Dicen que es como una lámpara flotante sobre el lago en la noche de Singapur, pero está inspirada en el Panteón de Roma. Apple nos muestra la que sin duda es la Apple Store más espectacular del mundo.
El pasado 10 de septiembre, Apple inauguró su primera tienda flotante, en el lago de Marina Bay Sands, en Singapur. Hace unos días pudimos ver cómo es desde fuera, y ahora la propia Apple nos muestra su espectacular interior.
Esta tienda flotante es la culminación de más de 40 años de presencia en el país. En las oficinas ubicadas en Ang Mo Kio Apple fabricó la mayoría de los circuitos integrados de los ordenadores Apple II, en 1981.
Pese a su exótico aspecto exterior, que podemos ver en la foto de apertura de la noticia, el diseño de la tienda tiene una inspiración clásica: el Panteón de Roma, con su famoso Óculo o agujero circular en la cúpula, que Apple ha copiado en su tienda:
La espectacular cúpula está formada por 114 piezas de cristal que se sujetan únicamente por 10 puntos de apoyo. Permite disfrutar de las vistas de la ciudad desde el interior de la tienda, con un ángulo de 360 grados.
Otra curiosidad es que los árboles del parque cercano penetran hasta el interior de la tienda, proporcionando originales sombras naturales en el recinto.
Como corresponde a la tradición romana, en el centro de la tienda está ubicado el Foro, un lugar del encuentro presidido por una enorme pantalla, en donde los visitantes pueden participar en cursos y charlas técnicas. Pronto será un escenario en el que actuarán artistas y ofrecerán charlas diferentes oradores.
En la tienda flotante trabajan 148 personas que hablan 23 idiomas diferentes. Así que pueden atender en su lengua nativa a todo tipo de turistas. Como es habitual en todas las tiendas Apple, se exponen los principales modelos de todas sus gamas, que los clientes pueden ver y probar.
De momento, como en todos los lugares en donde aún está activa la pandemia, solo se puede acceder a la tienda pidiendo cita previa en su web. En España las tiendas Apple de algunas ciudades, como Madrid o Zaragoza, permanecen cerradas por los rebrotes.