La pandemia de la COVID-19 fue una excusa para reinventarse. Y, aunque ya había tentado un primer acercamiento al mundo digital con la venta de entradas en línea, la Feria del Libro de Lima (FIL Lima 2020) aprovechó la actual coyuntura para realizar una edición virtual y gratuita que va hasta el 6 de septiembre.
Así, no se pusieron pausas a sus 25 años de plena actividad, con invitados internacionales de lujo que la llevaron a convertirse en el encuentro cultural más importante del Perú. Una celebración literaria que, en medio de la crisis global, refleja un ejemplo de resistencia y reinvención, como señaló Alejandro Neyra, ministro de Cultura, durante la inauguración.
Pero ¿cómo inició la FIL Lima? ¿Cuáles fueron sus orígenes? Como recordó Neyra durante una conferencia de prensa en la que se anunció el lanzamiento del evento, la primera instalación de la feria fue la explanada del Museo de la Nación (actual Gran Teatro Nacional), en 1995, año en que se consiguió realizar un evento capaz de agrupar a varios agentes involucrados en el ecosistema libresco peruano.
“Más allá del cariño que le tengo a los libros y la lectura, he recordado a la primera feria del libro que fue en el Ministerio de Cultura, entonces Museo de la Nación”, señaló el ministro, y seguidamente resaltó el trabajo de la Cámara Peruana del Libro por sacar adelante esta iniciativa a pesar del estado de emergencia nacional.
DEL MUSEO DE LA NACIÓN AL PARQUE PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA
A lo largo de su historia, la FIL Lima debió instalarse en más de un espacio a falta de un campo ferial propiamente dicho. Su creación se debe a una decisión tomada por el Consejo Directivo de la Cámara Peruana del Libro (CPL) que buscaba realizar una feria con alcance internacional en contraparte a la Feria del Libro Ricardo Palma, de carácter más local.
“A partir de esa decisión de ampliar la mirada, se realiza en 1995 la Feria del Libro de Lima”, contó Pedro Villa, director de contenidos y relaciones institucionales de la CPL, a RPP Noticias. “También estuvo en los primeros años en la Feria del Pacífico, un espacio que existía en San Miguel. Estuvo también en el Jockey Plaza”, añadió.
Finalmente, desde el 2010 en adelante, la FIL Lima hizo del Parque Próceres de la Independencia, en el distrito de Jesús María, su nuevo hogar. “Cuando la FIL Lima se hacía en la Feria del Pacífico era un poco pequeña, pero fue parte de esas apuestas por ir encontrando un lugar”, apuntó Villa.
AMPLIACIÓN DE LA OFERTA CULTURAL
Con el paso de los años, la FIL Lima también fue ampliando su oferta cultural. Así, fue sumando a su lista de actividades, encuentros con escritores de diversos países invitados. En el 2001, por ejemplo, hubo una muestra centrada en la literatura de Cuba y en los años siguientes se dio espacio a la experiencia cultural que tenía por ofrecer España, Colombia, Argentina, Italia, Chile, Puerto Rico, Francia, entre otros países.
En cada edición de la FIL Lima también se contó con invitados de honor con una trayectoria reconocida más allá de nuestras fronteras. De modo que por sus sucesivos campos feriales, este evento cultural acogió la visita de autores como Mario Vargas Llosa, Jean Marie Gustave Le Clézio, Richard Ford, Piedad Bonett, Almudena Grandes y varios más.
Asimismo, para captar un público de las nuevas generaciones, la feria se volvió una ventana para lectores que utilizan la tecnología a fin de compartir su pasión por los libros. La inclusión de booktubers en sus mesas de diálogo es, a la fecha, uno de sus platos fuertes. Arnold Camus, creador del canal “Leerlo todo” en YouTube, contó a RPP Noticias lo que significa para él ser parte de este evento:
“Participar en la feria como promotor de lectura es una experiencia tridimensional. Conversar sobre libros con personas que solo conocías a través de internet es una de las mejores sensaciones que ofrece la FIL Lima. Una fiesta no solo para los libros, sino también para quienes disfrutamos de ellos”.