Acaba de llegar el que es, probablemente, el gadget más esperado del verano. Estos últimos años, Xiaomi ha puesto a la venta en nuestro territorio sus nuevas Mi Band entre junio y agosto, un momento en el que apetece salir a andar por la tarde, en el que hacemos más pasos de la cuenta si estamos de vacaciones y en el que… bueno, apetece hacer deporte sea al aire libre o en gimnasios.
Ya sabéis que la Mi Band 5, como las anteriores, ha trascendido a su condición de pulsera cuantificadora. Sí, es un gran monitor deportivo que mejora en cada generación, pero se ha convertido en casi un complemento de moda al estilo de otros wearables como los auriculares true wireless.
Nosotros llevamos tres semanas haciendo deporte con la nueva Mi Band de 2020 y, antes de pasar al análisis puro y duro, os dejamos una tabla con las principales características tanto de este modelo como del modelo del año pasado. Sí, no cambia demasiado en muchos aspectos, pero Xiaomi hace que su Mi Band 5 evolucione donde debe: carga de batería, precisión y pantalla.
Mi Band 5 | Mi Band 4 | |
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Pantalla | OLED de 1,1″ | Resolución de 294 x 126 píxeles | Brillo máximo de 450 nits | Panel táctil | OLED de 0,95″ | Resolución de 240 x 120 píxeles | Brillo máximo de 400 nits | Panel táctil |
Dimensiones y peso | 46,95 × 18,15 × 12,45 mm | 11,9 gramos | 22 gramos |
Deportes | 11 modos y modo libre | Podómetro | 6 modos y modo libre | Podómetro |
Correa | Intercambiables | Compatibles con las anteriores | |
Batería | 125 mAh | Carga magnética | 135 mAh | Carga quitando la pulsera de la correa |
Protección | Vidrio reforzado | Resistencia 5 ATM | |
Notificaciones del móvil | Sí mediante app Mi Fit | |
Conectividad | Bluetooth 5.0 | |
Sensores | Acelerómetro de 3 ejes | Giroscopio de 3 ejes | Micrófono digital MEMS | Sensor de frecuencia cardíaca PPG | |
Precio | 35 euros en Amazon | Unos 25 euros en Amazon |
Índice del análisis de la Xiaomi Mi Band 5 por contenidos:
Diseño continuista que no rompe con casi todas las correas que tengamos
Empezamos el análisis de la Xiaomi Mi Band 5 hablando del diseño y diciendo que, realmente, no hay demasiado que decir. Es decir, tenemos prácticamente el mismo diseño desde la Mi Band 3 y, de hecho, muchas de las correas que tengamos de la Mi Band 4 valen a la perfección en el nuevo modelo. La nueva es algo más ancha, por lo que no entra bien en las correas rígidas metálicas, pero sí en las que sean de TPU.
La cápsula pesa 11,9 gramos y es muy, muy liviana. Se nota en la muñeca, evidentemente, pero ni os va a cansar ni se hace demasiado voluminosa. Las dimensiones son de 18,15 mm de ancho y 12,45 mm de alto y en muñecas pequeñas puede quedar algo antiestética, pero debéis saber que el monitor de frecuencia cardíaca va a seguir haciendo su trabajo a la perfección.
El diseño de la cápsula es idéntico al de la Mi Band 4 y, de hecho, no notaríais las diferencias a simple vista. Cuenta con una pantalla plana con unos bordes ligeramente redondeados y la correa es la típica de silicona con cierre de aluminio de tipo ‘clic’.
Arriba y abajo: Derecha, Mi Band 5. Izquierda, Mi Band 4
En nuestras tres semanas de uso, no hemos tenido ningún problema con él aunque, como decimos, la silicona no es el material más indicado para hacer deporte debido a que no transpira nada.
En la parte trasera tenemos una zona imantada con dos pines para la carga magnética y, buenas noticias, no tenéis que quitar la correa para cargar la Mi Band 5, siendo esta una de sus principales novedades.
