Los astrónomos han dado con un planeta muy interesante, un mundo congelado y desértico, pero con un gran potencial. Ceres podría esconder un mar debajo de su superficie lo que implicaría que pueda ser habitado.
Ceres es un planeta enano que ha llamado la atención de la comunidad científica. La NASA mandó a la sonda espacial Dawn para explorar la superficie del astro, lo que ha descubierto en su interior es un océano que nos indica que podía haber tenido vida en algún momento.
Entre Marte y Júpiter este planeta ha estado en la mente de los investigadores durante años, pero ahora tenemos nuevos datos sobre él. Gracias a la exploración de Dwan sabemos qué se esconde tras esa superficie y sus cráteres como Occator.
La revista Nature recoge una serie de estudios sobre Ceres en los que se explica cómo han encontrado presencia de líquido en el interior del planeta abriendo la posibilidad de estar ante un astro habitable en el pasado. Pero esto no es lo más intrigante de Ceres, este pequeño planeta, tiene actividad geológica.
En la base del cráter Occator se conocían depósitos compuestos por sales. Su brillo delataba a estos depósitos en las imágenes, aunque su origen y composición era una incógnita. Ahora sabemos que se trata de hidrohalita, un tipo de sal o cloruro sódico hidratado que es común en el hielo marino, pero que hasta ahora no habíamos visto fuera de la Tierra.
La hidrohalita se forma cuando existe agua líquida y actividad hidrotermal por lo que los investigadores han determinado que en el planeta existen depósitos de salmuera actualmente. El compuesto de hidrohalita, además, tendría menos de 100 años.
La exploración de Ceres, por tanto, abre la posibilidad de encontrar un océano oculto que no estuviese del todo congelado. Esta revelación tendría también relación con Europa, la luna de Jupiter, que la NASA considera que es una de las candidatas más fuertes para tener agua líquida porque se ha encontrado vapor de agua en ella. Aún queda mucho por conocer de Ceser y su pasado.