Los drones se han convertido una forma de entretenimiento muy popular durante los últimos años por varios motivos: son fáciles de usar, relativamente baratos y no es demasiado complicado aprender a pilotar un dron. Pero ¿qué dron comprar? La elección no es sencilla, y para ello hemos elaborado esta guía de compra.
Elegir el dron adecuado marcará el inicio de una afición o acabará en un completo desastre con el dron abandonado en el fondo de algún oscuro armario. Para evitarlo te damos algunos consejos y guía para comprar un dron en 2020. Encontrarás consejos que te servirán tanto si solo quieres gastar 100 euros en la compra, como si estás dispuesto a destinar un presupuesto mucho mayor para comprar el dron.
Qué tipo de dron elegir o en qué aspectos técnicos debes fijarte son algunas de las cosas que te contaremos en esta guía para comprar un dron, así como algunos consejos para elegir un dron adecuado para ti.
Si estás leyendo este artículo es más que probable que estés considerando comprar tu primer dron. Te contamos todo lo que necesitas saber para comprar un dron y acertar de pleno en tu elección.
Índice de contenido:
Lo primero: no seas ambicioso, empieza por lo sencillo
Sucede en todos los ámbitos, no importa si quieres comprar un ordenador, un coche o una tostadora. Quieres que tu dispositivo tenga las últimas tecnologías y sea la crème de la crème de ese tipo de dispositivos.
En algunos apartados puede ser un acierto, pero si hablamos de un dispositivo que va a volar a gran velocidad y altura, y es susceptible de estrellarse al mínimo descuido, igual comprar el dron más caro no sea la mejor idea.
Si vas a comprar tu primer dron, es recomendable fijarse en los drones más baratos para comenzar a adquirir habilidades de vuelo. Puedes dar por descontado que, al principio, vas a estrellar tu dron. Es normal, forma parte del proceso de aprendizaje, pero no es lo mismo estrellar con un dron de 30 euros que con uno de 800 euros.
Antes de aventurarse con modelos más sofisticados, aprende a controlar las funciones báscias de control de vuelo. Domina las técnicas de vuelo con viento, aterrizaje, esquivar obstáculos, hacer acrobacias, etc. A tu bolsillo le dolerá que practiques con un dron de principiante que con uno de calidad profesional.
Uno de los requisitos fundamentales para un dron para principiantes es que no sea muy rápido y “nervioso” en su pilotaje. De ese modo, te será mucho más sencillo comenzar a desarrollar tus habilidades de vuelo y te resultará más fácil de controlar por tener un comportamiento menos impulsivo que pueda llevarlo a estrellarse contra los árboles o contra el suelo.
Una vez hayas aprendido a pilotar los drones más baratos, los más avanzados te parecerán un paseo ya que estos modelos más avanzados cuentan con numerosas ayudas de vuelo.
Ten en cuenta la legislación de tu país
Otro de los aspectos básicos antes de comprar un dron es conocer la legislación vigente en tu país sobre el vuelo de drones de recreo o aeronaves de cualquier tipo.
Si estás pensando en comprar un dron para bajar a volarlo a la plaza que hay junto a tu casa, debes saber que en España está terminantemente prohibido volar drones en espacios urbanos. Esto puede hacer que te plantees su compra.
Si por el contrario estás pensando en comprar un dron para usos comerciales, debes saber que la legislación exige a los pilotos o responsables una serie de permisos y licencias de pilotaje para volar estas aeronaves fuera de las áreas limitadas para el uso recreativo.
¿Para qué vas a usar el dron?
Si te planteas usar el dron con fines recreativos y no vas a volarlos fuera de casa, uno de los denominados mini drones o drones de juguete serán más que suficiente para proporcionarte horas de diversión y entretenimiento a muy buen precio.
En cambio, si tu intención es convertirte en un piloto de carreras de drones puedes prepararte un generoso presupuesto ya que tanto el equipo necesario para volar este tipo de drones, como los drones en sí son bastante caros.