El sensor también es algo más grande que el de la generación anterior… y pocos cambios más vamos a encontrar a simple vista.
Tiene un diseño muy continuista, pero la filosofía aquí es la de que si algo funciona no vale la pena cambiarlo.
Un poco más de pantalla y esferas que la aprovechan mejor
Si hablamos de la pantalla, también hay novedades. Y es que, crece en tamaño. No mucho, pero pasamos de 0,95″ de la Mi Band 4 a 1,1″ y esto sirve para tener unas esferas que muestran algo más de información. Las esferas predefinidas de la Mi Band 4 no me gustaban en absoluto (de hecho, parece que a nadie y pronto salieron esferas personalizadas (y os contamos cómo instalarlas), pero las de la Mi Band 5 no están mal.
De un vistazo tenemos la hora, las pulsaciones y el marco cardíaco en el que nos encontramos, la batería, los pasos y el calendario. En la anterior había siempre alguna información que no ‘entraba’. Estamos, de nuevo, ante un panel OLED, por lo que cuanto más fondo negro haya en la esfera… mejor que mejor para ahorrar batería, pero si no os gusta, tenéis un montón de esferas gratuitas en la app Mi Fit.
La pantalla se ve bien en todas las situaciones y contamos con un brillo máximo de 450 nits, algo mayor que el de la generación anterior. Eso sí, seguimos sin medidor automático de brillo para que este se ajuste a cada situación, pero de los cinco niveles, lo he llevado siempre en el nivel 3 y sin problema para consultar los datos tanto en interior como en exterior.
En las esferas personalizadas, podemos editar la información que se muestra y cambiar pasos por ritmo cardíaco, objetivos, etc…
Podemos activar la pantalla tanto con un toque en la zona inferior (donde vemos un circulito en color gris) como moviendo la muñeca ligeramente y la verdad es que el manejo sigue siendo muy bueno. No ofrece la mejor experiencia de usuario a nivel de fluidez, pero cumple de sobra.
Os dejamos un vídeo en el que podéis ver cómo navegamos por los diferentes menús:
Como veis, hay dos tipos de gestos. Hacia arriba/hacia abajo vamos pasando por las diferentes categorías y opciones. La navegación táctil es buena. Sin pasarse… pero buena. Sin embargo, si nos paramos en la esfera principal y vamos hacia un lado, tenemos información del tiempo, las notificaciones como que nos levantemos para dar unos pasos si llevamos mucho tiempo sentados y los controles de reproducción de la música del móvil. Este último menú tiene algo más de retardo, pero bueno, es lo que pasa con un dispositivo con 0,5 MB de RAM.
Siguen sin acertar, sin embargo, en algo tan básico como la ubicación para cambiar el brillo. Tienes que meterte dentro de dos apartados para encontrar algo tan básico como el medidor de brillo y si fuera algo automático, bueno, pero como es manual y muchos querréis ajustarlo de manera más o menos habitual, no entendemos que esté escondido en ese cajón desastre de Más –> Ajustes –> Brillo.
Para ir teminando, la pantalla es de cristal templado, pero no tiene ningún tipo de protección contra arañazos y en estas semanas se notan marcas de uso. Ningún golpe, ningún arañazo, pero sí esas finísimas rayitas que aparecen en las pantallas.
Y se puede sumergir para monitorizar ejercicio en el agua, pero la pantalla ahí deja de responder. De hecho, debe estar seca (tanto la pantalla como el dedo) para que responsa a nuestras órdenes. Es algo que no deja de ser normal, pero si vais a usarla para monitorizar natación, mejor configurar y dar comienzo al ejercicio justo antes de lanzaros a la piscina.
