Para muchos un vicio, para otros un horror, lo normal es que la mayoría de personas echen azúcar al café, pero ¿es bueno hacerlo? ¿De qué modo afecta a la bebida?
El azúcar acompaña a la mayoría de bebidas calientes, sea el café o las infusiones. Aunque existen otras alternativas, lo cierto es que lo habitual es tomarlo acompañado de azúcar y en los bares así se sirve por defecto, pero también debemos apuntar que hay personas que prefieren tomar el café solo para disfrutarlo en toda su esencia o por motivos de salud.
En principio existe una base que marcará el resto del texto, es mejor evitar el azúcar cuando se pueda. El exceso de azúcar en bebidas y alimentos se un hábito poco saludable y es bien sabido que también causa adicción.
En lo que respecta a la salud, es mejor tomar el café -con leche o solo- sin azúcar, pero no pasa nada si se endulza. El problema con el azúcar puede surgir si se toman varios cafés y todos van acompañados de azúcar. Basta con calcular la cantidad que se ingiere.
En cuanto al sabor del café, el mismo azúcar provoca un cambio en la estructura química de la bebida que se detecta en el paladar. Un estudio liderado por el biólogo Seishi Simizu, de la Universidad de York (EE. UU.), realizó análisis sobre las reacciones de la bebida a distintos suplementos hasta dar con esta conclusión.
El caso es que las moléculas de cafeína se unen cuando están inmersas en agua y el azúcar provoca que se peguen más entre ellas. ¿El efecto que causan? Una leve sensación de amargor en la boca con cada trago. Esto conlleva que los más aficionados al café eviten el azúcar por desvirtuar su sabor, es como si se añadiese un elemento ajeno al vino en las catas.
En definitiva, no pasa nada por echar algo de azúcar al café, pero lo mejor sería que fuese una cantidad medida, no todo el sobre, por ejemplo. Pero si quieres saborearlo en su esplendor, no hay nada como el café solo.