El uso que vayas a hacer del dron o dónde vaya a pilotarlo también será determinante para elegir otras características del dron como la necesidad de montar protectores de hélices si vas a usarlo en interiores o elegir un dron con buena autonomía de vuelo si tienes intención de pilotarlo en exteriores.
Ten en cuenta que no todos los drones vienen montados
Antes de empezar a buscar un dron debes tener en cuenta que no todos los drones vienen preparados para volar cuando los recibes en casa. Algunos necesitarán piezas adicionales o terminar de ensamblarlo.
La mayoría de los drones vienen listos para ser usados, pero no es la norma. Para evitar sorpresas de última hora, fíjate en algunas de las siglas más habituales que puedes encontrar en las descripciones de drones de las tiendas.
- RTF (Ready To Fly): La mayoría de drones para principiantes son Ready To Fly, es decir, listos para volar desde el primer minuto ya que incluyen todos los componentes y accesorios necesarios para usarlo.
- BNF (Bind and Fly): En este tipo, el drone en sí vienen completamente montado y listo para funcionar, pero no se incluye ningún controlador o mando de control, por lo que debes comprarlo por separado o enlazarlo con tu propio mando. Esta opción resulta conveniente cuando ya has invertido en un controlador de calidad, ahorrando así al comprar el nuevo dron. Si ese es tu caso, asegúrate de que tu controlador y el dron son compatibles.
- ARF (Almost Ready To Fly): Este es el formato menos recomendable para los principiantes ya que el drone viene prácticamente desmontado y tendrás que comprar por separado algunos elementos básicos como rotores, unidades de control de vuelo, etc. Este formato es perfecto si tu intención es personalizar al máximo tu dron o actualizarlo con piezas más potentes.
Repuestos, los vas a necesitar sí o sí
Sea cual sea el dron que elijas, asegúrate de que cuenta con un amplio respaldo de piezas de repuesto. Lamentablemente, más pronto que tarde los vas a necesitar y ese debe ser una de las principales razones para elegir un dron para principiantes.
Lo más habitual en los primeros vuelos de los principiantes es que el dron acabe estrellado contra el suelo o contra algún obstáculo. En este tipo de accidentes la parte más delicada son las hélices de los rotores. Por lo que debes estar preparado para cambiar algunas, al menos durante los primeros vuelos.
Rotores, soportes y baterías son algunos de los repuestos que más vas a necesitar y es conveniente que estas piezas sean sencillas de sustituir para que puedas hacerlo tú mismo sin tener que acudir a un servicio técnico.
Además, debes tener en cuenta que exista un mercado de recambios compatibles para ese modelo de dron, de ese modo podrás comprar los repuestos que necesitas para reparar tu dron al mejor precio. Una simple consulta en Google te desvelará si existen recambios compatibles para un modelo de dron en concreto.
Volando contra viento y marea
Entrando ya en prestaciones concretas de vuelo del dron, conviene tener en cuenta las características del dron. Factores como el peso, el volumen de la carcasa o el tamaño de las hélices serán determinantes a la hora de volar bajo condiciones atmosféricas que no son las más adecuadas.
Si el dron es demasiado ligero o sus hélices muy pequeñas, la mínima brisa lo descontrolará pudiendo ocasionar un “aterrizaje forzoso” o el choque contra algún obstáculo.
Muchos fabricantes indican en su hoja de especificaciones la velocidad del viento en las que el dron puede volar con seguridad, pero a modo de referencia, te podemos adelantar que habitualmente no superan velocidades que podrían considerarse como una suave brisa sin notar inestabilidad en su vuelo.
Además, también debes tener en cuenta su peso y capacidad de carga, sobre todo si tienes intención de acoplarle un arnés para montar una cámara en el dron.
En este caso, no solo deben tenerse en cuenta las condiciones del viento, sino que las condiciones de vuelo también se verán afectadas por otros fenómenos climatológicos como la temperatura, la humedad e incluso la altura.
