Washington. [AFP]. Miles de manifestantes comenzaron a congregarse este viernes para una gran marcha en Washington prevista desde hace meses pero que fue atizada por el violento arresto a tiros de un ciudadano negro en Kenosha que reavivó la indignación desencadenando incluso un boicot en el mundo del deporte.
Las protestas del movimiento contra el racismo en Estados Unidos habían amainado, pero la indignación se reavivó el domingo cuando Jacob Blake recibió varios tiros, que probablemente lo dejen paralizado, cuando la policía intentó arrestarlo en la ciudad Kenosha, en el estado de Wisconsin.
Tras días de violentas protestas y después de que en una de las marchas dos personas fueran baleadas por un civil, se espera que decenas de miles de manifestantes copen la explanada de Washington para una marcha para conmemorar el histórico discurso “Tengo un sueño” de 1963 de Martin Luther King Jr., líder de los derechos civiles.
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La manifestación se ha denominado “Quítanos la rodilla de encima”, en referencia a las últimas palabras de George Floyd, un estadounidense que murió asfixiado por un oficial blanco en Minneapolis, lo que provocó los disturbios más masivos en décadas.
En la mañana miles de personas con mascarillas debido al coronavirus hacían fila para tomarse la temperatura para entrar al perímetro de la explanada del Mall de Washington donde está prevista la concentración.
Bajo un calor húmedo del final del verano boreal, cientos de personas se agolparon en los pocos lugares con sombra.
“Yo planea este viaje hace meses. Llegué aquí un poco después de las 06:00 así que no dormí mucho anoche. Espero que haya justicia”, dijo Gardner, una mujer negra de 47 años originaria de Cincinnati.
La NBA, en la primera línea
Blake sobrevivió y está hospitalizado, pero puede que nunca vuelva a caminar, según su abogado.
Su padre, también llamado Jacob Blake, denunció que está esposado a la cama.
“No puede ir a ningún lado. ¿Por qué lo esposan a la cama?”, dijo a medios locales.
Las autoridades identificaron al oficial que abrió fuego contra Blake como Rusten Sheskey. El agente fue suspendido, pero no fue arrestado ni enfrenta cargos.
El viernes el Departamento de Justicia de Wisconsin comunicó que hay otros dos policías, Vincent Arenas y Brittany Meronek, implicados y dijo que dos agentes habían intentado someter a Blake con una pistola taser antes de que el individuo entrara en su coche. Allí se encontró un cuchillo.
En las violentas protestas que siguieron, dos personas fueron asesinadas por un hombre con un rifle de asalto.
Las autoridades arrestaron a un joven blanco de 17 años por las muertes y presentaron cargos de homicidio intencional contra él el jueves.
A menos de 10 semanas de las elecciones, el gobierno de Trump criticó las protestas, el vicepresidente Mike Pence rechazó las acusaciones de racismo policial sistémico y condenó “la violencia y el caos que envuelve a las ciudades de todo el país”.
En protesta, los principales equipos y ligas deportivas suspendieron los partidos y encuentros para mantener el foco de atención en el tema del racismo y el abuso policial.
La NBA canceló los partidos de desempate el miércoles después de que los Milwaukee Bucks, cuya base está cerca de Kenosha, se retiraran.
“Exigimos un cambio. Estamos hartos de esto”, había escrito en Twitter la estrella de Los Angeles Lakers, LeBron James.
La liga de baloncesto femenino de la WNBA también pospuso su calendario de partidos del jueves por segundo día consecutivo.
En tenis, el ATP y el WTA Tours cancelaron el juego del día en el Western & Southern Open de Nueva York, y el evento se reanudará el viernes.
Los manifestantes de Kenosha dijeron que estaban decididos a seguir marchando por la justicia y la reforma policial, después de que el incidente – que fue presenciado por los tres hijos de Blake, conmocionara a la sociedad estadounidense.