Estamos a finales de agosto y, como es tradición los últimos años, ya tenemos el nuevo buque insignia de Samsung para la familia Note. La compañía surcoreana es la que abre el telón del lanzamiento de móviles premium de la segunda mitad de año, y lo ha vuelto a hacer lanzando un dispositivo enorme en todos los sentidos.
Ya están aquí los nuevos Samsung Galaxy Note 20 y Note 20 Ultra 5G, dos móviles que están más enfocados a un usuario que necesite pantallas grandes y vaya a sacar partido al S-Pen, pero dos terminales que al mismo tiempo este año son bastante diferentes. La gama Note, hasta la llegada de los Note 10, se había caracterizado por contar con un modelo anual. Del Note 10 llegaron tres versiones (los dos de agosto de 2019 y el posterior lanzamiento del Note 10 Lite), y ahora tenemos dos versiones del Note 20. El que nosotros hemos probado es el de más alta gama, el Note 20 Ultra 5G.
La «normal» cuesta 949 euros y, si atendemos a las características, se nos antoja un precio bastante elevado para lo que lleva dentro. El otro es el Note 20 Ultra 5G que tenemos para analizar, un móvil que parte de unos 1.299 euros, que sigue siendo muchísimo, pero que está más justificado.
Galaxy Note 20 Ultra 5G | Galaxy Note 20 | |
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Pantalla | 6,9″ | Panel Dynamic SuperAMOLED | Relación de aspecto 19,3:9 | Resolución WQHD+ de 3.088 x 1.440 píxeles | Modos a 60 Hz y 120 Hz | Lector de huellas ultrasónico | Bordes curvados | 6,7″ | Panel Dynamic SuperAMOLED | Relación de aspecto 20:9 | Resolución FullHD+ de 2.400 x 1.080 píxeles | Refresco de 60 Hz | Lector de huella ultrasónico | Bordes planos |
Procesador | Exynos 990 | |
Memoria RAM | 8 GB / 12 GB en la versión 5G LPDDR5 | 8 GB LPDDR5 |
Almacenamiento | 256 / 512 GB UFS 3.0 | Ampliable mediante microSD | 256 GB UFS 3.0 |
Cámaras principales | Principal de 108 Mpx | Dual Pixel | OIS | Apertura f/1.8 | Pixel de 0,8 μm // Teleobjetivo de 12 Mpx | OIS | f/3.0 | Pixel de 1 μm | Zoom óptico 5x // Gran angular de 12 Mpx | f/2.2 | Pixel de 1,4 μm | Principal de 12 Mpx | Dual Pixel | OIS | f/1.8 | Pixel de 1,8 μm // Teleobjetivo de 64 Mpx | OIS | f/2.0 | Pixel de 0,8 μm | Zoom híbrido de 3x // Gran angular de 12 Mpx | f/2.2 | Pixel de 1,4 μm |
Cámara frontal | 10 Mpx Dual Pixel | Apertura de f/2.2 | Pixel de 1,22 μm | |
Batería | 4.500 mAh | Carga de 25 W | Carga inalámbrica de 15 W | Carga inversa de 4,5 W | 4.300 mAh | Carga de 25 W | Carga inalámbrica de 15 W | Carga inversa de 4,5 W |
Sistema | Android 10 + OneUI 2.0 | |
Dimensiones y peso | 164,8 x 77,2 x 8,1 mm | 208 gramos | 161,6 x 75,2 x 8,3 mm | 192 gramos |
Protección | IP68 | |
Precio | 1.299 euros | 949 euros |
Y es que, el modelo estándar se deja por el camino la pantalla QHD+, la frecuencia de hasta 120 Hz, el zoom 5x óptico, la cámara de 108 megapíxeles, el chip UWB, el renovado S-Pen y la versión de 12 GB de RAM.
Dicho esto, vamos con nuestro análisis del Samsung Galaxy Note 20 Ultra tras dos semanas de uso como móvil principal. Os adelantamos que es enorme y no es para todo el mundo, pero cuando cambias a otro terminal echas de menos esta fabulosa pantalla, la sensación de tener un móvil de otra categoría entre manos… y hasta el S-Pen.
Análisis del Samsung Galaxy Note 20 Ultra por apartados:
Un diseño que llama la atención tanto por la pantalla como por el módulo de cámara
En cuanto abres la caja, te das cuenta de que estás ante un móvil especial. El enorme frontal negro es lo primero que ves y en cuanto quitas el plástico protector y notas el tacto de la parte trasera agradeces que, al menos este modelo «Mystic Bronze», tenga trasera mate.
Hay tres colores para estos Note 20 Ultra, el Mystic White y el Mystic Black que sí, son elegantes, pero el acabado es cristal brillante sin textura (que, como ya sabéis, es un imán para las huellas) y el Mystic Bronze que es, en mi opinión, bastante más elegante y sobre todo más agradable gracias al acabado mate del cristal.
Este tacto es muy premium, no se le nota nada las huellas y ya nos encantó en móviles como el iPhone 11 Pro, el OnePlus 8 Pro o el Xiaomi Mi 10 Pro. Además, aunque esto es subjetivo, la paleta de colores y acabados dan la sensación de ser más premium que en la de los Galaxy S20.
