Ford Kuga Hybrid (PHEV), prueba a fondo de su tecnología | Motor

El Ford Kuga Hybrid llega con las expectativas muy altas: desde Ford esperan que el Kuga se convierta en un modelo fuerte dentro del mercado, con un segmento –el de los SUVs disponibles con variante híbrida– que ahora mismo está más competido que nunca. Coches grandes, con etiqueta Cero y, a poder ser, con opción enchufable: eso es lo que parece ser que demanda una parte del mercado, especialmente entre aquellos que disponen de un punto de carga en casa y/o en el trabajo.

El nuevo Ford Kuga presume de ser el primer vehículo híbrido enchufable fabricado en España, presentándose en el mercado con seis versiones diferentes que comienzan en un motor 1.5 EcoBoost de 120 CV y terminan, siendo esta última la versión que nosotros hemos probado, en un 2.5 Duratec PHEV PHEV, como ya sabrán muchos, equivale a las siglas de Plug-in Hybrid Electric Vehicle– de 225 CV.

En su papel de híbrido enchufable, el nuevo Kuga viene con una batería de 14,4 kWh que certifica una autonomía de hasta 56 kilómetros, ofreciendo un consumo combinado de 1,4 litros, etiqueta 0 de la DGT y unas emisiones de 26 g/km.

Por lo tanto, sobre el papel nos encontramos con todas las ventajas de un coche eléctrico (consumo cercano a cero por ciudad, cero limitaciones de circulación y aparcamiento en las grandes ciudades, conducción silenciosa, descuentos en el pago de tasas, etcétera) sin la mayor desventaja del coche eléctrico, su autonomía. Si te quedas sin batería, simplemente pasas a conducir sobre el motor gasolina 2.5 Duratec que se esconde bajo el capó.

De tecnología también viene bien cargado: ya solo en el equipamiento de serie encontramos el navegador SYNC3 con pantalla de ocho pulgadas, un módem para la conexión de datos, llave keyless o luz LED diurna, entre otros. Si nos vamos al equipamiento de las versiones de más alta gama, nos topamos con un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, un sistema de sonido Bang&Olufsen de diez altavoces o luces cortas/largas automáticas, entre otros.

Desde la Zona Motor de ComputerHoy.com nos hemos puesto al volante del nuevo Ford Kuga PHEV (2020) para conocer a fondo todo lo que ofrece su tecnología. Veamos a continuación cada uno de sus apartados.

Tecnología interior que viene bien equipada de serie

No es habitual que los fabricantes del motor ofrezcan más allá del sector premium un equipamiento tecnológico completo de serie. Ya en su versión base Titanium, el Kuga viene bien equipado de serie: trae llave keyless, navegador SYNC3 con pantalla de 8″, base de carga inalámbrica o un módem para una tarjeta de datos, todo ello parte del equipamiento de dicha versión, mientras que si nos vamos al ST Line tendremos un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y un sistema de diez altavoces Bang&Olufsen en el caso del ST Line X, el acabado de más alta gama.

  Keyless Entry & Start Luz LED diurna Sensor de lluvia Sensor de Parking D/T Navegador con SYNC3, pantalla de 8″ Módem Llantas de aleación Espejo interior electrocromático Ajuste lumbar Climatizador Ajuste en altura Panel Digital de 12,3″ Kit exterior deportivo Sistema de audio con 10 altavoces B&O Apoyabrazos trasero Asientos cuero parcial Monitor de fatiga Luces cortas/largas automáticas Barras de techo negras Cristales privacidad
Titanium X X X X X X De 17″ X X X X                  
ST Line X X X X X X De 18″ X X X X X X              
ST Line X X X X X X X De 18″ X X X X X X X X X X X X X

La versión que nosotros hemos tenido la oportunidad de probar era la ST Line X, la cual venía acompañada de todo el repertorio de accesorios tecnológicos que se le pueden añadir a este coche en forma de opcionales. Eso incluye desde la apariencia deportiva exterior –gracias al paquete ST Line– hasta el Head up Display, pasando por el sistema de aparcamiento asistido o el reconocimiento de señales de tráfico, entre otros.

Nada más subes a bordo del nuevo Kuga, te das cuenta de que estás en un SUV que nada tiene que envidiar a la categoría más premium. Los asientos de cuero parcial con el bordado en color rojo recogen de maravilla tanto al conductor como al pasajero, resultando absolutamente cómodos tanto en el día a día como en un viaje largo por carretera.

La tecnología está presente allá donde mires: según empiezas a conducir, el Head up Display muestra toda la información necesaria durante la conducción. Puedes ver la velocidad actual, la última señal de tráfico reconocida o la reproducción de música. El cristal del Head up Display está en una posición que, eso sí, quizás resulta un pelín baja –incluso aunque regules la posición de la imagen– para la altura de la vista.