Sensores y funciones para que empecemos a cuidarnos
Llegamos al punto clave del análisis de la Mi Band 5. Estamos ante una pulsera para hacer deporte y desde la Mi Band 3 (que es la que de verdad sirve para monitorizar el deporte debido a que es la que empieza a ser precisa a nivel de monitorización de ritmo cardíaco) considero que es una pulsera para curiosos, principiantes, deportistas casuales o personas que quieren empezar a hacer deporte.
Es decir, no es una pulsera de actividad para usuarios profesionales o que quieran la medición más precisa debido tanto a la precisión de los datos recogidos como a elementos como a que carece de GPS incorporado. Xiaomi afirma que la Mi Band 5 es más precisa que la generación anterior y lo cierto es que… tienen razón. En el análisis de la Mi Band 4 la comparamos con una banda pectoral y los datos eran parecidos, pero había algunas discrepancias, sobre todo con algunos picos en ejercicios intensos.
Esas discrepancias siguen ahí con la banda abdominal, pero se han reducido y, además, según nuestras mediciones los datos de pulsaciones de la Mi Band 5 son extremadamente parecidos a los del Galaxy Watch Active 2, un smartwatch deportivo que cuesta, básicamente, 200 euros más que la pulsera de Xiaomi. Por cierto, aquí os recordamos nuestro análisis del último smartwatch deportivo de Samsung.
Siguiendo con la opinión de la Mi Band 5, considero que es una pulsera cuantificadora perfecta para tres tipos de usuarios:
- Caso 1: usuario que quiere saber cuánto camina al día y quiere empezar a moverse para hacer algo de ejercicio y dejar de lado la vida sedentaria. Como nos puntúa, nos permite gamificar la experiencia y nos anima a hacer ejercicio.
- Caso 2: persona que ya hace ejercicio y quiere algo más, como controlar sus pulsaciones y llevar un registro de lo que hace en el gimnasio, casa o fuera de casa, pero no quiere gastar más de 200 euros en un pulsómetro de gama media… o 400 en uno profesional porque ni le hace falta ni le va a sacar partido.
- Caso 3: persona que quiera ver sus pasos, tener un reloj y notificaciones de las apps que más usa.
Este nuevo modelo nos permite hacer, básicamente, lo que hacíamos con el anterior. Es decir, podemos registrar pasos, registrar el ritmo cardíaco minuto a minuto, como periodo mínimo, o continuo durante el entrenamiento, nadar con él y registrar jornadas de entrenamiento al aire libre al ‘beber’ del GPS del móvil.
Además, tenemos nuevos deportes, como Yoga, y cuenta de manera algo más precisa el salto a la comba. En total, son 11 deportes que no se reconocen automáticamente, sino que hay que señalar en la pulsera antes de comenzar a entrenar:
- Correr al aire libre
- Cinta de correr
- Ciclismo
- Ciclismo de interior
- Caminar
- Eliptica
- Remo
- Yoga
- Comba
- Natación
- Ejercicio libre (ideal para una sesión de gimnasio o clases como aerobic, espalda sana, GAP, etc).
El análisis de la Mi Band 5 me ha pillado lesionado, precisamente, pero he ido volviendo poco a poco tanto al gimnasio como a las caminatas y reconozco que me ha ayudado a medir el ritmo cardíaco para saber hasta dónde podía ir en cada una de estas tres semanas.
Podemos consultar los datos de las sesiones que hagamos en el móvil y la verdad es que, como comentaba antes, ha clavado tanto el ritmo cardíaco como algunos deportes concretos. En pasos sigue sin ser el podómetro más preciso, pero al final creo que si siempre nos guiamos por los pasos que nos da la Mi Band, es poisible saber si un día hemos caminado más que otro.
La natación es uno de los deportes que registra. Debemos introducir los metros de la piscina y la pulsera se encarga de medir brazadas con el acelerómetro y giroscopio de tres ejes. No es lo más preciso, pero al menos nos permite conocer el ritmo cardíaco, y eso sí es interesante.
