los bajos.
La autonomía es otra de sus facetas destacadas, aunque hubiera sido deseable una mayor capacidad de estuche y la presencia de carga inalámbrica.
Una experiencia de uso un tanto confusa, ciertos materiales de fabricación, no poder ecualizar el sonido mediante la aplicación de Sony, y la ausencia de un sistema de cancelación activa de ruido son, sin lugar a dudas, sus puntos más débiles.
En definitiva, unos auriculares inalámbricos True Wireless interesantes muy a tener en cuenta. Eso sí, debes tener claro sus ventajas e inconvenientes a la hora de valorar si son exactamente lo que andas buscando.