Luego tenemos el cuadro de instrumentos. Es totalmente digital, su pantalla de 12,3 pulgadas luce una interfaz muy clara, aunque le vendría bien tener más opciones de personalización dentro de cada indicador (a la izquierda está la velocidad; a la derecha, la potencia utilizada del motor en kW: lo que se ve en el interior de cada reloj no se puede personalizar).

Hemos echado en falta que, como sí ocurre en otras marcas, desde el volante fuera posible cambiar la información que se visualiza dentro de cada indicador. Lo que sí se puede modificar es la pantalla del centro, que puede mostrar los datos del viaje, la presión de los neumáticos, el comportamiento Eco, la velocidad actual o, simplemente, un espacio vacío para evitar distracciones.

Lo que sí tiene este cuadro de instrumentos es una interfaz diferente para cada modo de conducción, de forma que por ejemplo con el modo Sport se muestra una interfaz deportiva con detalles de color rojo que encajan de maravilla en el Kuga en color Rojo Lucid, mientras que en el modo Eco la interfaz se tiñe de unos colores mucho más calmados.

Si nos vamos al navegador, lo que tenemos es una pantalla táctil de 8 pulgadas con la tecnología SYNC3 de Ford. SYNC3 es una tecnología más que de sobra conocida en Ford, viene acompañada de un módem al que se le puede añadir una suscripción de datos que abre la puerta a diferentes funcionalidades de control desde el móvil a través de FordPass Connect –especialmente útil en un coche enchufable, ya que permite configurar la carga desde el teléfono.

En mi opinión, la interfaz de esta pantalla es el aspecto en el que Ford más se tiene que poner las pilas ahora mismo: el navegador es totalmente funcional y tiene todo lo que puedes necesitar en un coche, pero le falta un lavado de cara para dejar atrás ese diseño que hace tres años, en nuestra prueba del Mondeo híbrido, ya comenzaba a quedarse algo obsoleto respecto al mercado más premium.

Debajo del navegador, encontramos una base de carga inalámbrica perfecta para cargar el móvil mientras estamos de viaje. Si tu móvil no tiene carga inalámbrica o quieres utilizar Android Auto/Apple CarPlay, encontrarás un puerto USB de Tipo-C y un puerto USB estándar (genial Ford incluyendo ambas opciones) para conectar el teléfono al coche.

En la parte trasera, nuestra unidad de pruebas traía asientos calefactables junto con una toma de corriente AC de 230V/150W, así como también hay una salida de aire para que los pasajeros de la parte atrás vayan cómodos en un viaje largo.

A todo esto hay que sumarle lo relativo a la seguridad: un sistema de mantenimiento de carril, control de crucero inteligente, asistente de pre-colisión y frenada activa, frenada post-impacto… así como también, en forma de opcionales, sistema Stop & Go para el control de crucero, reconocimiento de señales de tráfico, CoPilot 360º, Park Assist 2 y cámara de visión trasera y delantera.

Conducción por ciudad: nada iguala a la experiencia de ir en modo eléctrico

Como decíamos al comienzo, hablamos de un coche cuya batería de 14,4 kWh es capaz de sacar más de 50 kilómetros de autonomía sin necesidad de recurrir al motor de combustión. A la ya de por sí placentera experiencia de conducir un coche eléctrico por ciudad se le suma, en este Kuga Hybrid, el añadido de que vas a bordo de un SUV enormemente espacioso por dentro que, salvo por el silencio del motor, en ningún momento revelaría que se trata de un vehículo eléctrico.

La conducción urbana ofrece la máxima suavidad durante la marcha, con una respuesta del motor eléctrico de 130 CV (que complementa al motor gasolina 2.5 de 164 CV) que nada tiene que envidiar a cualquier coche urbano. Con la potencia conjunta de 225 CV, en ningún caso vas a tener la sensación de estar a bordo de un coche al que le cueste moverse con soltura por la ciudad.

Es fácil llegar, e incluso superar, esos 56 kilómetros de autonomía con los que Ford nos presentó este coche. Siendo sensible con el pedal, y aprovechando al máximo la retención (la cual por desgracia no se puede regular en intensidad), puedes llegar a moverte en una autonomía de 60 kilómetros. Lo cual, para el día a día de la inmensa mayoría de las personas que viven en el centro de la ciudad, es suficiente.

Dispones de cinco modos de conducción (Normal, Eco, Sport, Resbaladizo y Nieve/arena) que, a su vez, se complementan con diferentes modos eléctricos (modo eléctrico automático, eléctrico forzado, eléctrico para más tarde y carga de la batería) que se pueden seleccionar desde unos botones ubicados debajo de la ruleta de marchas.

