Si vas a contratar el seguro para tu moto, no hagas caso de estos mitos: todos son mentira.
No te creas todo lo que te cuentan, ni puedes dejar de pagar el seguro porque durante una temporada no vayas a usar la moto, ni es seguro que te vayan a subir la prima por dar un parte. Tampoco pagarás más porque tu moto sea de color rojo. Repasamos seis falsos mitos sobre los seguros de motos, de la mano de AMV.
1. Falso: Puedo dejar de pagar el seguro si no uso la moto
La legislación establece que todo vehículo a motor tiene que contar con un seguro. Por tanto, aunque no puedas utilizar la motocicleta estás obligado a mantener tu póliza.
2. Falso: El seguro no protege durante un estado de alarma
El estado de alarma no modifica las protecciones que ofrecen los seguros de motos, ya que las mismas son mantenidas, ya sean desde la modalidad básica de responsabilidad civil: “seguro a terceros”, como las protecciones más completas de daños propios en la modalidad “todo riesgo”, así como aquellas coberturas opcionales que el cliente haya podido incluir en su póliza.
3. Falso: Puedo dejar de pagar el seguro unos meses, ya que considero que si realizo pagos fraccionados mi póliza no es anual
El aseguramiento del vehículo es generalmente anual. Las compañías ofrecen facilidades de pago mediante el fraccionamiento de los recibos de forma semestral, trimestral o mensual. De esta forma, la prima queda dividida en varios pagos, para evitar que el asegurado tenga que abonar el importe total de una sola vez. Por tanto, el fraccionamiento es una mera facilidad de pago, así es que, si la prima es anual o de cualquier durabilidad con fraccionamiento, se debe cumplir con los pagos pactados.
4. No siempre: Aumenta la prima de nuestro seguro al dar un parte de accidente
Depende de qué tipología de accidente y de la compañía aseguradora. Algunas incrementan el precio del seguro o incluso no lo renuevan una vez notificado un siniestro en el que el tomador es culpable. También hay compañías que mantienen el precio de la prima, sin embargo, no es lo más habitual.
5. No siempre: El seguro a todo riesgo siempre es la mejor opción
Es la mejor opción si el usuario quiere mantener la moto en perfecto estado de manera permanente y así no tener preocupaciones o desembolsos inesperados. También es una excelente alternativa si se trata de un vehículo nuevo, ya que, en caso de siniestro total, robo (total) o incendio (total), la mayoría de las aseguradoras indemnizan con el “valor de nuevo” del vehículo el primer año. Es decir, sin descontar la depreciación que haya podido sufrir el vehículo desde su matriculación de la indemnización. En el caso de AMV, esta valoración favorable se extiende a los dos primeros años. Además, se aplica a las indemnizaciones que correspondan por las garantías de robo, incendio y daños propios, sin importar que los daños del siniestro sean parciales o totales.
6. Falso: La cuota del seguro varía según el color de la carrocería
Cada compañía aseguradora tiene su propio motor de cálculo, pero generalmente esta estimación de la prima se basa en varios factores: el perfil del cliente/tomador (edad, los años de experiencia carné o el historial de accidentes); la tipología del vehículo (marca, modelo y cilindrada); la antigüedad de la moto; la fecha de compra, el código postal de estacionamiento, la utilización del vehículo por varios conductores; el kilometraje y la antigüedad en la compañía y los años asegurados consecutivos.
Este artículo fue publicado en Autobild por Noelia López.