En unas semanas darán comienzo las pruebas del primer autobús anfibio autónomo. Los ensayos iniciales tendrán lugar en la presa Yanba de la ciudad japonesa de Naganohara.
Los autobuses anfibios llevan con nosotros unos años. Las ciudades del mundo en las que están presentes, como Rotterdam o Amsterdam, los suelen emplear como atracción turística para realizar rutas con los visitantes.
En Japón es habitual ver este tipo de vehículos, y muy pronto esta experiencia será todavía más emocionante para los turistas. En los últimos meses, la Asociación de Vehículos Anfibios de Japón, el Instituto de Tecnología de Saitama, ITbook Holdings, ABIT Corporation y la ciudad de Naganohara han puesto en marcha un programa conjunto para el desarrollo e implementación de un sistema de conducción autónoma para los autobuses anfibios, y han anunciado que las primeras pruebas arrancarán dentro de unas semanas, el próximo mes de diciembre.
Naganohara es una pequeña ciudad en la prefectura de Gunma, situada al noroeste de Tokio. Uno de sus principales atractivos turísticos es la ruta en autobús anfibio por la presa Yanba, y será allí donde tendrán lugar las pruebas.
El autobús anfibio de la ciudad es un camión reconvertido combinado con el fondo de un barco, lo que le permite circular tanto por tierra como por el agua. Cuenta con un motor diésel para desplazarse en tierra firme y con un motor de barco para navegar en el agua. Tiene capacidad para transportar a 40 pasajeros.
Un equipo de ingenieros del Instituto de Tecnología de Saitama y de ITbook Holdings ha sido el encargado de desarrollar el sistema de conducción autónoma para este curioso vehículo. Su tecnología, basada en la plataforma Autoware de código abierto, será capaz de tripular el autobús de manera automatizada tanto en tierra como en agua.
Tatsuma Okubo de ITbook Holdings explica el funcionamiento de esta plataforma de conducción autónoma. Un ordenador con el software Autoware obtiene datos de los sensores integrados en el autobús, que incluyen LiDAR, GPS y diversas cámaras ubicadas en puntos estratégicos.
El programa analiza esta información y envía los datos a un controlador de movimiento del vehículo, que gobierna dos unidades de control secundario basadas en los controladores modificados para Joy Cars, que son los coches controlados por joystick que utilizan las personas con movilidad reducida.
Daishi Watabe, responsable del proyecto, señala que su sistema de conducción autónoma será capaz de reconocer la ubicación de entrada y salida del agua, contrarrestar el balanceo durante la navegación en el agua, detectar y sortear obstáculos o planificar rutas. Para las funciones de autolocalización, la información obtenida por el sensor LiDAR se completará con datos GPS.
El equipo instalará y probará la plataforma de conducción autónoma en 2020 y 2021, y espera poder comenzar las pruebas con público en febrero y marzo de 2022.
[Fuente: IEEE Spectrum]