Estamos en los inicios de una nueva era espacial. Estados Unidos ya vuelve a poner astronautas en órbita, y su intención es llevarlos a la Luna… y a Marte. Los astronautas van a pasar más tiempo en el interior de naves espaciales, y eso nos hace plantearnos la pregunta: ¿qué ocurre dentro de una cápsula espacial?
Las películas o las retransmisiones de la NASA normalmente solo nos muestran la vida glamurosa y aventurera de los astronautas. El momento del despegue o la llegada a la Estación Espacial Internacional, cómo reparan cosas o hacen experimentos en el espacio. O cómo bajan de la cápsula espacial para poner el pie en la Luna. Pero lo más interesante está en lo que no se ve.
Tori Wills, analista de la NASA, pone como ejemplo la película Gravity: «cuando Sandra Bullock se quita el traje espacial, muestra una ropa interior demasiado normal. ¿Dónde está el pañal?». En efecto, todos los astronautas llevan pañales cuando viajan en una cápsula espacial.
Vamos a ver cosas que nunca hubieras imaginado que sucede dentro de una cápsula espacial. Pero haremos una distinción entre una nave, y la Estación Espacial Internacional.
La Estación es un habitáculo relativamente grande y los astronautas tienen algo más de libertad: no llevan traje espacial, y pueden hacer sus necesidades en un inodoro. Además, no están sujetos a los cambios de radiación y otros problemas que supone un viaje espacial.
El día a día en una nave espacial
Las funciones de una cápsula espacial
En un viaje en el espacio, el 90% del tiempo, dinero y tecnología se dedica a la pura supervivencia. Solo el 10% restante puede dedicarse a investigación o ciencia.
Cuando los astronautas viajan en una nave, la primera función de la cápsula es la protección de la vida. En el espacio la radiación del Sol y otros astros es enorme, no hay aire, y los cambios de temperatura son extremos, precisamente debido al vacío. Cuando un astronauta sale a pasear por espacio en el lado del traje en el que le da el Sol la temperatura puede alcanzar los 120 grados centígrados, y en el lado opuesto del cuerpo, 150 grados bajo cero…
La cápsula no solo debe proteger de los cambios de temperatura, sino de la radiación espacial, que podría provocar la muerte en minutos por simple exposición, o desarrollar diversos tipos de cánceres a medio plazo.
Finalmente los astronautas deben ocuparse de sus labores fisiológicas: comer y beber, hacer sus necesidades, lavarse, y hacer ejercicio para mantenerse en forma. Todo ello dificultado por el escaso espacio que hay en una nave espacial, y la ausencia de gravedad.
Si después de todo esto aún siguen con vida, entonces pueden sacar algo de tiempo para los experimentos y la ciencia.
Viajar a la Luna apenas lleva 4 días. Pero para llegar a Marte, se estima que el viaje puede durar entre 450 y 500 días. Eso es mucho tiempo encerrados en una lata de metal.
Supervivencia
Crecimiento instantáneo de 5 centímetros
Quizá te sorprenda saber que las personas que viajan al espacio y pasan unas horas en ausencia de gravedad, o en gravedad baja, crecen cinco centímetros en menos de una hora.
No es un crecimiento real. Lo que ocurre es que, sin gravedad, los huesos no se apoyan en los cartílagos de las vértebras y las rodillas. Los cartílagos se esponjan, y eso hace que los astronautas crezcan unos cinco centímetros. Pero al volver a la Tierra la gravedad empuja los huesos otra vez contra dichos cartílagos, y se pierde esa altura.
No es el único trastorno que provoca en los huesos la ausencia de gravedad. También debilita los músculos, y hace que los huesos pierdan hasta el 20% de su masa osea en un año.
El corazón también tiene problemas para bombear la sangre. La cara de los astronautas se hincha, y les sube la presión arterial.
Para evitar el deterioro muscular y óseo, los astronautas de la Estación Espacial Internacional hacen 2,5 horas de ejercicio al día, seis días a la semana.
Es un ejercicio duro que implica levantar peso con brazos y piernas, para mantener los músculos en forma.
Astronautas con cataratas
Algunos de los astronautas que han pasado varios meses en el espacio, han terminado desarrollando cataratas. La culpa es de la radiación.