Además del deporte, tenemos varias funciones de salud que pueden ser curiosas y útiles. Tenemos un ayudante de respiración para relajarnos en momentos de estrés, un medidor de estrés que funciona de manera automática o activándolo desde el menú de la consola, un modo que registra nuestro sueño y que me parece más preciso que en la generación anterior y el seguimiento de salud femenina que, básicamente, proporciona registro y ofrece recordatorios sobre el ciclo menstrual y las fases de ovulación.
Algo muy importante para algunos usuarios, ya que será el motor que les impulse a ponerse en forma, es el medidor PAI.
Personal Activity Intelligence, nuestro ‘diario’ dentro de la Mi Band 5
Una de las claves de la Mi Band 5 es algo que Xiaomi toma prestado de los Amazfit. PAI es un indicador que nos permite conocer con detalle tanto el estado físico como la evolución que tenemos a lo largo de los meses. Básicamente, convierte una serie de parámetros y mediciones de nuestro día a día en una puntuación numérica.
No es lo más científico o preciso, pero me gusta mucho el modo que tiene Xiaomi de gamificar la salud. Por ejemplo, con su cepillo de dientes nos da una puntuación, así como consejos para mejorar el cepillado. Algo parecido pasa con al báscula inteligente y, ahora, con la Mi Band 5.
La idea es que nos dé valores regulares día a día para poder seguir la evolución y motivarnos. Ahora bien… ¿qué es PAI con palabras más exactas? Esta es la descripción de Xiaomi:
«PAI es un indicador personal de actividad fisiológica basado en los datos de ritmo cardíaco, combinado con la intensidad de actividad diaria y una evaluación global, dinámica y multidimensional de los datos fisiológicos personales, y convertido en un valor PAI intuitivo a través de un algoritmo. No depende de un solo elemento de los datos, sino que le permite tener un sistema completo en el que conocer la condición física«.
Hecha la presentación, básicamente es lo que comentábamos, un valor de cero a 100 que señala qué tal el estado de nuestro corazón y eso se realiza manteniendo unas pulsaciones elevadas durante cierto tiempo, muestra de que algo de ejercicio hemos hecho. Y, como decíamos, básicamente nos da una puntuación a nuestro día completo. Días más ociosos he tenido puntuaciones de 44, 40 PAI… y días en los que hay actividad de gimnasio he estado en 65-75 PAI.
Al final, esta puntuación nos ayuda a echar un vistazo al histórico diario desde la pulsera para ver qué tal se nos dio la semana, pero realmente es algo a lo que no he hecho demasiado caso porque, precisamente, desde la misma Mi Band ya puedo ver mi histórico de pasos al día y, para mí, ese indicador es el interesante.
Sin embargo, entiendo que el PAI sea algo que motive a un usuario más sedentario, ya que la puntuación es algo fundamental en nuestra vida y que Xiaomi ‘gamifique’ el ejercicio no me parece algo que sobre. ¿Que no le he hecho demasiado caso estas tres semanas? Cierto, pero reconozco que es una buena idea de cara a otro tipo de usuarios.
Mi Fit mejora y sigue siendo imprescindible para hacer algunos deportes
Aunque con la llegada de la Mi Band 4 la pulsera ganó en autonomía (poder poner alarmas o seleccionar entrenamientos sin entrar al móvil), para ciertos aspectos necesitamos tener el teléfono al lado. Y nos referimos tanto a ejercicios como a funciones.
Mi Fit es una app que es necesaria tanto para configurar por primera vez la pulsera como para seleccionar el modo de actuación de la pulsera cuando rotamos la muñeca, el modo de bloqueo, si queremos activar un modo noche que baja el brillo e impide que se active de manera automática mientras dormimos, si queremos que vibre, etc.
Desde Mi Fit también gestionamos las notificaciones de aplicaciones, movemos elementos de sitio en el menú, podemos editar la lista de ejercicios y, en definitiva, controlar prácticamente la totalidad del dispositivo.