En la caja tenemos el cargador de 25 W, un cable USB Tipo-C a Tipo-C y unos cascos de AKG de los que os hablaremos más adelante y que tienen conector USB Tipo-C. Claro, el Note 20 Ultra no tiene espacio para un jack de 3,5 mm… y no es sarcasmo, ya que con lo que ocupa el S-Pen entendemos que no entre un jack de 3,5 mm en este modelo.
Ya que estamos, el S-Pen y los botones de sonido han cambiado de posición. Ahora, el depósito del S-Pen que protege y carga el lápiz se encuentra en la parte inferior izquierda y los botones de subir(bajar volumen pasan a la derecha, justo encima del botón del bloqueo. No, no tenemos botón para Bixby como sí tenían los S20.
En la parte inferior tenemos el altavoz al lado del S-Pen en una posición que podemos tapar fácilmente al jugar o ver contenido con el móvil en horizontal, un puerto USB Tipo-C en una posición simétrica y un micrófono.
En el marco superior tenemos la ranura para la SIM y soporte para microSD, así como otro micrófono. Tanto la parte superior como la inferior son planas y podríamos poner el móvil en vertical con algo de paciencia (y con el móvil haciendo equilibrio) y las esquinas están acabadas en unos ángulos que pueden ser molestos en manos más grandes, pero en mi caso no he tenido problemas ni se han clavado en la palma de la mano.
El borde es de aluminio brillante y hay un marco en los laterales que divide la pantalla (con una ligera curvatura) y la parte trasera de cristal texturizado. En el frontal no hay mucho que contar, ya que casi todo es pantalla (el 91,7% para ser exactos) y los bordes son de cuatro milímetros en el inferior contando el frame de aluminio, tres milímetros en la parte superior en el que tenemos sensores y un auricular de llamadas que funciona como altavoz estéreo y unos marcos de apenas milímetro y medio en los laterales.
El orificio para la cámara frontal se encuentra en una posición central y el radio es de solo 3 milímetros (aprende, Google…), Es un frontal que da gustito mirar porque la sensación de tener un móvil en el que todo es pantalla está más cerca que nunca.
Ahora bien, en la parte trasera tenemos el mencionado acabado de cristal mate, el logo de Samsung con relieve en la parte inferior y un módulo de cámara que no pasa desapercibido. Es enorme, pero enorme no solo por sus dimensiones de 4,5 cm x 2,9 cm sino por su grosor de casi tres milímetros).
Sobresale muchísimo y cuando estamos escribiendo con el S-Pen con el móvil sobre una mesa, por ejemplo, este se tambalea. Eso sí, aunque es muy grande y ancho, también da la sensación de ser más premium que el del S20 Ultra, que no era precisamente pequeño.
Esto lo consigue gracias a un marco de aluminio brillante muy elegante que se funde a la perfección con la trasera de cristal y a un casi inapreciable desnivel entre el marco y la pantalla que protege la pantalla ante los arañazos que puede llevarse si apoyamos el móvil en una mesa.
Es uno de esos móviles que llaman la atención y el color elegido me parece muy bonito, pero es cierto que en el día a día es complicado. Viniendo del pequeñísimo Pixel 4a, llevar el Note 20 Ultra por la calle con sus más de 16 centímetros de altura y sus 208 gramos de peso es… difícil.
Samsung no incluye una funda en la caja para proteger el dispositivo ante las caídas y aunque lo cierto es que el tacto es excepcional, tener un móvil de 1.500 euros (es el modelo con 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento) desprotegido es un salto de fe.
La pantalla incluye una lámina de plástico protector que no añade grosor, pero que se nota cuando navegamos con gestos al ‘tirar’ de los laterales de las aplicaciones.
La última tecnología en pantallas de Samsung al servicio de la productividad y la diversión
Apagado, el Note 20 Ultra ya acapara miradas en cafeterías cuando lo dejas sobre la mesa, pero cuando enciendes las pantallas notas que hay algún ojo de más mirando. Es algo que me ha ocurrido en un par de ocasiones estos días y que no me extraña si tenemos en cuenta que yo mismo, tras dos semanas, sigo sorprendiéndome cuando activo la pantalla.
Estamos hablando de un panel de 6.9″ que crece un poco respecto al modelo 10+ del año pasado y que aumenta la resolución y la tasa de refresco. La resolución máxima es de 3.088 x 1.440 píxeles -QHD+- con una tasa de refresco de 60 Hz, aunque también podemos configurar una tasa adaptativa hasta 120 Hz a resolución FullHD+ (que se queda en 2.316 x 1.080 píxeles).
No es posible utilizar el máximo refresco con la máxima resolución, algo que sí permite el OnePlus 8 Pro, por ejemplo, debido a cuestiones de autonomía. Como veremos más adelante, el Note 20 Ultra no va sobrado de batería y utilizar QHD+ con 120 Hz sería condenar el terminal a una carga a media tarde para poder llegar al final del día, pero ya llegaremos a ese apartado.
El panel es Infinity-O Dynamic AMOLED 2X, un panel AMOLED de Samsung que vuelve a ser, otro año más, una de las mejores pantallas que vamos a tener en 2020. El contraste, la densidad de píxeles en el modo de más resolución (496 ppp), el calibrado del panel, los colores que muestra, la precisión de la respuesta… es uno de los mejores paneles que he podido disfrutar este año. y tiene una ligera curvatura.
