Quizá alguna vez te has parado a pensar, en plena degustación de una hamburguesa en el McDonald’s, que la Coca Cola te sabe mejor que la de casa, o la que tomas en los bares. Pues la realidad es que es así, y no tiene nada que ver con combinarla con alimentos como la hamburguesa o las patatas fritas.
No sorprendemos a nadie si decimos que todo en McDonald’s y otros establecimientos similares, está estudiado hasta el más mínimo detalle por su enorme equipo de marketing. Desde las luces y colores a las fotos de los menús, todo está pensado para motivar al cliente y despertar su apetito.
Quizá has notado que la Cola Cola del McDonald’s te sabe mejor que la del supermercado o la de los bares, y lo has atribuido a que la hamburguesa, las salsas o las patatas potencian su sabor. O a que cuando comes fuera, todo te sabe mejor que en casa. Pero no tiene nada que ver.
La Coca Cola del McDonald’s sabe mejor que la venden de serie porque su proceso de fabricación es distinto, según explica el periódico The New York Times, vía Andrea Núñez-Torrón de TICbeat.
Los bares y restaurantes, así como la Coca Cola que se embotella para vender en supermercados, normalmente reciben la Coca Cola concentrada en bolsas de plástico, que después se mezcla con agua para obtener el refresco.
McDonalds la recibe en tanques de acero inoxidable, que conservan mejor los aromas. Tanto el refresco como el agua, que pasa por unos métodos de filtración adecuados, se enfrían previamente antes de entrar en la fuente para refrescos.
McDonald’s usa tubos aislados para llevar el líquido del refrigerador a la fuente, manteniéndoo lo más frío posible. Desde la unidad hasta el grifo se conserva la temperatura correcta por encima del punto de congelación.
La Coca-Cola se conserva más fría, lo que mejora la carbonatación. El líquido se mantiene permanentemente frío, lo que impide que el gas se escape y mantenga las burbujas el mayor tiempo posible.
Al alcanzar los valores máximos de dióxido de carbono el pH de la Coca-Cola se reduce, manteniendo el sabor.
Finalmente, McDonald’s usa pajitas más gruesas que las que venden en los supermercados, así que llega más Coca Cola a las papilas gustativas, potenciando el sabor.
Y una última curiosidad: los refrescos de McDonald’s llevan diferente cantidad de azúcar según el país. En Estados Unidos y Canadá son más dulces que en Europa, donde se controla más estos temas.