Huawei está viviendo un año complicado debido al la enorme limitación que supone no poder vender móviles con los GMS –los servicios móviles de Google– debido a la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Esto ha obligado a la compañía a acelerar su sistema operativo HarmonyOS y, además, a nutrir su tienda, AppGallery, con las aplicaciones que más se usan en el día a día.
Hay otras limitaciones recientes en el diseño y desarrollo de microprocesadores, y en ese ambiente hostil, la compañía está logrando buenos números tanto en venta de portátiles como de wearables, donde cuentan con dispositivos que ofrecen prestaciones top en rangos de precio muy llamativos.
El de los móviles, sin embargo, es el mercado que más llama la atención y donde Huawei había sido muy fuerte hasta ahora (este año, gracias a China, se coronó como la número uno en ventas, por encima de Samsung) y, ahora, lanzan el Huawei Mate 40 Pro.
Mate 40 Pro | |
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Pantalla | Panel OLED | 6,67″ DCI-P3 HDR | 2.772 x 1.344 píxeles | Curvatura de 88º |
Procesador | Kirin 9000 |
Memoria RAM | 8 GB LPDDR5 |
Almacenamiento | 256 GB UFS 3.1 |
Batería | 4.400 mAh | Carga de 66 W |
Cámaras principales | Principal de 50 Mpx f/1.9, OIS y PDAF | Telefoto de 12 Mpx f/3.4 5x, OIS y PDAF | Gran angular de 20 Mpx f/1.8, PDAF | Sensor 3D |
Cámaras frontales | Principal de 13 Mpx f/2.4 | Sensor 3D |
Dimensiones y peso | 162,9 x 75,5 x 9,1 mm | 212 gramos |
Sistema | Android 10 sin GMS + EMUI 11 |
Se trata de un completo buque insignia, un móvil grande por dentro y por fuera del que ya os hemos contado todas las características y que apuesta por un SoC de última generación, unas cámaras versátiles y potentes, una carga de 66 W y una pantalla espectacular para convencer a unos usuarios que se van a encontrar con un tope de gama en todos los aspectos, pero que carece de esos servicios de Google.
Acabamos de recibir el móvil y a continuación os vamos a ofrecer nuestra opinión del Mate 40 Pro tras una primera toma de contacto. Es un móvil que impresiona entre las manos y al que se le ven esas «líneas» de la familia Mate, pero también la experiencia de la compañía china y la atención a la opinión de usuarios y periodistas tras el lanzamiento del terminal del año pasado, el Mate 30 Pro –análisis-.
No tenemos demasiada experiencia con el terminal porque llevamos solo unas horas con él, por lo que estas son unas primeras impresiones del Mate 40 Pro y no vamos a entrar en detalle. Así, el rendimiento en benchmarks, en juegos, diferentes fotos y vídeos tomados con el terminal, la carga de la batería y su duración y otros aspectos, tendrán que esperar al análisis del Mate 40 Pro debido a que estas son unas primeras impresiones muy prematuras.
Dicho esto, os dejamos el vídeo y el texto en el que os presentamos un poco más a fondo el Mate 40 Pro.
Índice de contenidos:
Vamos a empezar esta primera opinión del Huawei Mate 40 Pro hablando del diseño ya que, definitivamente, llama la atención. Los Mate han tenido unas líneas muy claras para diferenciarse de los Huawei P. Las cámaras han estado en la parte central y con las pantallas han intentado estirar el panel todo lo posible, aprovechando cada año un poco más el frontal.
Antes marcaban la diferencia entre los móviles grandes y los ‘tabletófonos’, pero ahora que esa línea es muy difusa, Huawei lo que ha hecho ha sido estirar la pantalla para que arrope los laterales. El año pasado experimentó con un panel con una curvatura de 88º que incluían los ajustes de volumen táctiles, entre otras cosas, eliminando los botones.
Fue una decisión que no gustó a todos (desde luego, a mi no porque uso mucho el cambio de volumen con el móvil en el bolsillo), y este año la compañía china ha escuchado las críticas. Vuelve el panel con curvatura de 88º en los laterales, pero también los botones de volumen.
Es un móvil grande con 163 mm de altura, 75,5 de ancho y 9,1 de grosor, y sus 212 gramos hacen que tampoco sea ligero, por. lo que hay que tener cierto cuidado a la hora de manejarlo.
La trasera es algo resbaladiza, pero Huawei incluye una funda para paliar este problema y para proteger un enorme módulo de cámara.
Llama la atención y se han hecho bromas sobre que parece un iPod Classic si se le da la vuelta, pero como esto va en gustos, he de decir que me gusta el módulo. Se trata de una enorme pieza de cristal que sobresale algo más de un milímetro respecto a la parte trasera y que esconde tres cámaras principales, un micrófono y otro sensor para calcular el enfoque y el desenfoque de fondo.
Es un módulo muy grande y, definitivamente, diferenciador respecto al resto de módulos de cámara del mercado.