En la Tierra estamos protegidos de la mayor parte de la radiación por el campo magnético de nuestro planeta, que la repele. Pero fuera de él, los astronautas están expuestos a niveles más altos de radiación y uno de los primeros tejidos afectados son los ojos, porque son más vulnerables.
Llamaradas solares
Pese a que la Estación Espacial Internacional está casi totalmente protegida por el campo magnético de la Tierra, es vulnerable a las llamaradas solares. Los científicos de la NASA han calculado que si se repitiese la llamarada solar más potente que hemos registrado, la vida de la astronautas correría peligro debido a la radiación.
En 2005, una llamarada solar especialmente potente obligó a los astronautas de la Estación Espacial Internacional a refugiarse en la zona más protegida de la estación, durante unas horas.
Las naves de los viajes a la Luna contaban con escudos anti radiación, que deberán potenciarse aún más en un hipotético viaje a Marte.
Adiós a los callos
Un método infalible para curar los callos de los pies es… viajar al espacio.
Uno de los descubrimientos más curiosos que han hecho los médicos de la NASA, es que los callos se curan en el espacio. En unos dos meses desaparecen, porque los pies están flotando todo el tiempo, y surge piel nueva.
¿Qué aire se respira en una cápsula espacial?
Aunque es un recurso vital e inexistente en el espacio exterior, por suerte se puede conseguir aire de muchas formas. En la Estación Espacial se obtiene al través del agua, separando el oxígeno con electricidad de los paneles solares, mediante electrolisis, y mezclándolo con nitrógeno.
En las misiones a la Luna llevaban tanques de oxígeno, al ser un viaje corto.
En las misiones a Marte se extraerá oxígeno incluso del CO2 que expulsamos al respirar. Actualmente ya se consigue extraer la mitad del oxígeno que hay en el CO2.
Necesidades fisiológicas
Beben su propia orina
En el espacio el agua es el elemento más valioso. Incluso aunque estés cerca de la Tierra, en la Estación Espacial. Es un elemento pesado, así que transportarlo a la Estación sale caro. Por eso los astronautas reciclan todo el líquido que pueden.
Uno de los aspectos más desagradables de viajar al espacio, es que tienes que beberte tu propia orina. Y también el sudor, y el agua que se usa para bañarse.
Los desechos líquidos de los astronautas son absorbidos por un aspirador y son tratados para convertir en agua el 80 u 85% de la orina, que los astronautas ingieren.
Astronautas en pañales
Ya hemos comentado que en el interior de la Estación Espacial Internacional los astronautas no llevan traje espacial, y pueden hacer sus necesidades en un inodoro. Pero no es una tarea sencilla, porque como no hay gravedad… Todo flota…
En el caso de la orina, como hemos visto, un mecanismo de aspiración succiona la orina. Los excrementos caen en una bolsa que los astronautas cierran herméticamente y tiran a la basura. En este vídeo puedes ver cómo funciona el inodoro de la Estación Espacial Internacional:
Pero cuando los astronautas tienen que pasar varias horas dentro de un traje espacial, por ejemplo para un paseo fuera de la estación, o cuando viajan en una cápsula especial en donde no hay espacio para moverse, usan pañales.
El truco para que no parezcan vergonzantes, es ponerles un nombre técnico. Se llaman Prenda de Máxima Absorción o MAG, así que los astronautas no dicen: «Me voy a poner el pañal«, o «dame un pañal nuevo que he gastado todos«. Dicen cosas como «me voy a poner el MAG«, que suena mucho más científico…
Los pañales de los astronautas son un poco más discretos que los de los bebés. Y absorben bastante más:
Al principio eran pañales para hombre, pero cuando las primeras mujeres viajaron al espacio tuvieron que rediseñarlos por completo.
Un poco de maquillaje
Lo mismo ocurrió con otras cuestiones primordialmente femeninas, como por ejemplo el maquillaje. Tal como cuenta en su web la astronauta Rhea Seddon, la NASA organizó una reunión con las primeras seis mujeres astronautas que iban a viajar al espacio, y les preguntó si querían usar maquillaje. A fin de cuentas saldrían en televisión durante la misión, y serían vistas por medio mundo.
