Ha pasado por nuestro laboratorio el modelo de TV OLED Sony A8 (2020), la actualización anual que la marca aplica a todos sus modelos. Los 2.199 euros que cuesta el modelo de 55 pulgadas de la Sony A8 es una cifra a tener en cuenta, pero ya os avisamos de que se trata de una de las mejores opciones OLED del momento.
Estamos hablando de un televisor de Sony que se presenta con un panel OLED de 55 pulgadas, resolución 4K, Dolby Vision con HDR10 y HLG, Android TV con Chromecast integrado y soporte Dolby Atmos, todo una declaración de intenciones para los usuarios que estén en la búsqueda de un televisor de alta gama.
El panel OLED es un salto sustancial en calidad frente y el procesador de imagen de esta Sony es capaz de ofrecer una calidad soberbia. Tanto el reescalado como el procesado de movimiento y calibrado de colores son propios de Sony y están entre los más avanzados del mercado. Ahora bien, ¿merece la pena esta nueva Sony A8 (2020)? Lo vemos.
TV Sony A8 (2020) | |
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Dimensiones | 122,7 x 73,3 x 32,6 cm (con peana) 122,7 x 71,2 x 5,2 cm (sin peana) |
Peso | 18,6 Kg (con peana) / 16,8 Kg (sin peana) |
Tipo de pantalla | OLED TRILUMINOS |
Tamaño de pantalla | 55″ |
Resolución de pantalla | 3.840 x 2.160 px |
Relación de aspecto | 16:9 |
Procesador de imagen | 4K HDR X1 Ultimate |
Mejora de claridad | 4K X-Reality™ PRO | Dual database processing | Object-based Super Resolution |
Mejora del color | Asignación de color de precisión | Pantalla TRILUMINOS | Super Bit Mapping HDR | Tecnología Live Colour |
Mejora del contraste | Mejora del contraste dinámico | Object-based HDR remaster | Pixel Contrast Booster |
Mejora del movimiento | X-Motion Clarity, modo automático |
Formatos HDR | Dolby vision, HDR10, HLG |
Control de voz | Control de voz en el mando |
Soporte wifi / DLNA | Sí |
Software | Android TV 9 + Chromecast Built-in |
Integración domótica | Google Home | Alexa | Apple HomeKit |
Conexiones | 4x HDMI (1x eARC) | 1x Óptica | 1x LAN | 3x USB (1x USB 3.0) | 1 x Minijack | Wi-Fi ac (2,4 GHz y 5 GHz) | Bluetooth 4.1 |
Audio | Acoustic Surface Audio | 2 x accionadores 10W+10W y 2 x Subwoofer 5W+5W |
Consumo | 131 W |
Precio | 2.199 euros |
Índice de contenido:
Diseño heredado, casi sin marcos y a ras de mesa
El diseño es uno de los aspectos en los que cada vez más se fija el usuario final cuando va a adquirir una TV y es que, con el tamaño actual de las pantallas, ha pasado de ser un elemento más de decoración a casi el centro del salón.
El modelo que analizamos luce un diseño minimalista con un frontal en el que prácticamente la totalidad es pantalla a excepción de unos finos marcos donde podremos además ver serigrafiada la marca de este TV.
El apartado del diseño suele ser bastante subjetivo pero algo que es irrefutable es la calidad de materiales y aquí estamos ante una gran elección por part de Sony. Tanto por la parte posterior como por la frontal nos encontramos con un modelo que rezuma calidad y solidez además de una apariencia top.
Si nos fijamos en la pantalla lo que más puede llamar la atención es si miras desde el lateral y ves lo delgado que es el panel, tan solo 7mm. Es decir más delgado de lo que es tu móvil. En la parte inferior trasera se encuentra toda la electrónica y los actuadores de sonido que hacen vibrar la pantalla y son las que generan el audio.