Además de para esto, si queremos hacer deporte al aire libre y que nos monitorice la ruta, tendremos que cargar con el móvil. Y es que, la Mi Band 5 tampoco tiene GPS (algo que entendemos debido a su precio), por lo que para rutas de carrera, senderismo o bicicleta, necesitamos enlazar el móvil y la pulsera para que sea el GPS del teléfono el que capte la señal.
En la app, además, podemos consultar notificaciones enriquecidas del día a día, como el nivel de estrés, la calidad de nuestro sueño (más preciso que con la Mi Band 4) y el nivel PAI, con una completa gráfica que muestra la evolución a lo largo del día.
La aplicación es ágil, la vinculación con la Mi Band 5 es mucho más rápida (menos mal, porque esto dejaba bastante que desear) y los datos que ofrece son perfectos tanto para los curiosos como para los que quieren controlar detalladamente su actividad.
Me habría gustado que algunos datos, como el ritmo cardíaco, se pudieran consultar en un histórico, pero no es posible, mostrando en la app simplemente el día en el que estamos y unos datos muy escuetos de días anteriores (básicamente, la media de pulsaciones).
La Mi Band 5 como ‘reloj inteligente’
Ahora bien, para hacer deporte no es el gadget más preciso, pero… ¿qué pasa si solo lo queréis como reloj inteligente? Lo cierto es que en este aspecto no hay demasiadas novedades. Es decir, la Mi Band 4 y su pantalla ya traía una mejor gestión de las notificaciones… y básicamente aquí tenemos exactamente lo mismo.
La Mi Band 5 sigue siendo un gran espejo de las notificaciones del móvil porque seguimos sin poder contestar, ni con mensajes predefinidos ni de ninguna forma, esas notificaciones. Es decir, vamos a ver que nos ha llegado un mensaje a Instagram, una notificación de IG, un correo o una notificación de WhatsApp, pero no podemos responderlas y, según la app, tampoco mirar de qué se trata.
WhatsApp, por ejemplo, sí nos permite ver los mensajes. Si son de voz, evidentemente, no, pero si son de texto sí los podemos leer cómodamente en la pulsera. Otras aplicaciones nos dicen que tenemos una notificación, pero no sabemos de qué se trata hasta que abrimos la app en el móvil.
Volvemos a contar con alarmas que podemos encender y apagar directamente desde la pulsera sin necesidad de ir a Mi Fit, contamos con un control del obturador para la cámara del móvil que funciona como control remoto y con un calendario en el que tenemos eventos.
Habría estado ciertamente bien que ese calendario se pudiera personalizar y emparejarlo con el Calendar de Google, por ejemplo, pero al final se limita a recordatorios que debemos apuntar manualmente dentro de Mi Fit. Solo nos permite apuntar unos caracteres y, aunque podemos añadir todos los eventos que queramos, intenté hacer una lista de la compra y no pude por la enorme limitación de caracteres.
Lo que sí podemos hacer es, como en la generación anterior, vincularla con el móvil para controlar la música. Si tenemos una lista de reproducción en la app del móvil, en YouTube Music, Spotify o la que sea, tenemos controles de play, pasar y volver a la canción anterior, y esto en el gimnasio se agradece.
Al final, la Mi Band 5 es un espejo de algunas notificaciones del teléfono y no está mal, ninguna queja con esto, pero sí que tenemos la nota amarga en la ausencia de NFC. A estas alturas es inexplicable que Xiaomi no haya lanzado las versiones NFC de sus Mi Band en nuestro territorio. Por menos de 40 euros, tener un dispositivo que nos cuenta los pasos, nos anima a hacer deporte y, encima, nos permite pagar con la muñeca es un auténtico puntazo, pero parece que no quieren dar aún el paso.
