¿Existe la suerte del principiante? Todo parece indicar que sí, al menos así lo demuestra está curiosa historia ¿Te imaginas que la primera vez que usas tu nuevo detector de metales encuentras una reliquia de más de 300 años?
La mayoría de los niños de 10 años piden para su décimo cumpleaños cosas como balones de fútbol, consolas, e incluso un teléfono móvil. Pero Fionntan Hughes solo quería una cosa: un detector de metales. Salió a probarlo en el día de su cumpleaños y en su primera caza del tesoro encontró… una espada de hace más de 300 años.
Según cuenta su padre a la BBC, lo de este niño de 10 años es una vocación que nació cuando apenas tenía uso de razón. Desde muy pequeño le gustaba buscar tesoros, así que llevaba años usando un detector barato que su padre reconoce que no era más que «un juguete«. Para su décimo cumpleaños ya le consideraron suficiente mayor para regalarle un detector de metales profesional.
Entusiasmado por el regalo, Fionntan Hughes, su primo y su padre salieron a probarlo el mismo día del cumpleaños por los alrededores de la casa, en Ulster (Irlanda del Norte). Los primeros dos pitidos fueron un par de baratijas metálicas, pero al tercer intento, y tras cavar durante unos 30 centímetros escontraron… una espada con siglos de antigüedad.
La espada está partida por la mitad y muy deteriorada por el óxido, pero aún se ve que el mango está profusamente decorado, por lo que no es una espada corriente. Probablemente perteneció a un oficial. Ya está en manos del Museo Nacional de Irlanda del Norte, que tardará un tiempo en identificarla, ya que está muy deteriorada.
Según Philip Spooner, un anticuario que lleva 30 años trabajando con espadas antiguas, por las fotos cree que se trata de la espada de un oficial inglés que fue fabricada entre 1720 y 1780, o bien la de un soldado escocés con una fecha menos precisa, entre 1700 y 1850.
Los hermanos Mark y David Hawkins, otros expertos anticuarios, opinan que por su particular diseño podría ser mucho más antigua, y la datan entre 1610 y 1640.
Sin duda un hallazgo muy notable, más aún durante una primera búsqueda, casi sin salir de casa. El padre de Fionntan Hughes asegura que es «la suerte del principiante«, pero el niño espera que solo sea el primero de otros muchos tesoros con los que lleva soñando desde que tiene uso de razón.