Con un televisor de unas dimensiones de 122,7 x 71 cm Sony ha querido darle un merecido protagonismo a su pantalla, prescinde todo lo posible del uso de marcos que quedan como una pequeña zona de 4 mm bordeando toda la pantalla en los laterales y la parte superior.
El marco inferior es algo más grande, algo más allá de 1 cm y es ahí donde se integra el LED de estado en la parte central así como el medidor de luz ambiente. En la esquina inferior izquierda es donde se puede ver el logo de Sony.
Hemos hablado de marco como tal pero aquí Sony hace una trampa legal ya que alrededor de la pantalla tenemos una zona negra a modo de margen de entre 6 y 10 mm, no es pantalla, hasta llegar al marco propiamente dicho.
Bajo la pantalla tenemos las patas, un sistema que nos permite montar la TV en dos posiciones, bien pegada a la parte inferior o bien si cambiamos dos piezas entre ellas podemos montarlas en vertical y la TV se levanta algo más de 5 centímetros, lo suficiente como para montar una barra de sonido bajo ella.
El montaje de las patas es realmente sencillo, con un destornillador de estrella y 30 segundos tienes montadas ambas. La parte trasera de las patas tiene una tapa que sirve como guía cables por lo que puedes dejar recogidos los mismos y que caigan directamente por detrás de la mesa.
Este modelo Sony A8 también puede colgarse en un soporte de pared que cumpla el estándar VESA 300 y que sea capaz de soportar 17 kg.
En parte trasera encontramos hay una carcasa de policarbonato que tiene rejillas de ventilación y en la que están integrados tanto los dos subwoofer como también los dos actuadores principales en la zona superior que tiene un acabado de metal cepillado y donde podemos leer BRAVIA, siendo esta la línea de TVs de Sony.
Los conectores de la parte trasera son los conectores coaxiales de antena y satélite, una toma LAN Ethernet, salida óptica de audio digital, dos conectores HDMI 2.1 y un tercero con soporte ARC con retorno de audio. Además, se incluye un puerto USB 3.0 con funciones de grabación al que le puede conectar un HDD externo de hasta 2 TB en formato (FAT, exFAT, NTFS).
En el lateral tenemos una conexión de auriculares, un HDMI 2.1 y dos puertos USB además de una ranura CI. Y bajo todo ello los tres botones de control por si no tenemos el mando a mano.
Hay que hacer notar que la TV integra Android y si la configuramos con la misma cuenta que con nuestro móvil, se sincronizarán automáticamente servicios como YouTube o Spotify, entre otros.
Mando con un ligero rediseño y sigue integrando control de voz
Sony no ha arriesgado en exceso con el mando de la TV y simplemente ha actualizado el mando unificando los botones de control de dirección y dando un acabado más ergonómico al mismo.
En cuanto a la distribución de botones, estamos ante una muy similar a la que ya habíamos visto en modelos anteriores, salvo por la zona de navegación que pasa a ser una superficie única en lugar de botones. El micrófono está integrado en esta ocasión en la parte superior.
La distribución de teclas está formada por tres partes claramente diferenciadas: en la parte superior los botones de selección de entrada y numéricos para los canales; en la zona central los botones de configuración y control dispuestos en círculo y en el tercio inferior los botones de control de reproducción de medios.
El material es muy agradable en mano, los botones tienen un tacto gomoso y la parte trasera del mando imita un acabado rugoso simil piel.
Algo que sí que echamos en falta es cierto tipo de retroiluminación o electroluminiscencia del mando ya que si vamos a ver contenidos a oscuras, y este panel OLED, es especialmente bueno en reproducir ese tipo de escenas, acabas teniendo que mirar el mando con la luz que viene de la TV.
Este mando ofrece acceso directo a Netflix y a Google Play Películas. El primero de ellos es una clara apuesta por los contenidos de esa plataforma para la cual Sony incluso ha añadido un modo calibrado de imagen y la segunda un guiño que deja entrever la colaboración entre Sony y Google en sus TVs, con Android TV, y sus móviles.
