Estados Unidos alcanzó este lunes la cifra de 3 353 348 casos confirmados de la COVID-19 y la de 135 524 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance es de 55 847 contagios más que el domingo y de 369 nuevas muertes.
Florida fue nuevamente el estado con más casos (12 624) seguido por California, Texas, Georgia y Tennessee, que son desde hace semanas las zonas que han arrastrado a Estados Unidos a más de 50 000 contagios diarios.
Nueva York, sin embargo, se mantiene todavía como el estado más golpeado en Estados Unidos por la pandemia con 402 263 casos confirmados y 32 395 fallecidos, una cifra solo por debajo de Brasil, Reino Unido, México e Italia.
A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 15 560 muertos, Massachusetts con 8 330 e Illinois con 7 393.
Otros estados con un gran número de fallecidos son California con 7 056, Pensilvania con 6 911, Michigan con 6 321, Connecticut con 4 371 o Florida, con 4 277.
En cuanto a contagios, California es el segundo estado solo por detrás de Nueva York con 327 735, Florida el tercero con 282 435 y Texas el cuarto con 267 499.
El balance provisional de fallecidos (135 524) ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100 000 y 240 000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50 000 y los 60 000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110 000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 185 000 muertos.
(Con información de EFE)