Si el límite de capacidad de carga del dron está muy cercano al peso de la cámara, es probable que ante determinadas condiciones climáticas en las que el aire se vuelve menos denso, el dron no pueda levantar el vuelo por el peso de la cámara.
Por lo tanto, cuanta mayor sea la diferencia entre el límite de peso del dron y el de tu cámara, más opciones de poder volar en cualquier condición climatológica.
Alcance y autonomía
El alcance y la autonomía de vuelo son, con toda probabilidad, los dos factores más decisivos a la hora de elegir un dron para exteriores. Esta es una de las principales diferencias entre los drones de entretenimiento y los destinados a usos más profesionales.
El alcance está directamente relacionado con la potencia del controlador desde el que pilota el dron, que puede enlazarse con el dron de dos formas: mediante radiofrecuencia en la banda de 2,4 GHz, algo habitual en la mayoría de modelos, o creando una red Wi-fi a la que se conectan el dron y su controlador y mediante la que se intercambian las instrucciones de vuelo.
Como puedes imaginar, el enlace por radiofrecuencia ofrece una mayor distancia de alcance, es decir, el dron cubrirá una mayor área de vuelo, mientras que la opción de conexión por Wi-Fi acostumbra a ser más habitual en drones de entretenimiento para interiores.
El alcance de la radiofrecuencia varía entre los 50 y los 350 metros, aunque los drones profesionales pueden tener alcances incluso mayores.
Por otro lado, debes tener en cuenta la autonomía de vuelo que proporcionan las baterías del dron. De media, el tiempo de vuelo de un dron de entretenimiento oscila entre los 7 y los 30 minutos.
Esto es importante ya que puede entrar en conflicto con el alcance. Si un dron tiene mucho alcance y poca autonomía, corre el riesgo de llegar a su punto de no retorno demasiado rápido, por lo que tendrás que ir en su busca más veces de las que te gustaría.
Este escaso tiempo de vuelo hace necesario comprar baterías adicionales para tu dron si no quieres terminar aburrido al tener que esperar 40 minutos de carga para disfrutar de 15 minutos de diversión.
El superpoder de la fotografía
Uno de los motivos más habituales para usar un dron es la posibilidad de hacer fotos desde un punto de vista totalmente diferente. Las fotos y vídeos aéreos tomados desde un dron son realmente espectaculares.
Si el dron lleva la cámara integrada en el cuerpo, debes tener en cuenta la resolución que ofrece. El mínimo exigible actualmente es una resolución Full HD (1.920 x 1.080 píxeles) pero muchos modelos ofrecen 4K sin que suba demasiado el precio.
También es posible que el dron no cuente con una cámara integrada, pero incluya un arnés en el que puedes instalar una pequeña cámara de acción. Los más avanzados y profesionales permiten instalar incluso cámaras réflex en su parte inferior.
A la hora de tener en cuenta las prestaciones de fotografía y vídeo que ofrece el dron, ten en cuenta si el arnés o el mecanismo donde va integrada al cámara es motorizado. Esto te permitirá encuadrar la foto que quieres tomar de forma remota para que quede exactamente como necesitas.
Sensores y posicionamiento del dron
Los drones más caros y avanzados también vienen equipados con sensórica que permite la localización GPS del dron o enlazarse con una determinada posición para volver a ella cuando haya finalizado el vuelo.
Además, gracias a estos sensores, el dron puede controlarse mediante gestos. Solo tienes que mover las manos frente al dron para que este responda con los movimientos deseados.
Algunos drones de entretenimiento también cuentan con funciones de seguimiento en vuelo en el que, tras fijar un objetivo de seguimiento como una persona o un lugar, pueden sobrevolarlos y seguirlos en movimiento creando espectaculares tomas de vídeo.
Gracias a los sensores integrados en el dron, se puede establecer un perímetro de vuelo en el cual se mantendrá el dron. De ese modo. Evitarás perder el dron si pierdes el alcance o puedes evitar que, por error o por accidente, el dron se adentre en zonas pobladas o no permitidas por la legislación.