Disney hace oficial lo que muchos padres llevan haciendo años para sus hijos: disfraces para personas en sillas de ruedas.
Es algo que debería ser obvio e irrelevante, pero la visibilidad de las minorías no suele ser una prioridad para las grandes empresas. No es una cuestión discriminatoria, sino económica. Si no es rentable, no lo fabricamos…
Pasa con todo tipo de casos: desde personas muy altas o muy bajas que no tienen tallas de ropa, a ratones de ordenador que no se fabrican para zurdos. Algo similar ocurre con los disfraces para personas discapacitadas. Y Disney parece que, al fin, quiere arreglarlo: ha creado varios disfraces de Disney para personas en silla de ruedas.
En su tienda oficial, vía Bored Panda, se pueden encontrar disfraces adaptados de algunas de sus películas conocidas, como la Cenicienta, Los Increíbles, o ToyStory.
Los propios disfraces están pensados para personas con poca movilidad. En lugar de meterse o quitarse por los brazos o las piernas algunas partes van pegadas con velcro. Las perneras son también más anchas, para que puedan colocarse sin quitarse los zapatos.
Además tienen aberturas especiales. Por ejemplo, el disfraz de Buzz Lightyear posee una apertura a la altura de la cintura, por si hay que sacar un tubo de respiración, y otra en la espalda.
La parte más novedosa son los objetos decorativos para convertir la silla de ruedas en la carroza de cenicienta o en la nave espacial de Los Increíbles.
Muchos padres han tenido que buscarse la vida durante años fabricando disfraces a mano para sus hijos, porque no están disponibles para personas en sillas de ruedas. Ahora, al fin, Disney ofrece algunas opciones interesantes.
Están a la venta en la tienda oficial de Disney a un precio de 49,99 dólares. Se pueden comprar sueltos, con los complementos para la silla, o en packs de niños y adultos para conjuntar a toda la familia.
Una excelente iniciativa que ojalá se extienda a otros temas decorativos, o a más películas más allá de Disney. Y llegue también a otros países…