Menor autonomía, pero gracias por el nuevo sistema de carga, Xiaomi
Uno de los apartados en los que las Mi Band siempre han sido sobresalientes es en el de la autonomía. Los anteriores modelos, incluso con un uso de práctica deportiva, llegaban a los quince días de uso sin problema. Aquí se ha recortado un poco y nos quedamos, con notificaciones activadas y seguimiento de práctica deportiva, en unos nueve/diez días.
El consumo diario con brillo al nivel 3 en todo momento, avisos de sedentarismo, notificaciones de WhatsApp, registro de cuatro-cinco días por semana de la actividad deportiva y medición continua de ritmo cardíaco es de un 10-12%.
Tenemos semana y media de actividad que sí, está lejos de las dos semanas/dos semanas y media que teníamos con el anterior modelo, pero también es cierto que sigue siendo una autonomía considerable y que ahora no da pereza cargar la Mi Band 5.
Xiaomi, por fin, ha escuchado a los usuarios y ha introducido un sistema de carga magnética en el sistema. Esto quiere decir que ya no hace falta separar la cápsula de la correa para ponerla en el cargador. Simplemente cogemos el cargador incluido (un cable USB con un cabezal magnético e imantado), lo acoplamos a la parte trasera de la pulsera… y listo.
La carga completa tarda una hora, aproximadamente, algo exagerado si tenemos en cuenta que la capacidad de la batería es de únicamente 125 mAh, pero con un ratito de carga (mientras te das una ducha, por ejemplo) tenemos para dos o tres días de uso, lo cual no está nada mal.
¿Vale la pena la Mi Band 5 si tienes una de las anteriores?
Esta es una pregunta tan personal que nos es difícil dar algo más objetivo. A lo largo de este análisis de la Mi Band 5 hemos ido desgranando las funciones de la pulsera de Xiaomi, para qué vale, para qué no sirve, hemos hablado de su precisión y de temas más objetivos como la batería, la fluidez, los modos deportivos y su uso como smartbrand.
Si no tenéis una pulsera deportiva, la mi Band 5 es un gran dispositivo. Es preciso, la batería no os va a dejar tirados, tiene un universo de correas compatibles, es bonita, ni te enteras de que la llevas, es personalizable y, además, nos da la hora y es sumergible. Por unos 34 euros, ni os lo penséis.
Ahora bien, si tenéis una Mi Band anterior… depende de cuál tengáis. De la Mi Band 3 a la Mi Band 5, por ejemplo, sí vais a ver un salto. La pantalla es más grande y a color, tiene una muchísima mejor gestión de las aplicaciones, mide más deportes, tiene modo natación y la conexión con el móvil es más estable. Además, es más precisa a la hora de medir los deportes y, sobre todo, ofrece medición continua del ritmo cardíaco.
Ahora bien, si tenéis una Mi Band 4…la cosa cambia y el salto no está tan justificado porque es un ‘saltito’. ¿Qué mejora en la Mi Band 5 respecto a la Mi Band 4? La forma de cargar la batería, es algo más precisa en algunos deportes, tiene más deportes, me gusta el modo ‘Yoga’ y relax de la Mi Band 5, las notificaciones están más pulidas y me da la sensación de que la monitorización de sueño es más fiable.
Sin embargo, si la queréis solo para contar pasos y registrar las rutas con el GPS del móvil, así como entrenamientos del gimnasio sin hacer demasiado caso a las estadísticas, puede que no necesitéis cambiar.
Soy de los que tiene el último modelo de Mi Band desde el día uno (y en estas ocasiones, pagadas a tocateja con nuestro dinero) y no me arrepiento porque realmente le doy mucho uso, pero el enemigo lo tiene en casa y la Mi Band 4 por unos 25 euros sigue siendo muy, muy recomendable.
¿Es mejor la Mi Band 5? Sí, evidentemente, y la precisión a la hora de medir parámetros como el ritmo cardíaco mejora bastante, pero la Mi Band 4 sigue siendo muy, muy competente.