Algunas dijeron que no, pero otras pidieron llevar uno poco de maquillaje para adecentarse antes de salir en la tele. Ser astronauta no elimina la coquetería… Este es el kit de maquillaje de la NASA para astronautas:
Comidas fuertes
Algunos astronautas han comunicado que, mientras están en el espacio, sufren un cambio en el sentido del gusto. Las comidas saben distintas, y algunas pierden el sabor.
Los científicos no saben por qué, pero creen que está relacionado con la ingravidez. Por esa razón, la mayoría de ellos acostumbra a pedir comidas fuertes, que mantengan el sabor de los alimentos.
¿Qué comen los astronautas?
El mito de que los astronautas se alimentan con pastillas provienen del cine y los comics, pero no es cierto. Aunque es verdad que su comida es algo diferente a la nuestra:
En el espacio no se puede cocinar (al menos de momento), así que toda la comida que consumen los astronautas está deshidratada. Se almacena en bolsas y se prepara en función de los gustos de los astronautas, incluso con recetas personalizadas.
A la hora de cocinarlas, solo hay que añadir agua y calentar la bolsa para obtener el suculento plato. Si tienes curiosidad, en Amazon venden comida de astronauta, desde bananas deshidratadas hasta helado con sabor napolitano…
Para resolver el problema de la ingravidez a la hora de alimentarse, los astronautas comen en bandejas sujetas al cuerpo con arneses. Los platos y bolsas con la comida también están pegados a la bandeja con velcro. Los cubiertos son magnéticos, para que se sujeten en la propia bandeja, o a algún lugar de la nave si se pierden. Un cuchillo flotando podría provocar un corte o un agujero y generar un grave accidente…
Vida cotidiana
En el espacio se duerme muy mal
¿Sabías que el 50% de los astronautas usan pastillas para dormir?
La razón es que cuesta mucho coger el sueño en el espacio. No hay un ciclo día / noche, y debido a la gran velocidad a la que se viaja, la luz que entra por las ventanas de las cápsulas espaciales es muy variable.
El interior suele estar mal iluminado, así que al cerebro le cuesta saber cuándo es hora de dormir. Y además en las cápsulas espaciales hay mucho ruido, porque existen innumerables máquinas en funcionamiento, incluyendo el reciclador de aire, calefacción, etc.
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional duermen de media dos hora menos que cuando están en la Tierra.
Astronautas armados
Es un dato poco conocido, pero los astronautas rusos viajaban armados al espacio. Llevaban un arma multiusos TP-82, que también podía usarse como bastón.
La razón es que al contrario que los estadounidenses, que aterrizaban en el mar, los rusos lo hacen en tierra.
En 1965 un aterrizaje de emergencia motivó que los astronautas Alexei Leonov y Pavel Beljaev permaneciesen dos días perdidos en el bosque, en donde fueron atacados por la fauna salvaje.
Desde entonces los astronautas viajaron armados al espacio, una costumbre que se retiró en 2007. Aunque Rusia ha anunciado que volverá a armar a sus astronautas en 2025.
La basura espacial
Como nos ocurre a nosotros, los astronautas también generan basura en su día a día. Pero ellos no tienen que preocuparse de separar los desechos según su tipo, o de tirarla en un contenedor para que venga a buscarla el camión de la basura…
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional meten la basura en bolsas herméticas, y cuando acumulan unas cuantas… sortean a ver quien le toca ir a tirar la basura…
Esta basura se suelta al espacio para que se desintegre al entrar en la atmósfera, aunque también existen drones y pequeñas naves no tripuladas en donde se carga la basura y, o bien se suelta en la atmósfera, o se lleva directamente a tierra.
¿Dónde está la ducha?
En una cápsula espacial no hay sitio para ducharse. Y por otro lado una ducha no funcionaría, por la falta de la gravedad. Entonces, ¿cómo se limpian los astronautas en el espacio?
En la misión Apolo 11 utilizaron toallitas higiénicas. En la Estación Espacial Internacional se usa jabón líquido, esponjas que retienen el agua, y un champú que no requiere enjuagarse. Puedes verlo en este vídeo:
Viajar por el espacio es un tarea titánica para un ser vivo tan delicado como el ser humano. Pero tenemos a nuestro favor dos herramientas imbatibles: nuestro cerebro… y la ciencia.