Unos pistones impresos en 3D aumentan en 30 CV la potencia del Porsche 911 GT2 RS | Motor

La impresión 3D va a revolucionar muchas cosas, incluyendo la fabricación de coches. Pero de momento, el monopolio va a seguir siendo de las marcas…

Las piezas impresas en 3D comienzan a ser una realidad en la automoción, y esto va a beneficiar mucho a los usuarios, por varias razones. Porsche ya ha anunciado que está usando pistones impresos en 3D en su espectacular Porsche 911 GT2 RS, con los que aumenta la potencia en 30 CV.

Seguro que en alguna ocasión has llevado el coche al taller y has escuchado la clásica frase: «Tardaremos unos días porque nos tiene que llegar la pieza de Alemania«. Con la impresión en 3D esta expresión (y las esperas) pronto serán historia. Cuando necesite una pieza, el taller podrá imprimirla directamente en su local con una impresora 3D, y tenerla en unas horas.

Pero de momento esto es solo un futuro deseado, porque las marcas son muy celosas con el tema y no dejan que nadie más que ellas impriman las piezas de sus coches. Así que eso de imprimirlas tú en tu casa, aún queda lejos…


La impresora 3D Comgrow Creality 3D Ender 3 es una de las más asequibles y mejor valoradas de Amazon. Es una impresora 3D DIY con una superficie de impresión de 220 x 220 x 250 mm. Solo necesita 5 minutos de calentamiento, y es capaz de reanudar la impresión cuando se detiene.

Según nos cuenta Rebeca Álvarez en Top Gear, Porsche ha presentado unos pistones impresos en 3D que ofrecen 30 CV más de potencia en su Porsche 911 GT2 RS equipado con un motor biturbo de 700 CV. Eso es solo el 5% de mejora, pero no está nada mal para una sola pieza.

La firma alemana ya hace tiempo que usa piezas impresas en 3D, como la palanca de liberación del embrague del Porsche 959. Pero los pistones son piezas mucho más delicadas y críticas.

¿Como ha conseguido este aumento de potencia? La impresión 3D permite crear componentes más fuertes y livianos, y da más libertad a los diseñadores. En el caso de estos pistones, según Porsche «son un 10% más ligeros que los estándar, también más fuertes, con un diseño optimizado mediante inteligencia artificial«.

Por ejemplo, con los métodos de fabricación tradicionales no hubiera sido posible incorporar un conducto de enfriamiento en la corona del pistón. Al ser más ligeros los ingenieros encargados de la motorización pueden «aumentar la velocidad del motor, reducir la carga de temperatura en los pistones y optimizar la combustión«. Así es como han obtenido 30 CV más de potencia en el motor.

Si funcionan mejor que los originales, la pregunta es obvia: ¿por qué no los usan en todos los modelos? Según Frank Ickinger, del departamento de desarrollo avanzado de transmisiones de Porsche, de momento no es posible incorporarlos a los modelos en serie por el alto coste de impresión, y el control de calidad.

«Aún no está listo para la producción en serie, pero creo que en cinco años. Tal vez un poco antes, ya veremos«, concluye.

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