Hay dos modos de imagen (intenso y natural) que podemos configurar toqueteando los valores RGB, así como un modo de mejora de vídeo que funciona con aplicaciones optimizadas para ello (YouTube, Netflix, Prime Video…).
Para jugar, es un móvil espectacular, así como para disfrutar de vídeos, para la edición de fotos y para cualquier tarea que hagamos en el día a día con el móvil, desde las más liviana y común como hacer scroll en Twitter hasta el mencionado retoque fotográfico.
El brillo es adecuado tanto en interior como en exterior, con un modo de altas luces que es recomendable activar cuando estamos por la calle y que consume más batería, sí, pero que lleva al panel a brillar incluso a plena luz solar. En todas las situaciones, el panel se ve de maravilla y evita bastante bien los reflejos. Esto puede deberse a Gorilla Glass 7 -el Note 20 es el primer móvil con esta nueva protección- o a una capa que da una especie de efecto mate que hace que en algunas situaciones lo que hay en pantalla parezca una postal impresa en papel fotográfico.
Ahora bien, vamos a explicar el término que mencionamos antes, el de la frecuencia adaptable. Si ponemos el móvil a 60 Hz vamos a tener una experiencia estándar, pero 2020 ers el año de las altas tasas de refresco y teniendo una velocidad de hasta 120 Hz… vale la pena activarla.
He de decir que he tenido el modo QHD+ para las pruebas de batería, pero para el uso en el día a día prefiero la resolución FullHD+ con el refresco adaptable. Prefiero ese extra de fluidez a más resolución que en estas pantallas no es algo tan dramático como en un monitor o televisor. Vaya, que a FullHD+ no vais a ver los píxeles.
En los S20 teníamos los 60 Hz o 120 Hz. Cuando poníamos la pantalla a 120 Hz, siempre, en todo momento, el panel tenía ese refresco. Era algo que agotaba la batería, como os contamos en el análisis del S20+. En esta ocasión, Samsung ha optado por una solución más inteligente.
Como no todas las apps van a 120 Hz aunque tengamos ese valor, ya que están programadas muchas de ellas para ir a 60 Hz (incluso algunas a 30 Hz), cuando tenemos los 120 Hz activados el panel sabe qué contenido estamos viendo y adapta el refresco.
Es decir, es un refresco de hasta 120 Hz y si Twitter está programado para ir a 120 Hz, irá a esa tasa, pero si un juego va a 60 Hz, el panel baja la tasa de refresco para adaptarse a los 60 Hz. Esto tiene ventajas teóricas en el consumo de batería, pero también en el rendimiento y el calentamiento. Si no es necesario renderizar 120 Hz, no hace falta hacerlo, por lo que el SoC sufre menos al reproducir ese contenido.
Ese refresco también va a 1 Hz cuando estamos, por ejemplo, con el modo Always-on Display. Este modo de pantalla siempre encendida es bastante personalizable en esta ocasión y tiene ese refresco de 1 Hz por segundo debido a que, realmente, no está mostrando imágenes en movimiento.
En definitiva, da gusto consumir contenido de vídeo en esta pantalla, pero para videojuegos también es un panel espectacular tanto para contenidos nativos como los juegos de Android como para servicios como Stadia –análisis del servicio de Google– o xCloud -y aquí nuestro análisis del juego por streaming de Microsoft-.
Sobre el desbloqueo, Samsung vuelve con su sensor ultrasónico que responde con la pantalla apagada y que no necesita iluminar la yema del dedo para ‘verla’, por lo que no nos cegará de noche en la cama. Funciona de manera precisa (aunque nos ha dado algunos fallos en ocasiones y hemos tenido que intentarlo dos veces) y correcta, pero seguimos notando que el desbloqueo no es lo rápido que debería. Esto puede deberse a la animación. Además, tienes que presionar en un punto muy concreto del panel.
SoC Exynos 990 y 12 GB de RAM que pueden con todo, aunque seguimos echando de menos los Snapdragon en Europa
Y para alimentar ese espectacular panel, tenemos el SoC de Samsung. No vamos a lamentar, otra vez, que no tendamos el Snapdragon 865+ en el Note 20 Ultra porque es una historia que no tiene sentido. En potencia, el Exynos no tiene demasiado que envidiar al chip de Qualcomm, pero en consumo es otra historia y por eso preferimos los chips de Qualcomm en los Samsung topes de gama, pero bueno, se han gastado millones en I+D para crear su SoC… y es lo que toca.
Tenemos el Exynos 990, un SoC formado por un procesador de ocho núcleos (dos a 2,73 GHz, dos a 2,50 GHz y cuatro a 2,0 GHz) y la GPU Mali G77 MP11. Esto está acompañado por 8 o 12 GB de memoria LPDDR5, 12 GB en el modelo analizado.
