El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa conversó con Fernando Carvallo en el programa «Enfoque de los sábados», de RPP Noticias, a 10 años de recibir el máximo reconocimiento literario.
Durante la entrevista, Vargas Llosa recordó que al recibir la llamada de la Academia Sueca tenía una pequeña duda debido a una mala experiencia que vivió el escritor italiano Alberto Moravia.
«Recordaba haber estado en Roma cuando le hicieron una pasada de muy mal gusto a Alberto Moravia. Alguien lo llamó haciéndose pasar por un funcionario de la Academia Sueca y le dijo que le habían dado el Premio Nobel de Literatura. Entonces, Moravia convocó a la prensa y resulta que no le habían dado el Premio, pues la verdad es que se quedó en una situación muy incómoda», relató.
No obstante, al recibir la noticia en el 2010 y contárselo a sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana vivió -junto a ellos- una gran emoción.
«Cuando me llamaron de la Academia Sueca pensé: ‘oye no será esto una pasada, una broma de mal gusto de algunos amigos o enemigos‘. Dudando mucho finalmente decidimos llamar a nuestros hijos», contó el escritor peruano.
«Fue muy divertido porque creo que a Gonzalo lo pesqué en la ducha. A Morgana la desperté y el único que había salido a caminar o a correr era Álvaro», detalló. «Parece mentira que hayan pasado ya 10 años«, expresó.
Vargas Llosa también destacó el cariño que recibió de los peruanos y, especialmente, de los arequipeños.
«La verdad que estoy muy agradecido con mis compatriotas por la manera tan cariñosa con la que han recibido este premio y sobre todo a los arequipeños», comentó. «Realmente me conmovió muchísimo«, dijo.
En ese sentido, fue que el Premio Nobel de Literatura decidió hacer la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa en la ciudad blanca y, además, dejará todo su legado literario en dicha casa de libros.
«Pensé que no tenía mucho sentido hacer esa donación a Lima, porque hay muy buenas bibliotecas, pero en Arequipa pensé que podría llenar un vacío. Sobre todo hecha a base de literatura moderna. Servir a mucha gente joven y no tan joven, que se interesaba por la literatura y que en Arequipa tenía dificultades para acceder a esos libros», explicó.
«He dejado muy en claro que luego que yo desaparezca, el resto de mis libros irán a Arequipa«, apuntó.
UNA ESTATUA VIVIENTE
Para Mario Vargas Llosa, el reto de recibir el Premio Nobel de Literatura es demostrar al mundo que su carrera no ha terminado y que, por el contrario, sigue avanzando.
«El problema es que quien los recibe inmediatamente adquiere esa situación de estatua viviente y que la gente no lo cree viviente sino que considera que ha acabado su carrera literaria», señaló.
«Buena parte del esfuerzo que tienes que hacer luego de recibir el Nobel de Literatura es demostrar que no estás muerto y que todavía estás operando, escribiendo, publicando. Eso es lo que he estados haciendo», afirmó.
En los últimos 10 años, Mario Vargas Llosa ha escrito y publicado cuatro novelas: “El sueño del celta”, “El héroe discreto”, “Cinco esquinas” y “Tiempos recios”.
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