Si te encanta tomar café por las mañanas nada más levantarte, un nuevo estudio señala que beberse una taza de café fuerte antes del desayuno puede ser perjudicial para tu salud.
Si eres de aquellas personas que lo primero que hacen al llegar al trabajo o al despertarse por la mañana es tomar un café sin haber ingerido ningún alimento antes, quizás lo deberías pensar dos veces la próxima vez.
Ahora un nuevo estudio de la Universidad de Bath señala que un café fuerte a primera hora de la mañana puede acabar afectando a la respuesta de glucosa del cuerpo, por lo que llegan a la conclusión de que la mejor recomendación para el consumo de café sea después del desayuno y no antes.
Y es que si bien consumir café tiene ciertos beneficios, parece que si se cumplen una serie de circunstancias no sería nuestra mejor apuesta para el desayuno. “Este estudio es importante y tiene implicaciones de gran alcance para la salud, ya que hasta ahora teníamos un conocimiento limitado sobre lo que el café le está haciendo a nuestros cuerpos, en particular para nuestro control metabólico y de azúcar en la sangre”.
Para demostrar la teoría, la investigación se ha basado en 29 adultos que se ofrecieron como voluntarios, completando cada uno de los individuos tres experimentos diferentes durante la noche. Uno de esos experimentos les permitió disfrutar de una noche plácida de sueño sin interrupciones antes de consumir una bebida azucarada por la mañana.
Los otros dos experimentos implicaron despertar a los individuos cada hora durante la noche dándoles la misma bebida azucarada a la mañana siguiente pero en uno de los casos la bebida fue precedida por un café bien fuerte.
En los individuos que durmieron sin interrupciones durante la noche no se vio ningún deterioro en la respuesta de la glucosa. Pero las cosas fueron diferente para aquellos que experimentaron una mala noche. Y es que señalan que “comenzar un día después de una mala noche de sueño con un café fuerte tuvo un efecto negativo en el metabolismo de la glucosa en alrededor del 50 % de los sujetos”.
Para ello los investigadores aconsejan que las personas deberían tratar de equilibrar los posibles beneficios estimulantes del café potenciando niveles más altos de glucosa en sangre y eso se haría consumiendo el café después del desayuno y no antes.
Para concluir afirman que aunque queda mucho por aprender, parece claro “que beber café fuerte antes de desayunar y encima después de una noche de sueño interrumpido, puede acabar limitando la capacidad del cuerpo para tolerar eficazmente el azúcar en el desayuno”.
[Vía: Newatlas]