El botón para lanzar el asistente de Google, el de color verde con un micrófono, requiere ser pulsado durante todo el momento que hablemos, por lo que los más desconfiados pueden estar tranquilos ya que es otro paso más para evitar ser monitorizados en tiempo real. Aunque no estaría de más que fuera una opción que pudiera activar el usuario y poder controlar la TV de viva voz sin tener que pulsar ningún botón.
OLED junto con procesado de imagen top, no podía ser mejor
Sony monta un panel OLED en este modelo con resolución 4K (3.840 x 2160 px) y tiene soporte HDR10, HLG y Dolby Vision. Como vemos es compatible con la gran mayoría de estándares actuales.
Como era de esperar al tratarse de un panel OLED, la calidad de imagen es extremadamente nítida gracias a ese prácticamente infinito contraste entre una zona clara y otra oscura. Este es precisamente uno de los principales problemas de los televisores con retroiluminación LED y una de las grandes fortalezas de los paneles OLED.
Para controlar todos esos pequeños puntos de color con su respectivo nivel de brillo tenemos al procesador de imagen más potente de Sony, el procesador X1 Ultimate, que es el mismo que integraba la generación anterior de las Master Series los modelos de gama más alta de la generación anterior.
Este procesador de imagen consigue tratar cada fotograma a un nivel soberbio gracias a las tecnologías que aplica:
- Dual database processing: se encarga de analizar cada fotograma y compararlo con dos bases de datos con miles de instantáneas eliminando el ruido y mejorando el nivel de detalle.
- Object base HDR re-master: identifica los objetos que forman el fotograma y les aplica un ajuste de color y contraste independiente, para después aplicar un filtro que mejora el contraste general de la imagen.
- Super Bit Mapping 4K aplica un filtro que suaviza los degradados de los colores y las luces para evitar el banding en las transiciones de color.
- Pixel contrast booster, detecta cada objeto y es capaz de mejorar el contraste a nivel local según lo requiera la escena.
A esto hay que sumar un motor de escalado hasta 4K de contenidos de menor resolución de gran calidad, pudiendo incluso llegar a ser indistinguible un buen contenido 1080p de 4K.
Esto, en la vida real y el día a día de uso, se traduce en unas imágenes realmente impactantes por su realismo, en las que las luces y las sombras en una imagen pueden convivir sin ningún tipo de fuga de luz ni ninguna interferencia en la precisión de los colores o en su nitidez.
La tecnología OLED permite apagar literalmente la pantalla píxel a píxel, por lo que la profundidad de los negros es absoluta. Se obtiene una gran uniformidad de tonos al mostrar la pantalla en negro o en blanco, sin que aparezcan las características manchas de luz tan habituales en los televisores con retroiluminación LED incluso en modelos avanzados con microdimming.
Los ángulos de visión de este modelo son muy amplios, incluso teniendo en cuenta el acabado brillo de la pantalla. Puedes ver la imagen desde prácticamente el lateral sin alteración en el color o contraste. De hecho recuerda a esas pegatinas que vienen pegadas en la pantalla antes de usarla.
El calibrado del color es más que correcto y no hemos necesitado ningún ajuste adicional para disfrutar de un buen equilibrio natural de colores al ver distintos tipos de contenido gracias a los 12 perfiles de calibrado de color que ofrece y espacios de color sRGB, DCI- P3 y BT.2020, los más utilizados en series y películas.
Por ejemplo, para ver contenido general, como programas de TV, hemos utilizado el perfil Estándar, mostrando unos tonos de piel naturales y un buen equilibrio en todos los colores. Para ver series en Netflix, Amazon Prime Video y películas nos ha convencido el modo de imagen Cine profesional que no abusa de los tonos excesivamente cálidos y apagados que encontramos en el modo Cine en casa.
