Una reciente cooperación entre Google y la policía de Florida puede hacernos pensar sobre la privacidad que tenemos al utilizar el buscador.
Nadie debería olvidar que queda registrada cada una de las búsquedas que realizamos en Google y la mayoría de las alternativas de grandes empresas. Existe otro tipo de buscadores, pero la hegemonía de Google es indiscutible. Dicho esto, pueden surgir algunas preguntas sobre la privacidad existente y hasta qué punto una búsqueda equivocada nos mete en problemas.
Como ejemplo de esto que comentamos, según Android Police, tras un incendio provocado, la semana pasada la policía de Florida solicitó a Google un registro de todos los usuarios que habían realizado algunas búsquedas específicas, como direcciones, poco antes de que se cometiese el incidente. Google cooperó y envió datos sobre las búsquedas y las direcciones IP asociadas.
Este caso que va más allá de lo casual puede ser especialmente problemático al ofrecer información general para iniciar una criba de sospechosos, en vez de solicitar la información sobre un sospechoso concreto. Además de poner en el foco preguntas sobre la privacidad o la casualidad que pueden existir.
Es conocida una anécdota ocurrida hace años en que se detectó que una persona estaba realizando búsquedas truculentas y sospechosas, tanto que se alertó a la policía. Era un guionista de CSI que se dedicaba a documentarse para escribir los capítulos. Este es un ejemplo de lo que puede ocurrir al cribar a usuarios por las palabras clave que utilizan y el hacerlo en un momento equivocado.
La cantidad de usuarios analizados puede ser muy vasta y no se sabe hasta qué punto entorpece y desvia las investigaciones policiales. Existe una gran preocupación porque el historial de búsquedas puede transformar en sospechosas a personas que no tienen nada que ve con los delitos, según avisan en CNET, y visto el volumen de búsquedas que se realizan hoy día es posible sufrir grandes casualidades.
Es complicado encontrar una solución a todo este dilema que parte de unas bases mucho más profundas. La privacidad es un beneficio al que se renuncia según las herramientas que se utilicen, pero ¿cuál es nuestra responsabilidad? ¿Debería Google dar los datos de multitud de usuarios? ¿Debemos ser sospechosos de un crimen si nuestras búsquedas en Google indican que podemos haber sido nosotros?