A continuación os dejamos una tabla de rendimiento del Note 20 Ultra comparado con algunos de los móviles más potentes del año:
Benchmarks | Galaxy Note 20 Ultra | Sony Xperia 1 II | Huawei P40 Pro+ | Huawei P40 Pro | Oppo Find X2 Pro | Galaxy S20 Ultra |
---|---|---|---|---|---|---|
Procesador | Exynos 990 | Snapdragon 865 | Kirin 990 5G | Kirin 990 5G | SD 865 | Exynos 990 |
GeekBench 4 Single | 2.913 | 3.665 | 3.917 | 3.955 | 4.290 | 5.024 |
GeekBench 4 Multi | 12.045 | 11.776 | 12.723 | 12.945 | 13.205 | 11.966 |
GeekBench 5 Single | 582 | 757 | 779 | 779 | 905 | 926 |
GeekBench 5 Multi | 2.729 | 2.909 | 3.199 | 3.220 | 3.315 | 2.818 |
Antutu 8 | 504.150 | 536.670 | 532.550 | 504.114 | 598.629 | 519.317 |
PCMark | 10.601 | 10.178 | 11.605 | 10.434 | 11.389 | 10.772 |
3D Mark OpenGL | 6.490 | – | – | – | 7.306 | 6.875 |
3D Mark Vulkan | 5.175 | – | – | – | 6.643 | 6.480 |
Como decimos siempre, estos números están bien para comparar dispositivos, pero lo importante es la combinación hardware + software para tener la mejor experiencia posible, y la verdad es que da gusto usar el Note 20 en el día a día.
No nos hemos sentido limitados en ningún momento gracias a una multitarea que vuela, un poder de CPU y GPU que puede con cualquier juego en su máxima configuración gráfica y un uso de aplicaciones pesadas como Photoshop Express editando archivos RAW que permite un flujo de trabajo muy fluido.
Es un auténtico gustazo utilizar el Note 20 Ultra y con DeX, del que ahora hablaremos, se porta estupendamente, permitiendo contar con un «»portátil»», entre muchas comillas, Android dentro del móvil.
Parte del mérito de la fluidez en todo momento es de la memoria UFS 3.1. Samsung ha metido las últimas tecnologías en este terminal y esta memoria no es más rápida que la 3.0, pero sí tiene menos latencia y consume algo menos.
Os dejamos una tabla para que veáis la velocidad:
Samsung Galaxy Note 20 Ultra | Sony Xperia 1 II | Huawei P40 Pro+ | Huawei P40 Pro | Xiaomi Mi 10 Pro | Samsung Galaxy S20 Ultra | |
---|---|---|---|---|---|---|
Tipo de memoria | UFS 3.1 + LPDDR5 | UFS 3.0 | UFS 3.0 + LPDDR4X | UFS 3.0 + LPDDR4X | UFS 3.0 + LPDDR5 | UFS 3.0 + LPDDR5 |
Escritura secuencial | 276,02 MB/s | 298,39 MB/s | 621,16 MB/s | 349,10 MB/s | 488,26 MB/s | 197,37 MB/s |
Lectura secuencial | 756,83 MB/s | 1,16 GB/s | 1,61 GB/s | 1,70 GB/s | 1,02 GB/s | 710 MB/s |
Escritura aleatoria | 21,25 MB/s | 33,36 MB/s | 42,31 MB/s | 45,34 MB/s | 32,15 MB/s | 19,72 MB/s |
Lectura aleatoria | 14,28 MB/s | 19,34 MB/s | 26,20 MB/s | 23,06 MB/s | 20,20 MB/s | 15,31 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 6.78 GB/s | 10,30 GB/s | 6,09 GB/s | 6,14 GB/s | 10,39 GB/s | 10,83 GB/s |
Como se pude observar, los Samsung Galaxy con memoria UFS 3.0/3.1 no son los más rápidos, pero la latencia es muy baja y, como decimos, no hay problema alguno a la hora de trabajar con datos pesados.
¡Ah! Algo importante es que el móvil no se calienta prácticamente nada. El año pasado, en el análisis del Note 10+, nos quejamos de sobrecalentamiento. El sistema de disipación y los 7 nm del SoC hacen bien su trabajo.
Android 10 y OneUI 2.0 que da sentido al S-Pen y a la multitarea
En el sistema, como en el SoC, tampoco hay sorpresas. Tenemos Android 10, lo que significa que contamos con las últimas actualizaciones de seguridad de Google, con la capa OneUI 2.0 por encima.
Se trata de la capa de Samsung que los surcoreanos introdujeron a comienzos del año pasado para simplificar la experiencia… y lo cierto es que poco a poco se parece más a aquello que querían dejar atrás, pero bueno, funciona de manera muy fluida y, sinceramente, como usuario de Android me siento muy cómodo en OneUI.
Las opciones están donde deben, hay bastantes submenús, pero todos los que tienen que ver con el rendimiento o la pantalla están donde deben… y aunque recientemente he probado capas como MIUI, EMUI, la de Oppo o la de OnePlus, volver a OneUI 2.0 no se me hace complicado.
Estamos ante una capa muy personalizable que nos deja toquetear bastantes parámetros de la pantalla (ya hemos comentado esta parte) como del diseño de sistema y lo cierto es que el rendimiento es excepcional. La gestión de la multitarea es buena, puede parecer una tontería, pero me gusta poder cambiar el color de las carpetas, me gustan las notificaciones que se pueden poner como ventanas y no a pantalla completa y tenemos cajón de aplicaciones.
Hay cosas que no me gustan (como no tener Google Discover) y otras que cambiaría, como que al tirar de la pantalla principal accedamos a la barra de notificaciones y no al cajón de aplicaciones, pero en general, la capa es muy sólida y nos ofrece muchísimas opciones de configuración del móvil en el apartado de herramientas en la barra de notificaciones para, así, no tener que navegar por menús.