De hecho, para ver Netflix, la TV tiene un perfil calibrado a tal uso, es decir, los valores de color, contraste y brillo se ajustan según la serie o película que estés viendo a los valores con los que el creador de ese contenido realizó la obra.
Además, cuenta con un modo Juego que no solo optimiza el balance de blancos y el perfil de color, sino que también reduce el procesado para mejorar el input lag y este es uno de los puntos en lo que más mejora este modelo, reduciendo aún más los milisegundos entre la entrada de un mando y la respuesta en pantalla.
Los paneles OLED no llegan a picos tan altos de luz como los paneles LED, es una realidad. Ahora bien, ¿es necesario? En un entorno de interior incluso a plena luz del día los contenidos HDR se ven perfectamente y esa profundidad de los negros hace que resalten más las zonas iluminadas.
Escucha»Episodio #22: HDR – ¿Qué es… ? Con Rubén Andrés Barbero» en Spreaker.
En términos de HDR esta pantalla es compatible con prácticamente todos los estándares, Dolby Vision, HLG y HDR10 por lo que solo echamos en falta HDR10+ que será el próximo estándar abierto y que permitirá una adaptación de niveles escena a escena.
Algo que Sony lleva años mejorando es la compensación de movimiento, o lo que es lo mismo, gracias a Motionflow consigue generar imágenes en contenidos con baja tasa de fps para que la acción se vea fluida, sin estelas. Es algo que personalmente no me gusta ya que da un aspecto visual de «telenovela» a todo contenido, pero es cierto que funciona muy bien.
Si hay una prueba para poder comprobar la calidad de imagen de una TV actual es ver el capítulo 8×03 de Juego de Tronos. Es un capítulo muy oscuro y solo con una pantalla con esta calidad y tecnología OLED es capaz de reproducir el contenido como fue creado. Quedé claramente absorto al ver cómo se reproducía este contenido en HDR y resolución 4K.
Soporte Atmos y con potencia como para no echar de menos un sistema de audio
Sony consiguió eliminar la necesidad de integrar altavoces puramente dichos en sus pantallas de gama alta gracias al uso de una tecnología que permite hacer vibrar el cristal de la pantalla para generar el sonido. De hecho es muy natural el recibir el sonido desde esa superficie en lugar de altavoces downfiring como en otros modelos.
Hemos visto este sistema de transmisión de sonido en televisores como la Sony XG95, aunque desde entonces la tecnología de actuadores ha sido mejorada y además se completa la experiencia con dos subwoofer traseros de 5W que completan el sonido. De hecho en nuestro día a día hemos utilizado el sonido proviniente de la TV en lugar del 5.1 que tenemos instalado en el salón ya que la sensación y calidad sonora es más que buena.
La tecnología se llama Accoustic Audio Surface y hace vibrar por una parte el lateral izquierdo de la pantalla y por otra el lateral derecho consiguiendo efecto estéreo. Esos actuadores ofrecen una potencia sonora de 10W cada uno, más que suficiente para un salón tradicional.
Es cierto que esa cifra no parece elevada pero siendo una superficie tan grande la que genera el sonido, os aseguramos que la sensación que da es de ofrecer una potencia mucho mayor. Si a eso le sumamos cómo los subwoofer completan el sonido con las frecuencias más graves, estamos ante una TV que prácticamente hace que te pienses si usar o no un sistema de sonido.
Esta TV es compatible además con Dolby Atmos y este es el único punto en el vemos útil un sistema de sonido adicional ya que sí que podremos disfrutar de una mayor direccionalidad de sonido que con el sistema integrado.
El efecto de este sistema es que consigue situar perfectamente las voces en una escena y realmente notas cómo la voz del personaje proviene del mismo desde la pantalla.
