Google ha anunciado hoy su primera red privada virtual. Una paradoja, teniendo en cuenta de dónde provienen la mayor parte de sus ingresos.
Google ya tiene una red privada virtual a nivel usuario. Se llama VPN by Google One y será gratuita para algunos usuarios de Google One, su servicio de almacenamiento.
Es un movimiento lógico, pero que no deja de ser chocante para una compañía que vive del análisis y explotación de los datos de tráfico de los usuarios.
Una red privada virtual o VPN es una capa de protección que encripta la dirección IP del usuario, y su conexión a Internet. En otras palabras, nadie puede saber desde dónde se conecta, o lo que está haciendo en la red.
La VPN de Google One es una red privada virtual de Google que será gratuita para todos los usuarios que contraten Google One, el servicio de almacenamiento de Google, con una suscripción que incluya un espacio de almacenamiento de 2 TB o más.
Google One está disponible en España, pero de momento esta red privada virtual solo está activada en Estados Unidos, dentro del plan que cuesta 9,99 dólares al mes. A España llegará «muy pronto«.
La supuesta ventaja de esta VPN de Google es que gracias a sus potentes servidores la velocidad de navegación seguirá siendo alta, pese a que se encripta todos los datos que maneja la conexión, tanto los de entrada como los de salida.
Entre otras cosas, permite reproducir en streaming, descargar y navegar con una conexión cifrada y privada. Además protege de los hackers en redes que no sean seguras, como redes Wi‑Fi públicas. Y oculta tu dirección IP para evitar que terceros la usen para rastrear tu ubicación.
Y es muy sencilla de activar. Solo hay que poner en marcha la app de Google One, pulsar el botón de VPN, y toda la navegación quedará encriptada, sin importar el navegador que uses.
De momento solo está disponible para Android, pero en breve llegará a iOS y Windows.
Como hemos comentado, resulta paradójico que una compañía que vive de procesar los datos de tráfico de los usuarios, ofrezca una VPN que oculta toda esta información. Pero los usuarios de Google One son infinitesimales, en comparación con los miles de millones de personas que usan otros servicios de Google que sí son rastreados.
En la web de Google One, la compañía asegura que «Google nunca usará la conexión VPN para registrar, vender ni hacer un seguimiento de tu actividad de navegación. Nuestras bibliotecas de cliente son de código abierto, y nuestros sistemas de extremo a extremo se someterán a auditorías independientes (próximamente en 2021)«.