Internet Explorer dejará de recibir soporte el 17 de agosto de 2021 y se pondrá fin a un navegador que nos ha acompañado durante más de 25 años, el símbolo -para lo bueno y malo- de una época.
A estas alturas ya no sorprenderá a nadie, pero toca anunciar la despedida de Internet Explorer. Entre los distintos avisos que ha realizado en las últimas horas Microsoft a través del blog de Microsoft 365 se ha anunciado el fin de la vida útil de su navegador de toda la vida, que había sido sustituido hace tiempo por Microsoft Edge. Lanzado el 16 de agosto de 1995, dejará de tener soporte el 17 de agosto de 2021.
Parece que con el funcionamiento basado en Chromium Microsoft Edge ha logrado convertirse en una opción a tomar en cuenta por los usuarios y el navegador principal para Windows 10, así que tanto Internet Explorer como Microsoft Edge Legacy dejarán de tener soporte en 2021.
El uso de Internet Explorer a día de hoy es prácticamente residual, pero su historia ha sido larga y llena de polémicas desde finales de los 90 y el enfrentamiento que tuvo Netscape, mucho antes de que llegasen Firefox o Chrome.
Fue protagonista de uno de los momentos clave en el desarrollo de internet, un punto en el que se marcó cómo sería la red, cuando desde Microsoft se decidió que Internet Explorer sería parte indivisible de Windows. Este movimiento que surgió con la idea de imponer su uso llevó a la empresa a juicio por un movimiento claramente monopolístico.
Pero el camino de Internet Explorer ha estado lleno de problemas. Los fallos de seguridad han sido constantes y ha acabado por ser protagonista de innumerables memes debido a su deficiente velocidad. Tanto es así que alternativas que partían de posiciones comerciales peores se han impuesto y hace tiempo que lo relegaron a un apartado lugar entre los usuarios.
Cuando el año que viene deje de tener soporte apenas supondrá una diferencia para los usuarios de Windows 10. Oculto entre los menús, hay que buscarlo para poder utilizarlo y es el potente Microsoft Edge la opción que predomina en este momento dentro del sistema. Claro que esto no significa que deje de estar disponible si alguien quiere utilizarlo, solo que dejará de actualizarse en cualquier aspecto que no tenga que ver con la seguridad, hasta que Microsoft pase a no incluirlo en Windows.
En todo caso, esto ocurrirá tras 26 años y una vida larga en la que ha pasado desde las primeras conexiones a paupérrima velocidad hasta nuestro presente, y lo que vendrá en el próximo año. Para lo bueno y lo malo, ha sido mucho tiempo juntos.