Hemos probado la TV Sony A8 junto con un sistema de barra de sonido y subwoofer adicional compatible con Dolby Atmos de la misma compañía. Y la experiencia ha sido buena, no podemos negarlo, pero el único beneficio que hemos notado es una mayor direccionalidad en contenidos Dolby Atmos y la mayoría de contenidos por streaming no tienen soporte Dolby Atmos o si lo tienen solo es en la pista de audio en V.O. con esa tecnología.
Android TV con todas las aplicaciones que necesitas y Chromecast integrado
Sony sigue avanzando en su relación con Google en el entorno de las TVs y lo hace integrando la nueva versión de Android TV, la versión 9. Si usas un móvil Android, navegar por los distintos menús de la plataforma Android TV te resultará muy familiar ya que comparte la esencia de lo que puedes encontrar en cualquier smartphone Android.
De hecho, durante la primera configuración de la TV (el primer encendido) puedes sincronizar tu cuenta de Google con la TV y eso hace que tengas sincronizadas también las contraseñas de los servicios que uses: Spotify, YouTube, etc.
La integración de Google no solo se limita a la tecla de Google Play Películas del mando a distancia, también permite acceder a toda la colección de apps y servicios disponibles en Google Play, pudiendo instalar un buen número de aplicaciones y juegos. Sí juegos por que podremos sincronizar mediante Bluetooth un mando y poder jugar como si de una consola se tratase a juegos como, por ejemplo Asphalt 9.
Todo el contenido multimedia disponible en las distintas apps instaladas se muestra en la sección Home a la que se accede directamente desde su propio botón en el mando.
La navegación entre los distintos menús en Android 9.0 es realmente fluida, situándose entre las mejores plataformas de SmartTV. Sony ha implementado, además, un menú de ajustes rápidos para acceder a las configuraciones más habituales mientras estás usando el televisor, como es el acceso a los perfiles de color o sonido o la sincronización con otros dispositivos externos, ahorrándote tener que navegar hasta esas opciones en el menú de Ajustes del televisor.
Otra de las funciones de conectividad la encontramos en el Chromecast integrado, que te permite enviar contenido de tu smartphone o tableta al televisor de forma sencilla para ver en pantalla grande las fotos y vídeos de tu smartphone. Es como si tuvieras un Chromecast pinchado por HDMI pero de manera interna en la TV.
Conclusiones: Sony A8 demuestra que el OLED es el futuro de las TV
De una forma u otra parece que se va a repetir la historia que vimos con los tubos de rayos catódicos y posteriormente el plasma, dejando lugar a la tecnología LED LCD. El OLED va ser el reemplazo de la tecnología LCD LED.
Aunque aquí tenemos que mencionar que no todos los OLED son iguales. Ciertamente LG tiene mucho que decir al respecto y es que son los principales fabricantes de paneles OLED para TV hoy día.
Sony añade en esta Sony A8 toda la experiencia de años fabricando televisores para aplicarle un procesado a la imagen y exprimir al máximo el potencial de ese panel. De esta forma, minimiza los puntos débiles de OLED como puede ser la retención de imágenes o un menor brillo máximo que la tecnología LCD.
La experiencia visual al sentarte frente a una Sony A8 es propia de un televisor de gama alta con el añadido de casi inexistente variación de luz y color en todo ángulo de visualización.
El sistema Acoustic Surface Audio funciona y ofrece una gran calidad de sonido haciendo que muchos usuarios no necesiten un sistema de audio adicional.
En lo meramente estético, Sony sigue apostando por un minimalismo extremo y puede gustar o no, pero lo que queda claro es que es elegante y funcional. En definitiva, nuestra experiencia con la Sony A8 que protagoniza este análisis ha sido muy satisfactoria y nos quedamos con la sensación de estar ante una de las mejores opciones en tecnología OLED por su buena relación entre sus prestaciones y su precio.
La tecnología OLED va bajando de precio poco a poco y nos encontramos con modelos como este que rondan los 2.000 euros y si buscas calidad te aseguramos que esta Sony A8 de 2020 no te va a defraudar.