En la ciudad, lo ideal es activar el botón de la «L» ubicado en la propia ruleta de marchas para así conducir en modo cien por cien eléctrico durante todo el trayecto. Salvo que le exijas más de lo normal al coche en un momento puntual, será siempre el motor eléctrico el que transmita la fuerza motriz a las ruedas.

El Kuga PHEV se carga a través de un puerto Mennekes que, eso sí, no dispone de carga rápida (tampoco tendría sentido que la tuviera, con lo cual la potencia máxima de 3,6 kW es más que de sobra suficiente). La carga completa de la batería oscilará normalmente entre las 3,3 horas (para un cargador de 16A) y 5 horas y media (10A). En un punto de carga estándar, en resumen, da tiempo de sobra a que el coche se cargue por completo durante la noche.

En un viaje largo, tómatelo como si fueras en un SUV con motor de combustión

Si decides atarte a un coche cien por cien eléctrico como único vehículo de tu núcleo familiar, has de saber que llegado el momento de irte a la playa en verano, o en esa escapada de un fin de semana largo, e incluso para ver a los suegros en otro pueblo, no tendrás otra opción que recurrir a un coche de alquiler. Habiendo hecho varias veces un Madrid-Barcelona en coche eléctrico, te puedo garantizar que la infraestructura de carga está todavía muy lejos de poder sustituir a las gasolineras… salvo que optes por un Tesla.


¿Tienes pensado comprarte un coche eléctrico para completar viajes largos? Hay cosas importantes que debes saber, pues van mucho más allá de la autonomía.

Precisamente en este punto reside a día de hoy una de las mayores ventajas de un modelo híbrido: no te obliga a renunciar a poder hacer kilómetros por carretera. El Kuga PHEV te permite devorar kilómetros por autopista con la máxima comodidad, aunque con alguna que otra limitación:

  • El depósito de combustible es de tan solamente 45 litros, lo cual significa que vas a tener que hacer una parada extra para repostar. Como referencia, el Kuga 1.5 EcoBoost tiene un depósito de 60 litros.
  • El maletero tiene una capacidad de 411 litros, 64 l menos que el resto de las versiones debido al espacio que ocupa la batería del modelo PHEV. Aprovechando la altura del maletero, cabe de sobra el equipaje de una escapada de varios días. Si no, siempre se pueden desplazar los asientos traseros, en cuyo caso la capacidad aumenta hasta 585 litros. Y ya como última opción, plegando los asientos (60/40) se consiguen 1.481 litros.
  • El Kuga PHEV pesa 1.905 kilogramos, bastante más que el Kuga 1.5 EcoBoost, de 1.564 kg. A mayor peso, mayor consumo en carretera cuando la batería no puede apoyar al motor de combustión.

Con estos datos en la mano, a nadie le sorprenderá saber que el hábitat natural del Kuga PHEV no es la autopista. Es tremendamente cómodo en carretera, prácticamente un sofá con ruedas apto para que cuatro personas vayan sobradas de espacio, pero su consumo en un viaje largo no es precisamente su punto fuerte.

En nuestro caso, en la primera parte de un viaje de 1.500 km pudimos comprobar que el consumo real en carretera se movía entre los 7 y los 10 litros a los 100 kilómetros (a un depósito es muy difícil que le saques más de 500 kilómetros), con una media de ordenador de a bordo que marcaba alrededor de 7 l/100 km.

En este sentido, la clave vuelve a girar alrededor del mismo punto: si en tu casa de la playa dispones de un cargador para el coche, entonces es probable que todos los viajes que hagas en el destino durante tu escapada sean a coste casi cero, reduciendo así una barbaridad el consumo medio del viaje. Si no es así, será como ir en un coche híbrido convencional, ya que salvo por la salida desde casa no le sacarás más partido a su carácter enchufable.

Ah, un dato: con el modo cien por cien eléctrico, el Kuga es capaz de alcanzar una velocidad máxima en carretera de 135 km/h, mientras que para llegar a los 200 km/h que ofrece como máxima absoluta ya entra en juego el motor de combustión. Es tracción delantera, por cierto.

De si tienes o no punto de carga depende la opinión sobre el Ford Kuga PHEV

Si tienes un punto de carga en casa (o en el trabajo), haces menos de 50 kilómetros al día y te mueves sobre todo por la ciudad, un híbrido enchufable como este Kuga puede ser una excelente opción para ti, ya que perfectamente vas a ser capaz de sacar un consumo inferior a los 2 litros en tu día a día.


El gobierno aprobó hace unos días el Plan Moves 2020, también llamado Plan Moves II, con importantes ayudas en la compra de vehículos enchufables. Vamos a ver cómo conseguirlas.

