Las autoridades de Nueva Zelanda recuperaron más de 56,346 armas de fuego antes de que concluya este viernes el plan de recompra y amnistía implementado tras el atentado supremacista del pasado marzo.
El plan, dirigido a los propietarios con licencia de armas declaradas prohibidas tras el asalto, se puso en marcha el 20 de junio y ha permitido también retirar de la circulación casi 188,000 recambios ilegalizados, incluidos cargadores de gran capacidad y empuñaduras de pistola.
«La compra y amnistía de armas prohibidas e ilegales concluye esta noche. Ha habido un aumento de última hora a medida que la gente ha decidido hacer lo correcto», dijo el ministro de la Policía, Stuart Nash, en un comunicado.
El ministro indicó que se ha pagado casi 100 millones NZD (66 millones USD o 59 millones EUR) en compensación por la entrega de este armamento.
El Parlamento neozelandés aprobó en abril el endurecimiento de la tenencia de armas semiautomáticas como respuesta a la masacre atribuida al australiano Brenton Tarrant perpetrada en dos mezquitas de Chirstchurch en la que murieron 51 personas.
La iniciativa incluye la prohibición de armas semiautomáticas; de piezas, cartuchos y municiones que pueden emplearse para modificar armas y convertirlas en semiautomáticas; así como de escopetas con una capacidad de más de cinco cartuchos.
La primera ministra, Jacinda Ardern, anunció en julio una nueva batería de medidas para endurecer los requisitos para obtener y portar armas.
Tarrant tomó por sorpresa a las autoridades, dado que no tenía antecedentes y obtuvo la licencia de armas en noviembre de 2017 tras cumplir con los requisitos legales.
(Con información de EFE)