La ciudad de Buenos Aires aprobó este jueves una ley que garantizará en su territorio el “derecho a la despedida” para los pacientes de la COVID-19, que no podían despedirse de sus seres queridos, debido al temor de contagio.
El protocolo, aprobado por unanimidad en la Legislatura de Buenos Aires, regirá en el sistema de salud y permitirá que un familiar de entre 18 y 60 años acompañe al enfermo que se encuentre en fase terminal.
El autor de esta iniciativa, el diputado Facundo del Gaiso sostuvo que, si bien los médicos pueden acompañar a los pacientes, estos necesitan la cercanía con un familiar. Agregó que existen muchos casos de familiares que sienten que sus seres queridos murieron por sentirse solos.
«Los médicos, las enfermeras pueden acompañar. De hecho, lo hacen, son transmisores de afecto. Sin embargo, no son las personas con las que compartieron toda su vida las que acompañan y contienen a los pacientes en estado terminal. Ya van casi 8.000 argentinos que murieron en estas condiciones, víctimas del COVID-19«, añadió el legislador.
Según el protocolo, el acompañante del paciente no debe tener enfermedades prexistentes que lo incluyan en un grupo de riesgo y no puede ser una mujer embarazada. Además, los centros de salud deberán entregar un equipo de bioseguridad igual al que utilizan los médicos para que esté junto a su ser querido. También facilitarán el acompañamiento psicológico.
«Buscamos acercar a los pacientes con sus seres queridos y brindar los medios necesarios para una despedida digna, sin poner en riesgo la vida», señaló en la sesión de este jueves la diputada María Luisa González Estevarena.
Proyectos similares y capacitaciones
Solo un hospital y una clínica privada de Buenos Aires permitían el acompañamiento a los enfermos de la COVID-19 en fase terminal.
Ahora, proyectos similares al aprobado en la capital argentina son impulsados en una decena de provincias. Además, el Gobierno publicó el miércoles recomendaciones en ese sentido para su sistema sanitario.
Las iniciativas en Argentina para humanizar la experiencia de la muerte por la COVID-19 abarcan también el tratamiento funerario.
El Equipo Argentino de Antropología Forense, conocido por su labor en la identificación de desaparecidos de la última dictadura (1976-83), participa con recomendaciones y ha realizado algunas capacitaciones.
«Hay que encontrar un punto medio entre los rituales culturales y religiosos que todos cumplimos cuando se nos muere un ser querido y las restricciones que nos impone la pandemia (…) Vemos esto como una oportunidad para mejorar un sistema que no funciona del todo bien en cuanto a la gestión de cadáveres, al igual que pasa en Colombia, en Brasil, en Chile «, explicó a la AFP Luis Fondebrider, presidente del Equipo.
El experto destacó la importancia de que los cuerpos estén en sepulturas individuales y que no se creen «áreas de muertos COVID-19 porque eso es discriminatorio para los familiares».
Argentina se encuentra en un momento de fuerte aumento de casos y de fallecimientos por el nuevo coronavirus. El miércoles registró un récord de 10 550 contagios y 237 muertes, lo que la ubicó respectivamente como cuarto y sexto país en el mundo. Con 44 millones de habitantes, acumula más de 370 000 casos y casi 8 000 fallecidos.
(Con información de AFP)