Para ello, eso sí, será necesario que hagas la inmensa mayoría de la conducción en modo eléctrico. Eso solo es posible, como te decía, si tienes la opción de cargar el coche cada noche en casa o en el trabajo, de tal forma que empieces cada día con la batería totalmente cargada. Llevar un Kuga PHEV por ciudad con la batería vacía es tan poco eficiente como hacer a diario un trayecto a 183 km/h por la Autobahn con un Fiesta con motor EcoBoost 1.0.

Si cada día hicieras alrededor de 50 kilómetros por ciudad hasta volver de nuevo a casa por la tarde (ir al trabajo, salir a por un recado, recoger a los niños, etcétera), te habrás movido todo el día a razón de poco más un euro, que es lo que costaría cargar totalmente la batería en hora valle:

  Horas valle (0,0794 €/kWh) Horas punta (0,1586 €/kWh) Tarifa estándar (0,1199 €/kWh)
Coste de cargar de 0 al 100% la batería de 14,4 kWh del Kuga PHEV | Autonomía: hasta 56 km 1,14 euros 2,28 euros 1,72 euros

50 kilómetros por ciudad en un coche que solo tenga motor de combustión y que pese casi dos toneladas equivale, en el mejor de los casos (pongamos por ejemplo un consumo de 10 l/100 km), a un gasto diario de 5,50 euros en combustible. Aquí, por 1-2 euros haces el mismo recorrido.

Incluso aunque a esta rutina le sumes un pequeño trayecto diario de 10 o 15 kilómetros por carretera, con un consumo mixto medio que en nuestro caso ya habéis visto que ha rondado los 7-10 litros/100 km (7 cuidando muy mucho el pie en el acelerador, 10 subiendo bastante la velocidad media), las cuentas seguirán estando muy a favor del híbrido enchufable.


La tercera generación del Ford Kuga fue presentada en 2019 con importantes novedades en materia de tecnología y sistemas de propulsión. El renovado SUV de Ford estrena motores mild hybrid, híbridos enchufables y completamente híbridos.

Las cuentas salen bien paradas… salvo por un detalle: lo que cuesta hoy en día un SUV híbrido enchufable, claro. En este caso, el Kuga PHEV de 2020 parte –parte, ojo– de 37.800 euros, y con poco equipamiento que le añadas, pasarás fácilmente de los 40.000 euros. El Plan Moves 2020 puede ayudar a bajar un poco el precio, pero seguirá siendo una cifra elevada.

Ese sobreprecio que se paga hoy en día por un coche híbrido enchufable viene acompañado de ciertos «privilegios» tales como el aparcamiento gratuito en las grandes ciudades, cero restricciones de circulación o un impuesto anual reducido, entre otros. Pero no deja de ser un precio elevado, lo cual dificulta que la decisión de compra de un PHEV esté motivada única y exclusivamente por el factor del ahorro.

El nuevo Kuga Hybrid (PHEV) baja al barro para plantar cara a la competencia

En un momento delicado para el sector del automóvil, el nuevo Kuga Hybrid es una valiente apuesta por el mercado SUV híbrido enchufable, una categoría en la que cada vez hay más alternativas entre las que elegir: está el Peugeot 3008 Hybrid (desde 39.600 euros), el Mitsubishi Outlander PHEV (desde 36.800 euros) o el Kia Niro PHEV (desde 35.800 euros), entre otros. La mayor pega de todas estas opciones, tal y como salta a la vista, es que ninguna baja de los 35.000 euros de precio base.

El Kuga PHEV, más allá de su precio, ya hemos visto que tiene algún que otro detalle mejorable. El primero, es que el maletero tiene una capacidad de 411 litros, dejando una diferencia de 64 litros que se pierden respecto a sus hermanos de gama debido al espacio que ocupa la batería. El segundo detalle, también relacionado con el espacio, es el tamaño del depósito de gasolina: tan solo 45 litros, lo cual equivale a parar con más frecuencia de la deseable en un viaje largo.

Por último, también está el detalle de que el motor del nuevo Kuga –como es habitual en buena parte de los modelos híbridos del mercado, a excepción por ejemplo del Kia Niro PHEV– funciona bajo un cambio de variador continuo (CVT), algo que tiene una acogida bastante polarizada entre los conductores que nunca lo hayan probado: o lo amas, o lo odias. Es una caja que está ya muy depurada y responde de maravilla en cualquier situación –de hecho, ha sido desarrollada en exclusiva para este modelo, pero habrá quien no se sienta del todo cómodo con ese inacabable sonido que emite el motor al pisar el acelerador a fondo.

Si el precio del nuevo Kuga híbrido enchufable está justificado, si ahorrarás dinero al cabo de los años o si te compensa más lanzarte de momento a por un mild-hybrid, eso ya son preguntas que has de hacer en base a tus circunstancias: para elegir un SUV PHEV como este Kuga, como mínimo deberás disponer de un punto de carga en casa y/o en el trabajo. Si no es tu caso, entonces las cuentas no saldrán por ninguna parte.

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