El iPad de 8ª generación vuelve a la palestra para demostrar que todavía le queda mucho que decir a pesar de ser el iPad más asequible del catálogo de Apple.
Lo cierto es que el nuevo iPad de 2020 no cuenta con unas mejoras significativas a nivel de hardware, manteniendo una línea bastante continuista con respecto al modelo del año pasado.
No obstante, el cambio de procesador y la actualización del sistema operativo son dos mejoras que le sientan la mar de bien a la nueva tableta de Apple convirtiéndola en una opción a tener muy en cuenta por los 379 euros que parte en su versión de 32 GB con conexión WiFi. En este análisis te contamos si, en nuestra opinión, el Apple iPad de 8ª generación (2020) merece la pena.
iPad 8ª gen. (2020) | |
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Pantalla | IPS Retina |10,2 pulgadas (2.160 x 1.620 píxeles) | 264 ppp | 500 nits |
Procesador | Apple A12 Bionic |
RAM | 3 GB |
Almacenamiento | 32 y 128 GB |
Cámaras | Principal de 8 Mpx (f/2.4) | Frontal FaceTime HD de 1,2 Mpx (f/2.4) |
Touch ID | Sí |
Sistema operativo | iPadOS 14.1 |
Conectividad | Smart Connector | WiFi ac | Doble banda (2,4 y 5 GHz) | HT80 con MIMO | Bluetooth 4.2 | LTE 4G (versión WiFi+ Cellular) | Nano SIM | eSIM |
Dimensiones | 250,6 X 174,1 X 7,5 mm |
Peso | WiFi 490 gr | WiFi + SIM 495 gr |
Precio | 379 euros (WiFi, 32 GB) | 479 euros (WiFi, 128 GB) | 519 euros (WiFi+ Cellular, 32 GB) | 619 euros (WiFi+ Cellular, 128 GB) |
Análisis del Apple iPad de 8ª generación de 2020 por apartados:
Mismo iPad con una pantalla que sigue convenciendo
El diseño del iPad básico ha cambiado muy poco en los últimos años y, de hecho, será complicado diferenciar el modelo de 2019 con el de 2020 sin mirar la referencia o sus especificaciones.
En los últimos años los cambios que se han aplicado a este iPad han ido dirigidos a pequeñas variaciones en el grosor de la tableta de Apple y el aumento en la diagonal de pantalla que se produjo en 2019, pasando de una pantalla de 9,7 a las 10,2 pulgadas actuales.
En este modelo se mantienen los gruesos biseles que caracterizan a los iPad más básicos, doblando su tamaño en la parte inferior y superior para dar cabida al botón de inicio tradicional en el que se aloja el sensor de huella dactilar Touch ID, y la cámara de la parte superior.
Lo mismo sucede en la trasera, que conserva ese minimalismo propio de Apple con una trasera unibody que cae en forma de ligera curva hacia los bordes.
En Apple ni siquiera se han molestado por añadir nuevos acabados de colores como sí sucede con su hermano mayor el iPad Air 4, por lo que repite con los acabados en gris espacial, plata y dorado. Eso sí, esta trasera ofrece un tacto muy agradable y no deja rastro de huellas.
Apple agregó una pantalla más grande de 10.2 pulgadas el año pasado, que permanece para el iPad 2020, al igual que los biseles gruesos a su alrededor, el botón de inicio tradicional Touch ID y la parte posterior de aluminio.
En el lateral derecho, el iPad de 8ª generación ha mantenido el Smart connector, que ya montaba la generación anterior, mientras que en lado opuesto se encuentran los habituales botones de volumen y la bandeja para la tarjeta SIM en el caso del modelo con LTE 4G.
En el borde superior se encuentra el botón de encendido y el jack de auriculares, mientras que en le inferior encontramos la salida para una pareja de altavoces estéreo y el conector lightning en una posición centrada.
En lo que respecta a la pantalla, más continuidad con respecto al modelo del año pasado. Una pantalla IPS Retina con cuna diagonal de 10,2 pulgadas y resolución de 2.160 x 1.620 píxeles que deja una densidad de 264 ppp.
En el apartado del brillo, el iPad de 8ª generación continúa ofreciendo una experiencia de uso muy buena en exteriores gracias a los 500 nits que ofrece su pantalla.
Con un perfil de 7,5 mm y 495 gramos, el iPad de 8ª generación que estamos analizando aporta un agarre cómodo y ligero teniendo en cuenta su tamaño.
El hecho de contar con unos marcos generosos facilita el apoyo de los pulgares sin que se produzcan pulsaciones accidentales mientras usas la tableta. Pero Apple podría haber reducido algo más esos marcos para acercarse más a los valores del resto de la familia iPad.
Nos da la sensación que la experiencia de uso de esta pantalla no es tan orgánica como lo es en los iPad Pro, donde la pantalla se nota más cercana a la punta de los dedos. A pesar de esas sensaciones, se mantiene el buen equilibrio de color que habitualmente ofrecen los iPad.
Apple se ha reservado la función True Tone para los modelos superiores y no incluye esta característica en el iPad de 2020.