En la parte superior, Huawei ha montado un altavoz independiente, por lo que no se usa el auricular de llamadas como altavoz estéreo. También hay un micrófono y un emisor de IR. En la parte inferior tenemos otro altavoz, el USB Tipo-C, un micrófono y el puerto de SIM.
Si pasamos al frontal, tenemos palabras mayores. Huawei vuelve a apostar por una doble cámara frontal que es muy similar a la que vimos en el P40 Pro. En la presentación hablaron sobre que el tamaño es más reducido que el notch del Mate 30 Pro, y sí, tienen razón, pero sigue siendo un módulo enorme en la parte superior derecha.
Afortunadamente, las notificaciones no sufren con este módulo y se muestran de manera correcta. Si hablamos del panel, tenemos un OLED de unas impresionantes 6,76″. No es el más grande de este año y realmente ya casi ni llama la atención porque estamos viendo móviles gigantes de casi todas las compañías.
Lo que sí llama la atención es que los bordes son extremadamente delgados, casi inexistentes. No llegan al milímetro de grosor en los laterales debido a una curvatura de vértigo. Son 88º por los laterales, un ángulo que atrapa las miradas y que, por mi experiencia estos días con el terminal, no provoca falsas pulsaciones, algo que siempre es de agradecer.
Eso sí, es una curvatura muy exagerada y lo que sí hace es que haya elementos de la interfaz o juegos que se «doblen» debido a que no están optimizados para estos paneles, sino para un panel plano. En imágenes con fondo blanco se producen sombras en esos laterales debido a que el ángulo de visión es extremo y la presión de la curvatura demasiado alta.
La resolución es extraña y da un paso adelante frente a los 2.400 x 1.176 píxeles del año pasado aunque, eso sí, no estamos en los QHD+ de hace dos generaciones. Nos quedamos en unos 2.772 x 1.344 píxeles, una resolución extraña que se explica por esa curvatura. El perfil de color es DCI-P3 y la compañía china nos ha «chivado» que la cámara es capaz de trabajar de forma nativa con ese perfil de color cinematográfico.
Ahora bien, ¿qué tal la experiencia de visionado? Lo cierto es que, quitando las sombras y la curvatura, consumir contenido es un placer en el Mate 40 Pro. Jugar, ver YouTube (en el navegador, claro) y disfrutar de las apps de streaming que funcionan en el sistema es una grata experiencia, pero tenemos que hacer más pruebas.
Tenemos la opción de elegir un refresco de 90 Hz y, como hemos visto en otros móviles a lo largo de estos últimos meses, es algo que mejora la experiencia general, no solo en los juegos compatibles, y además otorga un plus de fluidez siempre que el sistema y el hardware acompañen. Y sí, las tripas del Mate 40 Pro pueden, de sobra, con ese refresco.
2020 nos ha traído muy buenas noticias en diferentes apartados. Prácticamente todos los móviles (da igual el precio) hacen buenas fotos con el sensor principal, parece que los 90 Hz, y más, han llegado para quedarse y tenemos potencia suficiente en los SoC de Qualcomm y Mediatek para jugar a un gran nivel desde los 170 euros hasta… bueno, hasta los más de 1.500 de algunos dispositivos.
Sin embargo, hay un detalle que sigue reservado para la gama de más de 600 euros, por lo general. Se trata de la velocidad. No la velocidad para jugar o navegar, sino la velocidad a la hora de hacer esas acciones, pero también copiar y leer datos, abrir apps pesadas al instante, tener una experiencia prácticamente sin cargas y, además, conseguir una fluidez máxima en todos los rincones del sistema.
El corazón del Mate 40 Pro es el SoC Kirin 9000. Se trata de un chip desarrollado por HiSilicon, de Huawei, que cuenta con unas especificaciones espectaculares. Está construido en 5 nanómetros, por lo que será extremadamente eficiente con la batería, y cuenta con tres clusters.
Uno de cuatro núcleos a 2,04 GHz que son los que se activan cuando la app no necesita mucha potencia, otros tres de 2,54 GHz que son algo más potentes y un núcleo ‘Gold’ que sube a unos espectaculares 3,13 GHz. Tenemos muchas ganas de ver de qué es capaz este SoC que está acompañado por 8 GB de memoria LPDDR5 y una GPU Mali de 24 núcleos que no cuenta con una frecuencia muy alta, pero que promete muy buenos resultados en juegos.
En las escasas pruebas que hemos podido hacer, el móvil vuela en todo momento y esto es gracias tanto a la buena optimización de EMUI 11 sobre Android 10 y la memoria de 256 GB con estándar UFS 3.1. Tenemos ganas de hacer nuestras pruebas de velocidad de lectura, escritura y copia en memoria, pero os podemos decir que el móvil es extremadamente rápido en todas las tareas, algo que se puede apreciar en este vídeo:
Ahora bien, toca hablar del software. Como digo, no tenemos los servicios de Google, pero se nota que de un año a otro la compañía se ha esforzado en mejorar Phone Clone. Se trata de una app que debemos instalar en nuestro teléfono anterior y que con el Mate 30 solo nos dejaba pasar mensajes, contactos y llamadas, pero nada más.