Ahora bien, hay algunas cosas de la capa OneUI que tienen más sentido que nunca en el Note 20 Ultra. La barra Edge, por ejemplo. Es una barra lateral heredada de los Galaxy Edge que se ha ido abriendo hueco en toda la línea top de Samsung y que nos permite colocar accesos directos y herramientas para tener a mano.
Es algo que estaba en el S20, pero que no utilicé demasiado y que ahora, sin embargo, sí he usado mucho con el S-Pen. Permite acceder a nuestras apps favoritas de manera sencilla y se lleva genial con el lápiz del Note 20. Y claro, además de esta barra, también tenemos el menú específico del S-Pen que, este año, tiene mucho que decir.
Nuevos S-Pen y DeX que no son una revolución, pero sí una mejora de lo que había
Y hablando del S-Pen, vamos con el elemento que da ‘sentido’ a los Note. En la presentación del iPhone, Steve Jobs hizo la pregunta retórica de «quién quiere un stylus». En aquel entonces los móviels táctiles iban con ‘lapicerito’, pero eso se dejó de lado con la llegada de las pantallas capacitivas y su mejor respuesta y mayor precisión.
Poco a poco, algunas empresas han recuperado la idea del lápiz tanto para tablets como para móviles y Samsung y Apple son las que mejor trabajan en este dispositivo accesorio. El S-Pen del Note 20 Ultra nos permite dibujar, escribir y controlar el dispositivo como si fuera nuestro dedo, pero en este modelo el S-Pen se ha renovado.
Mientras que en la generación pasada y en el Note 20 estándar tenemos un S-Pen que cuenta con una latencia de 23 milisegundos, en el Note 20 Ultra tenemos un nuevo S-Pen con un retardo de 9 milisegundos. Samsung nos dijo en la presentación que es como escribir en papel y, aunque sin venirnos tan arriba, lo cierto es que hay una mejora.
Es prácticamente imperceptible si no tenemos los dos dispositivos uno junto a otro, pero al final esto se traduce en unos trazos más naturales y precisos en el Note 20 Ultra… si estáis con el dispositivo bien apoyado en una superficie. Y es que, se escribe muy bien, sí, pero para tomar notas sobre una superficie no va del foto fino debido a que el módulo de cámara hace que el móvil baile constantemente.
Además de controlar el móvil con el puntero, tenemos la opción de registrar y editar diferentes controles por movimiento. El año pasado ya se nos permitía controlar, por ejemplo, el obturador de la cámara de forma remota, pero ahora podemos editar los gestos que realizamos moviendo el stylus a la vez que presionamos el botón lateral que tiene. De este modo podemos, por ejemplo, realizar una presentación con el móvil conectado a un proyector y controlar las diapositivas con el S-Pen sin tocar el móvil.
Las aplicaciones de la suite de OneUI están muy bien adaptadas al S-Pen y tenemos apps de dibujo, escritura en pantalla, un reconocimiento de texto que funciona muy bien y una app de notas que nos permite grabar a la vez que tomamos apuntes… y que a la hora de reproducir el audio, si tocamos en una línea de los apuntes nos lleva al fragmento exacto de audio en el que tomamos la nota.
Es un dispositivo hecho para un entorno, sobre todo, profesional, pero me he sorprendido usando el pen para controlar el Note 20 al estar en casa, ya que es muy preciso y cómodo.
La otra novedad es DeX inalámbrico. DeX es un modo que llega instalado en los últimos Samsung de alta gama y nos permite, conectando un HDMI y un teclado, convertir nuestro móvil en un ordenador con Android. Esto lleva varias generaciones entre nosotros, pero primero necesitábamos un dock, luego conectarlo a una pantalla por HDMI… y ahora no necesitamos ni cables si tenemos una pantalla compatible con Miracast.
Si conectamos un puerto HDMI a un monitor/TV, el móvil lo reconoce y entra en modo DeX. Podemos usar el teléfono de forma independiente como siempre, pero también lo podemos convertir en un touchpad multigestos muy preciso.
Si tenemos un televisor con Miracast de LG, Samsung, Sony o el Fire TV (curiosamente, no funciona con Chromecast de serie) podemos hacer lo mismo, pero sin cables. Todo funciona de manera estupenda sin retardo alguno y es comodísimo ir al salón, por ejemplo, conectar el móvil al televisor y disfrutar de apps como xCloud o Stadia sin un Chromecast Ultra… pero también de las apps del móvil o de apps de trabajo como Docs o IA Writter conectando un teclado Bluetooth.
Sí, varios terminales de alta gama (Huawei, por ejemplo) permiten tener este escritorio de sobremesa, pero que sea inalámbrico es un plus. ¿Es un motivo de compra? Posiblemente no, pero está ahí, funciona y lo cierto es que el Exynos puede con este modo dual sin problemas. Eso sí, en modo DeX inalámbrico, el móvil se calienta un poco. Hay que tener en cuenta que está corriendo dos versiones del sistema operativo que funcionan de manera independiente, está tirando de Bluetooth para el teclado y el ratón y, además, de la red para conectarse al televisor.
