Todos conocemos cual es la fórmula mágica para adelgazar. Es muy sencilla, y es infalible: consumir menos calorías de las que gastamos. En otras palabras, comer poco y hacer mucho ejercicio.
La teoría es fácil, pero ponerla en práctica es mucho más complicado. ¡Ojalá perder peso costase menos sacrificio! Pues resulta que es posible… Vamos a mostrarte cinco formas de adelgazar mientras duermes, según la ciencia.
Parece un sinsentido: ¿cómo vas a adelgazar si estás completamente quieto? Pero tal como explican en TICbeat, cuando dormimos nuestro cuerpo sigue en actividad, y es posible aprovecharlo para reducir peso.
Lógicamente, no vas a reducir lo mismo que si sales a correr 5 Kilómetros, pero si se puede bajar un poco, o al menos no engordar mientras duermes, como les pasa a muchas personas.
La clave de estos trucos para adelgazar durmiendo, es introducirlos en nuestra rutina diaria. Solo funcionarán si los pones en prácticas todos los días, no solo de vez en cuando.
Baja la temperatura
Tal como se explica en este artículo, dormir con una temperatura más baja de lo habitual ayuda a adelgazar, porque nuestras células tienen que quemar grasa para mantener la temperatura corporal y la actividad, tal como demuestra un estudio llevado a cabo por el doctor Christopher Winter, director médico de Charlottesville Neurology & Sleep Medicine.
Este doctor asegura que la temperatura ideal para dormír varía entre los 15 y los 19 grados. Nunca hay que bajar de los 12 grados, ni subir por encima de 23 grados. Dormir en un ambiente más frío también ayuda a prevenir enfermedades.
Duerme en completa oscuridad
Mientras dormimos nuestro cuerpo segrega melatonina, una hormona que fortalece las defensas, ralentiza el envejecimiento, y produce otros beneficios. Un estudio publicado en el Journal of Pineal Research además asegura que la melatonina ayuda a adelgazar.
Esta hormona deja de segregarse cuando los ojos detectan luz, por eso es importante dormir completamente a oscuras, con las persianas completamente bajadas y sin luces ambientales.
Reduce el uso de pantallas
Al hilo de lo comentado anteriormente, la luz azul que emiten las pantallas de los móviles, tables y monitores reduce la segregación de melatonina, que como hemos comentado ayuda a adelgazar. No hay que usarlas media hora antes de irse a dormir.
Por otro lado un estudio llevado a cabo en Singapur relaciona la exposición prolongada a la televisión con niveles más altos de triglicéridos y una menor adiponectina, una proteína involucrada en la regulación de los niveles de glucosa y la descomposición de los ácidos grasos.
Duerme 8 horas
Curiosamente, pasar más horas durmiendo (que no es lo mismo que en la cama), hace que nuestro cuerpo queme más calorías. Un estudio del American Journal of Clinical Nutrition descubrió que el gasto energético en reposo de las personas que duermen 7 u 8 horas era un 5% más alto que aquellas que duermen poco. También quemaron un 20 por ciento más de calorías después de comer que los que dormían menos horas.
Otras investigaciones han descubierto que la falta de sueño hace que las células grasas sean menos sensibles a la insulina, lo que favorece la obesidad.
Toma proteínas
Si acostumbras a comer algo antes de ir a dormir, que sean proteínas. Por ejemplo atún, queso, pavo o yogur griego. Investigadores de la Universidad Estatal de Florida descubrieron que las personas que consumen 30 gramos de proteína antes de acostarse experimentan un mayor gasto energético en reposo. Además las proteínas reparan los músculos durante la noche. Como más masa muscular tengas, más calorías se queman en reposo.