Ahora, podemos pasar todo lo que teníamos en el anterior teléfono, incluidas apps que no se encuentran en la App Gallery. Debo hacer más pruebas, pero los juegos, WhatsApp, Twitter, Instagram, Spotify, Slack o Telegram, funcionan perfectamente con la versión de Phone Clone, sin tener que recurrir a bajar una APK.
Si intentamos usar Netflix, nos dice que nanai y si intentamos logearnos en una app que funciona, como Spotify, con la cuenta de Google… tampoco nos deja. Stadia, Gmail, Analytics y otras apps de Google no nos han funcionado, así como Netflix. Game Pass de Microsoft nos dice que tenemos que ejecutar la app en un móvil Android con GMS, aunque curiosamente nos deja jugar sin problemas.
Hay algunos detalles que me han gustado, como la forma en la que EMUI 11 mantiene apps minimizadas en una especie de burbuja. Es lo que hace Android 11 nativo con algunas apps de mensajería y, realmente, es algo que lleva un paso más allá la multitarea.
Tenemos que pasar más días y en una semana os ofreceremos el análisis del Mate 40 Pro en el que detallaremos los impedimentos que nos encontremos, pero en este aspecto… poco más se puede hacer. Hay apps del día a día que van bien y otras que no van a funcionar, lo que nos obligará a recurrir a versiones web de esas apps.
No podemos hablar de las fotos que conseguimos, pero sí de los sensores que tenemos entre manos. En este aspecto, Huawei ha mantenido las características de los P40 Pro, que ya eran espectaculares en en apartado fotográfico, y ha aplicado diferentes mejoras para que en vídeo también llame la atención en esta gama premium.
En el módulo tenemos una cámara periscópica que nos permite tener un 5x óptico con un 10X híbrido. El sensor principal es de 50 Mpx f/1.9 estabilizado y con un sensor de buen tamaño 1/1,28″ con un píxel bastante grande, de 1,22 µm.
Este sensor está acompañado por un gran angular cinematográfico, según Huawei, que tiene 20 megapíxeles, es muy luminoso gracias a la apertura f/1.8 y tiene enfoque PDAF. Los tres sensores tienen enfoque PDAF y tanto el angular principal como el tele están estabilizados, componiendo un arsenal de objetivos de lo más interesante.
Si hablamos de la focal en su equivalencia en 35 mm, tendríamos un 18 milímetros, un 23 milímetros y un 125 milímetros nativo f/3.4 en la palma de la mano. Los resultados con el P40 Pro nos sorprendieron, pero está claro que debemos probar estos sensores para ver qué tal se portan.
No hemos terminado, ya que en la trasera tenemos otro sensor para calcular la profundidad y el enfoque y en la parte frontal tenemos otros dos sensores. Uno es la cámara de 13 megapíxeles y el otro es un ToF 3D que se utiliza para desbloquear con el rostro, de forma bastante precisa, y para permitir algunos gestos de control del dispositivo.
Esto es una ampliación de lo que Google y la propia Huawei introdujeron hace unos meses, ya que con diferentes gestos podemos hacer capturas, parar o reproducir canciones y movernos por las apps.
Con este sensor, también podemos mirar a la pantalla para bajar el volumen o mantener la pantalla encendida si el móvil reconoce que la estamos mirando. Esto es un extra para usar el móvil si estamos con las manos mojadas o algo así, pero hay que esperar al análisis para comprobar estos días si realmente lo usamos o no.
Por cierto, el control por gestos, los tradicionales, es excelente ya que es preciso y muy fluido.
Las primeras impresiones del Mate 40 Pro son muy cercanas a las esperadas. Huawei ha refinado el diseño del Mate 30 Pro y ha añadido un módulo de cámara que llama la atención por el tamaño y diseño, pero también por no tener un círculo con un acabado diferente rodeando el módulo de cámara.
Han eliminado el notch para apostar por un doble orificio, alargado, además, para la cámara frontal y han mantenido una pantalla excesivamente curvada que no es la mejor para visualizar algunos contenidos, ya que se pierde información y hay diferencias en brillo y contraste, pero que mejora en la sensibilidad táctil para que no haya toques involuntarios.
Además, han aprendido del año pasado y han traído de vuelta el control físico del volumen. Es algo muy importante y el año pasado se demostró que el usuario no está preparado, o no quiere, vivir sin estos botones. Hay nuevas opciones de software en un sistema muy maduro y que me gusta, pero que no tiene los servicios de Google y que sigue sin ser, por el momento, para un usuario que quiere instalar apps sin preocuparse de nada.
Por otra parte, el sistema va como un misil gracias a Kirin 9000 y la memoria UFS 3.1. Ahora, nos toca probar a fondo la cámara, apps pesadas y juegos para, en unos días, contaros toda nuestra experiencia en la correspondiente review del nuevo gama premium de Huawei.
De momento, ya digo: es un móvil que gusta tener entre las manos porque la sensación de contar con algo muy, muy premium es constante y, además, porque es de las experiencias más cercanas a tener un móvil todo pantalla que hay en el mercado.