Las cámaras son más coherentes que las del S20 Ultra y con una grabación de vídeo espectacular
DeX y el S-Pen puede que no sean los motivos principales de compra de un teléfono, pero las cámaras, definitivamente, sí lo son. Si miramos especificaciones, parece que Samsung ha cogido las cámaras del S20 Ultra y las ha colocado en el Note 20 Ultra, pero hay algunas diferencias tanto en hardware como en software.
El apartado del S20 Ultra era el todo por el todo. 108 megapíxeles, vídeo 8K, zoom digital 100x que era impracticable… y aquí han dado un pasito atrás. Sí, seguimos teniendo una cámara de 108 megapíxeles y posibilidad de grabar a 8K, pero el zoom se queda en unos más utilizables 50x (ahora os mostramos en la práctica qué tal) y en mejoras de software para el modo vídeo que son muy interesantes.
Si empezamos por el hardware, contamos con una cámara menos que en el S20 Ultra. El sensor ToF de 0,3 megapíxeles es sustituido por un sensor láser para el enfoque que funciona como un rayo. Es, de largo, el sistema de enfoque más rápido que he probado en un móvil. Es algo que se nota en las fotografías, pero también en el vídeo incluso a 8K (aunque donde más brilla es en 4K/1.080p).
Los megapíxeles de las cámaras, tanto traseras como frontal, también cambian. Os dejamos una tabla con los detalles de estos sensores:
NOTE 20 ULTRA | Megapíxeles | Apertura | Estabilzación | Tamaño del píxel |
---|---|---|---|---|
Principal | 108 Mpx | f/1.8 | OIS | 0,8 μm |
Telefoto 5x óptico | 12 Mpx | f/3.0 | OIS | 1 μm |
Gran angular | 12 Mpx | f/2.2 | – | 1,4 μm |
––– | ||||
S20 ULTRA | ||||
Principal | 108 Mpx | f/1.8 | OIS | 0,8 μm |
Telefoto 4x optico | 48 Mpx | f/3.5 | OIS | 0,8 μm |
Gran angular | 12 Mpx | f/2.2 | – | 1,4 μm |
ToF | 0,3 Mpx | f/1.0 | – | – |
––– | ||||
Frontal Note 20 Ultra | 10 Mpx | f/2.2 | – | 1,22 μm |
Frontal S20 Ultra | 40 Mpx | f/2.2 | – | 0,7 μm |
Sobre el software, poco que decir, ya que es el mismo que hemos tenido en los Samsung tope de gama de este año. Se trata de una aplicación que pone muchas opciones al alcance de la mano sin tener que navegar por menús, que nos deja elegir varios formatos de disparo con un solo toque, que cuenta con los modos más utilizados en un carrusel en la pantalla principal y el modo captura única que crea varias imágenes, vídeos y GIF artísticos para que elijamos la toma que más nos guste.
Dicho esto, vamos con los ejemplos. Normalmente, cuando un móvil tiene varios sensores nos gusta hablar detenidamente de cada uno por separado. Sin embargo, hay casos en los que esto no tiene mucho sentido. Son esos casos en los que hay una clara coherencia entre los diferentes sensores y lo único que cambia, prácticamente, es el angular.
Por eso, vamos a ‘soltar’ fotografías de los tres sensores haciendo una descripción general… pero diferenciando entre interior y exterior. Y es que, en exterior los tres sensores del Note 20 Ultra brillan con luz propia. En interior la cosa cambia.
Cuando estamos al aire libre, da igual las condiciones de luz, tenemos un sensor principal que se porta de maravilla tanto en 108 megapíxeles como en 12 megapíxeles gracias a la técnica del pixel binning. El pixel binning lo que hace es unir virtualmente píxeles más pequeños para crear píxeles de mayor tamaño. Esto tiene beneficios a la hora de conseguir capturar más detalle en sombras y en interiores.
En otros móviles con 108 megapíxeles (como el Mi 10 Pro, que tiene el sensor de Samsung) se agrupan grupos de 2×2 píxeles que nos permiten disparar en 27 megapíxeles. Samsung, sin embargo, tiene una tecnología que agrupa píxeles 3×3, lo que nos da esos 12 megapíxeles resultantes con un tamaño de píxel de 2,4 µm en lugar de los 0,8 µm que tendríamos al tirar a resolución completa.
En un exterior, para fotografiar monumentos, el sensor a 108 megapíxeles va de maravilla, pero si queréis la máxima calidad óptica, mejor tirar a 12 Mpx.
Arriba a 108 Mpx. Abajo a 12 Mpx. Mejor rango dinámico y detalle de la sombra en la de abajo.
Este sensor principal está acompañado por un gran angular de 12 megapíxeles f2.2 y el telefoto óptico 5x de 12 Mpx f/3.0. Algo que me ha gustado mucho es la consistencia entre los tres sensores a nivel de detalle y color. El que sale ‘perdiendo’ en detalle es el gran angular, pero no es un caso tan flagrante como en otros terminales. El sensor principal arroja un detalle espectacular en todos los casos y el 5x óptico es impecable, con una buena nitidez, una buena representación de color (siempre teniendo en cuenta que Samsung los satura bastante) y buen detalle.
