Son una herramienta muy interesante si no conocemos la ruta para llegar a un nuevo destino o si queremos evitar los atascos o accidentes. Sin embargo, estas palicaciones de navegación también avisan de la cercanía de controles y radares y la DGT no está de acuerdo con ello.
Antes se compartía esa información de boca en boca, pero ahora los conductores cuentan con la ayuda de la tecnología para esquivar los controles. Waze y Google Maps entre otras avisan cuando nos acercamos a una radar o si otros conductores han alertado de un control policial, al igual que se puede avisar de un accidente o una retención.
Sin embargo a la DGT no le hace gracia que los conductores usen este sistema. El director, Pere Navarro en su última rueda de prensa a informado que están pensado en limitar este tipo de información: «Desde la DGT somos partidarios de dificultar o limitar que se pueda informar dónde hay policía en carretera en tiempo real«.
Es fácil ver como los coches reducen la velocidad cuando se aproximan a un radar para después volver a sobrepasar la velocidad permitida cuando se ven libres de control. Pere Navarro considera que los avisos de estas aplicaciones suponen un riesgo para los cuerpos de seguridad y provocan una reducción en el número de denuncias a los infractores.
No es la primera vez que estas empresas se encuentran con una petición como esta. La policía de Nueva York ya pidió a Google que dejará de mostrar la localización de controles, pues fomentaban que los ciudadanos pudieran encontrar formas de delinquir más fácilmente.
Los policías neoyorquinos no consiguieron nada y Google Maps así como otras aplicaciones de navegación siguen informando de estos eventos. Aún así es posible que en Europa se intente limitar la información que puedan dar estas plataformas.
De momento en España es legal el uso de avisadores de radar que consultan la base de datos de la DGT y otros organismos. Lo que no es legal y puede suponer una multa para el propietario es el uso de inhibidores de radares. la multa puede ascender a los 6.000 euros y costar 6 puntos del carnet.