Los problemas para dormir se están acentuando en muchas personas y no solamente por las preocupaciones de la pandemia del coronavirus, la tecnología influye en la calidad de nuestro descanso.
Durante la historia de la humanidad ha habido una serie de cambios que han influido sobre nuestro descanso. Uno de ellos de gran importancia fue la luz eléctrica. Al no depender exclusivamente de la luz solar para desarrollar el día a día, hubo una modificación en los ciclos de sueño. Y ahora se está dando otro que afecta a la calidad del sueño y el número de horas que dormimos: las pantallas.
Se lleva mucho tiempo recomendando que no se mire el móvil o la tablet justo antes de acostarse y, lejos de atenuarse, es un hábito que sigue creciendo hasta el punto de que muchas personas se entretienen con las redes sociales mientras llega el sueño, lo que provoca que pasen largas horas tumbados sin llegar a descansar.
Exponerse a la luz azul de las pantallas no solo es perjudicial para la salud de los ojos, también resulta más potente de lo que pensamos y estimula el cerebro en gran medida, tanto que impide que se relaje durante un rato.
Es necesario reducir la exposición a esta luz ultravioleta que está relacionada con la degeneración macular, el estrés y los dolores de cabeza. Pero sobre todo hay que evitarla a la hora de acostarse y seguir unas buenas prácticas si se están empezando a sentir problemas.
Lo primero es activar el modo nocturno en los móviles. Esta función cambia el azul por una luz mucho más amarilla que se recomienda sobre todo si se va a leer en el dispositivo. Aunque desgraciadamente todavía existen dudas sobre su capacidad para relajar a los usuarios, sí es más saludable para los ojos.
Además, debe existir un periodo de tiempo entre que se ha dejado de mirar el móvil y se intenta dormir. Leer en la cama puede ser una solución, pero vale cualquier tipo de actividad que no sea estimulante ni exija estar delante de una pantalla. Pero sobre todo se recomienda no echar abajo este hábito mirando el móvil a última hora, ni para poner el despertador.
Sabemos que puede ser complicado no estar pendiente del móvil, pero dormir menos horas de las necesarias puede causar importantes problemas de salud y, sin duda alguna, un continuo malestar.