Gran angular
1x
5x
Gran angular
1x
5x
5x
Gran angular
1x
5x
Gran angular
1x
5x
1x
5x
Ahora bien, vamos con el zoom. Tenemos desde un 2x y 4x digital (beben de los 108 megapíxeles) hasta el 5x óptico, un 10x, 20x y 50x híbridos. Se alimentan de los megapíxeles, del telefoto y de la fotografía computacional, pero básicamente son aumentos digitales.
Os dejamos unos ejemplos y vamos a conclusiones (la primera de cada serie es 1X y la segunda el 5x óptico):
5x
Recorte de la foto de 108 Mpx
El 50x no es utilizable porque hay un exceso de ruido y pixelación que hace que la imagen parezca una acuarela más que una fotografía. Sin embargo, en el 20x la imagen sigue siendo bastante aprovechable. Con buenas condiciones de luz, el resultado es interesante.
En interior, la cosa cambia. Aquí vale la pena disparar a 12 Mpx para ganar algo más de detalle en las sombras, pero el resultado es algo pobre en el modo automático con elementos móviles (mascotas, niños…) aunque con objetos mantiene el nivel.
Recorte de la foto de 108 Mpx
Recorte de la foto de 108 Mpx
Recorte de la foto de 108 Mpx
En el modo automático de noche o en el modo noche, sin embargo, buenos resultados en cuanto a representación de la escena, pero puede que sea por el cristal que recubre las cámaras… hemos tenido problemas con las fuentes de luz que generan efectos extraños en las imágenes. Cuando no tenemos una farola delante, como en el detalle del torreón o en la heladería, el resultado es muy, muy bueno.
Gran angular
1x
5x modo automático
En retratos el Note 20 Ultra no se porta mal en lo que a desenfoque de fondo se refiere, pero puede que este sea algo agresivo. Menos mal que el software nos permite editarlo a posteriori.
Con la cámara frontal podemos hacer desenfoque de fondo y disparar tanto en modo zoom 2x o en angular de 26 mm para fotos grupales. El angular nativo es de 26 mm, por lo que es el que da mejores resultados.
Ahora bien, ¿qué pasa con el vídeo? Samsung es una de las compañías que mejor tratan el vídeo y el Note 20 Ultra es una auténtica bestia en este apartado. Os vamos a poner varios ejemplos, pero lo mejor que podemos deciros es que el análisis del Pixel 4a se grabó a 4K60 tanto en interiores como en exteriores… con el Note 20 Ultra.
Es un vídeo estabilizado que nos permite grabar a 8K24 como máximo. El enfoque es muy rápido y los resultados son espectaculares.
Los amantes de los modos manuales, por cierto, tenéis una app de vídeo manual en la que podéis controlar la fuente del sonido gracias tanto a los micrófonos internos como a micrófonos por cable o Bluetooth que conectéis, podéis controlar el enfoque de forma manual con focus peaking. el balance de blancos, la temperatura, la ISO, la velocidad de obturación… para lograr resultados personales y muy precisos.
Es un modo al que hay que echar tiempo y que nos parece más completo, incluso, que el de los Sony Xperia de alta gama. Como más me gusta definirlo es como un modo para fliparse y, definitivamente, si tenéis pasión por el vídeo este modo os va a encantar.
Armado hasta los dientes con NFC, Wi-Fi 6, 5G, chip UWB y dos altavoces muy potentes, pero mal colocados
Una de las mejores cosas que nos están dejando estos meses es que, por fin, parece que todos los fabricantes prestan atención al sonido. Han aprendido que contar con el volumen más alto no aporta nada si este chirría, por lo que muchos han bajado los decibelios de los altavoces y se han centrado en crear una gran experiencia sonora tanto en sistemas mono como en los estéreo.
El Note 20 Ultra, como tope de gama, cuenta con un sistema estéreo y es, sin duda, de los mejores del mercado. Los móviles gaming pueden presumir de volúmenes altos y definidos, pero lo que consigue el Note 20 Ultra está a otro nivel. No solo el sonido tiene pegada y un volumen considerable (suficiente para pegarnos una ducha solo con el sonido del móvil), sino que es cálido, no distorsiona en ninguna frecuencia y es muy personalizable.
Con cascos o sin ellos, podemos seleccionar el modo Dolby Atmos tanto en el sistema como en juegos, así como diferentes modos de ecualización tanto predefinidos como personalizables.
Además de disfrutar de la música, es una gozada jugar a videojuegos y ver series o vídeos de YouTube porque la experiencia audiovisual con este terminal (pantalla + hardware + sonido) es impecable. Os dejamos un ejemplo de los altavoces del Note 20 Ultra… y también podéis ver el vídeo que dejamos más arriba en una partida al Call of Duty Online para comprobar el sonido en un juego.
No tenemos jack de auriculares, algo que Samsung dio de lado hace un tiempo, pero en la caja vienen unos auriculares de AKG. No cuentan con cancelación activa de ruido, pero lo cierto es que aíslan bastante bien y los graves tienen mucha pegada. En los agudos falta definición, pero bueno, no está de más que se incluyan unos auriculares.
El Exynos 990 es un chip 5G y este modelo cuenta con dicha compatibilidad. No todos los Note 20 son 5G, pero los Ultra… sí. Además, cuenta con Bluetooth 5.1 que tiene una menor latencia y consumo, NFC para pagos móviles y emparejar dispositivos y un chip llamado UWB que promete intercambio de datos de manera muy rápida y sencilla entre dispositivos compatibles. No está mal, pero realmente es un chip similar al que tiene el iPhone 11 Pro y seguramente sea una de las características menos utilizadas del terminal de Apple.
