Un nuevo informe señala que el calentamiento global no solo está afectando a puntos concretos del planeta, sino que está incrementando a mayor velocidad las temperaturas nocturnas respecto a las diurnas.
Si te están pareciendo los sucesivos veranos cada vez más calurosos no es una imaginación tuya, es una de las consecuencias del cambio climático y que podría afectar a nuestra forma de vivir durante las próximas décadas.
Ahora un nuevo estudio afirma que “el cambio climático está elevando las temperaturas nocturnas en todo el mundo más rápido que las temperaturas diurnas”, algo que podría contar con implicaciones significativas para el medio ambiente y también para la salud de las personas que tendrían cada vez más dificultades de poder dormir en las calurosas noches de verano.
Hasta ahora sabemos que el Ártico es el espejo de lo que va a suceder en el resto del planeta, pero de momento se había investigado muy poco en lo que respecta al incremento de las temperaturas nocturnas respecto a las diurnas con el cambio climático. Esto no solo afectaría a los seres humanos, sino también a la fauna y flora y con ello la extinción de miles de especies en todo el mundo.
Para el informe, creado por científicos de la Universidad de Exeter, recurrieron a registros de temperatura, nubosidad, humedad específica y precipitación para así ir midiendo las diferencias entre los aumentos de temperatura durante la noche y durante el día. Aplicaron dicho modelo al periodo de calentamiento entre 1983 y 2017 y descubrieron una diferencia de la temperatura media anual de más de 0,25 °C entre la noche y el día en más de la mitad de la superficie terrestre del planeta.
En el estudio se aclara que en muchas de estas regiones estudiadas los días se seguían calentando más rápidamente que las noches, pero curiosamente el área total de la regiones que experimentaron un mayor calentamiento nocturno fue más de dos veces mayor. Para explicar el fenómeno de calentamiento asimétrico, los investigadores señalan que se debe en gran medida cambios a la cobertura de las nubes.
“Demostramos que un mayor calentamiento nocturno está asociado con el clima cada vez más húmedo, y se ha demostrado que esto tiene importantes consecuencias para el crecimiento de las plantas y cómo interactúan especies como insectos y mamíferos”. Por otra parte, añaden, “mostramos que un mayor calentamiento diurno está asociado con condiciones más secas, combinado con mayores niveles de calentamiento general, lo que aumenta la vulnerabilidad de las especies al estrés por calor y la deshidratación. Las especies que solo están activas durante la noche o durante el día se verán particularmente afectadas«.
[Vía: Newatlas]