Windows no deja de evolucionar para mejorar su rendimiento y su experiencia de uso en ordenadores. La última función que están probando sus desarrolladores permitiría adaptar el sistema operativo al uso que vayas a hacer de tu equipo.
A nadie le vendrá de nuevas que alguien que se dedica profesionalmente a la fotografía o al diseño tiene unas necesidades informáticas totalmente diferentes a las de alguien que trabaja en el departamento de ventas de una empresa o un estudiante de secundaria.
Más allá de las características y componentes que forman sus ordenadores, a nivel del sistema operativo las actividades también son muy diferentes y, por lo tanto, la asignación de recursos también debería serlo.
Por eso los ingenieros de Windows 10 han puesto en marcha un proyecto que busca adaptar el comportamiento del sistema operativo al tipo de tareas que vas a hacer con él.
El proyecto se ha hecho público desde el blog de usuarios Insider de Windows, pero sus desarrolladores no han dado demasiados detalles al respecto dado que se encuentra en una etapa de desarrollo muy temprana.
Lo que sí sabemos es que, durante el proceso de configuración inicial tras instalar la ISO de la nueva versión para desarrolladores de Windows 20231, el sistema preguntará qué uso va a dársele al equipo mostrando una nueva pantalla en la que se listan distintas actividades.
El usuario solo tendrá que marcar una o varias casillas de las opciones que se le muestre, entre las que se encuentra un uso específico para Gaming, estudios, familiar, entretenimiento, creatividad y negocios.
En función de la respuesta, Windows focalizará la gestión de los recursos hacia un determinado tipo de tareas frente a otras, optimizando así el rendimiento del equipo.
Por el momento, la nueva función solo estará disponible para un número muy reducido de Insiders, que podrán probarlo al restablecer su equipo o reinstalar la compilación en pruebas 20231 de Windows 10 en sus ordenadores.
Como viene siendo habitual en este tipo de proyectos experimentales, el resultado final tal vez se implemente en la próxima versión estable de Windows 10, probablemente lo haga con montones de cambios a sus espaldas e incluso puede que nunca vea la luz y termine en algún oscuro cajón de las oficinas de Microsoft en Redmond.