Sobre la conectividad, tenemos la última tecnología inalámbrica. Hablando de conectividad, el terminal es dual SIM, por lo que podemos tener una tarjeta 4G y una 5G, dos 4G o una SIM y una microSD.
La batería es el punto flojo de un móvil premium casi perfecto
Hasta ahora, casi todo en la review del Note 20 Ultra era positivismo, emoción y cosas buenas. Hemos llegado al punto que menos nos entusiasma del terminal. Y es que, la batería vuelve a ser el punto flaco de este terminal.
Tenemos una batería de 4.500 mAh que, como ya nos imaginábamos tras la presentación del terminal, habría dado más juego si se fuera a los 5.000 mAh. Ya no estamos pidiendo 6.000 mAh como tienen algunos móviles (el ROG Phone 3, por ejemplo), pero con 5.000 mAh podríamos llegar más desahogados al final del día con un uso que tampoco sea muy intensivo.
El Exynos come bastante batería y la pantalla (da igual que esté en FHD+ con 120 Hz o en QHD+ con 60 Hz también es exigente por el alto nivel de brillo y las 6,9″ que debe alimentar. En nuestras mediciones con los dos modos de pantalla, brillo automático y apps de redes sociales (así como la cámara para hacer fotos), hemos tenido entre 5 – 5:30 horas de pantalla). Es curioso que el día que estuvimos grabando 55 minutos de vídeo para el Pixel 4a a resolución 4K60 también tuvimos esas 5:10 horas de pantalla.
En el día a día, esa ha sido la media y, claro, eso nos hace llegar a las 20 de la tarde con una batería por debajo del 20%… y nos obliga a activar un modo de ahorro para no quedarnos sin batería si salimos a cenar o a lo que sea.
En pruebas de PC Mark con el brillo al 100%, tenemos 6:59 horas de batería con el modo QHD+60 Hz y 6:44 horas con FullHD+120 Hz, pero en el día a día no nos acercamos, ni remotamente, a esas 7 horas de pantalla.
Sobre la carga, el Note 20 Ultra admite carga de 45 W, aunque en la caja tiene el cargador de 25 W. Si no tenemos activada la opción de carga superrápida, tenemos el 50% en 61 minutos y el 100% en una hora y media, aproximadamente. Con la carga rápida activada, la carga es del 50% en 29 minutos y del 100% en una hora y 17 minutos. También cuenta con carga inalámbrica de 15 W.
Esto viene desactivado por defecto para cuidar la batería y nos gusta la cantidad de opciones que incluye Samsung en este sentido. Tenemos varios modos de rendimiento y energía, un modo de rendimiento adaptable que utiliza el aprendizaje de la IA de OneUI para ofrecer más potencia en las apps que más usemos y también podemos marcar un límite para PowerShare.
Se trata de una opción que permite cargar dispositivos de manera inalámbrica, como un Watch o unos cascos) y que podemos configurar para decir que, cuando baje de cierto porcentaje de batería en el teléfono, deje de cargar de este modo. Es una carga inversa de 4,5 W que bueno, ahí está… pero el Note 20 Ultra no está, precisamente, para regalar batería.
No es para todo el mundo, pero si sabes sacarle jugo es un dispositivo fantástico
Hay varias ideas con las que llegamos a este final de análisis. Una es la expuesta en el destacado, nada más empezar nuestra prueba: no es un móvil para todo el mundo. La otra es… que tampoco es un móvil para todos los bolsillos, literal y figuradamente. Es un Note, con todo lo que ello conlleva.
Es un móvil enorme que es muy complicado controlar con una sola mano y que llevas por la calle con miedo de que se te resbale y caiga. Esto es un punto en contra, pero también es cierto que gracias a esas dimensiones podemos disfrutar de un panel de 6,9″ que cuenta con una calibración espectacular y que nos permite aprovechar a lo grande juegos, series y contenido audiovisual en general (también ayuda a la experiencia su magnífico sistema de audio estéreo).
Las cámaras son muy competentes en prácticamente todas las situaciones y el nuevo modo de vídeo profesional es una joya para que los usuarios más apasionados le saquen el jugo. Y en cuanto al rendimiento, es cierto que el Exynos 990 puede con todo y no se calienta (/excepto al usar DeX inalámbrico), pero precisamente esa fuerza bruta no ayuda en el consumo de batería.
Es un SoC exigente con la batería, y si a eso le sumamos que tenemos una pantalla enorme con un brillo elevado, 120 Hz o resolución QHD+… el consumo se dispara y los 4.500 mAh difícilmente dan para un día completo de uso intensivo. En ese aspecto están los puntos negativos, en la capacidad de la batería y su autonomía, así como también que la carga no es tan rápida como en la competencia y, de hecho, está lejos de ser lo deseable en un móvil que parte de los 1.299 euros.
Por lo demás, un magnífico móvil para trabajar (gracias al nuevo S-Pen y DeX) y para disfrutar de multimedia y creatividad. Es caro, realmente caro, pero es cierto que al tenerlo entre manos hay pocos móviles (por no decir ninguno) que transmita una sensación tan premium como la de este Note 20 Ultra 5G.