Sin embargo, esta es una carta que Apple no podrá jugar eternamente, sobre todo cuando sus principales rivales con Android ya montan pantallas OLED que ofrecen negros más profundos, mayor resolución y nitidez.
En esencia, nos encontramos ante un iPad que nos resulta muy familiar porque, en el aspecto estético y visual, nada ha cambiado en este iPad, aunque basta encenderlo para empezar a apreciar que, efectivamente, nos encontramos ante un nuevo iPad.
Potencia actualizada con el procesador A12 Bionic y iPad OS 14.1
La principal novedad que avala esta actualización del iPad de 8ª generación es el cambio de procesador, que pasa del bien amortizado A10 Fusion utilizado en las dos últimas generaciones, al A12 Bionic que salió a escena junto al iPhone XS en 2018.
Según los datos facilitados por Apple, el A12 Bionic que monta el iPad de 8ª generación de 2020 es un 40% más potente que el anterior modelo con el A10 Fusion y el doble de potencia gráfica.
Este aumento de potencia se une a un importante componente de inteligencia artificial (Neural Engine, lo llama Apple) que, probablemente, no se aprecie al usar el iPad en el día a día, pero afecta directamente a su rendimiento a la hora de hacer fotos, de procesar vídeos, o ejecutar juegos.
iPad (2020) | iPad Pro (2020) | iPad Air (2020) | iPad 9,7 (2018) | Samsung Galaxy Tab S7+ | Huawei MatePad Pro | |
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Procesador | A12 Bionic | A12Z Bionic | A14 Bionic | A10 Bionic | Snapdragon 865+ | Kirin 990 |
AnTuTu | 452.652 | 746.074 | 666.601 | 236.810 | 480.586 | 447.061 |
3D Mark Wild Life puntuación | 5.998 | – | 9.136 | 2.770 | – | – |
3D Mark Wild Life FPS | 35 fps | – | 54 fps | 16 fps | – | – |
3D Mark Sling Shot Extreme (OpenGL | Vulkan) | 4.068 | – | 7.369 | – | 7.146 | – | 2846 | – | 6.862 | 6.298 | 5.514 | 4.871 |
Los datos que arrojan los test sintéticos corroboran las afirmaciones de Apple con respecto al aumento en el rendimiento medio del A12 Bionic con respecto al procesador que montaban los iPad de 2019.
En el uso diario el procesador ha cumplido con creces en todas las tareas en las que nos hemos embarcado para poner a prueba este iPad integrándolo en nuestro día a día casi como dispositivo principal. Algo que, tal y como sucedió en nuestro análisis del iPad Pro de 2020, nos obligó a cambiar parte de nuestro flujo de trabajo.
El A12 Bionic ha respondido sin problemas a tareas exigentes como el retoque fotográfico o la edición de vídeos cortos, así como tareas menos exigentes como son el procesado y publicación de textos como este que estás leyendo.
En juegos, el iPad de 8ª generación no ha mostrado signos de flaqueza, corriendo sin problemas Call of Duty:Mobile –toda una experiencia disfrutarlo en una pantalla de este tamaño—.
El análisis de hardware que llevan a cabo los bechmarks revelan que el iPad de 8ª generación cuenta con 3 GB de memoria RAM. Esto puede resultar llamativo si lo comparamos con los 6 u 8 GB que montan las tabletas Android.
Sin embargo, poniéndolo en el contexto de ejecución de iPadOS 14, esa memoria RAM es más que suficiente para que el iPad de 8ª generación se mueva con absoluta soltura incluso al gestionar apps pesadas y juegos.
Lo que sí nos parece insuficiente son los 32 GB que ofrece el modelo más básico (y barato), sobre todo si tenemos en cuenta que solo el sistema operativo y las apps preinstaladas ya van a ocupar 16 GB de ese espacio, dejando 16 GB más (algo menos en realidad) para el usuario.
La llegada de iPadOS 14.1 ha supuesto una importante actualización que viene a mejorar el uso del iPad y a su acercamiento a convertirlo en el sustituto de un portátil.
Sin embargo, en nuestra experiencia de uso nos hemos encontrado con algunos problemas que seguro experimentará más de un usuario del iPad de 8ª generación que estamos analizando.
Por ejemplo, Apple presenta a su iPad como una herramienta muy eficiente en tareas de ofimática o para estudiantes. Es aquí donde el contexto sanitario y de aislamiento social actual nos da la primera bofetada de realidad.
Efectivamente, el iPad de 8ª generación puede sustituir a un portátil de precio equivalente en términos de potencia, pero no tanto en términos de uso. Un ejemplo práctico lo tenemos al participar en una de las cada vez más habituales reuniones sociales, de trabajo e incluso clases online desde apps como Zoom o Meet.
En este caso, nos hemos encontrado que no teníamos problema para conectarnos a la videollamada con el resto del grupo mientras estábamos en pantalla completa. Al dividir la pantalla para consultar documentos o atender un correo, la aplicación dejaba de compartir la cámara y no te muestra en pantalla.
Esto dificulta bastante poder seguir clases o reuniones, en las que no puedes abandonar la pantalla completa sin desconectar la cámara.
Por otro lado, una de las grandes bazas de iPadOS 14 (además del soporte para usar ratones o trackpads para controlar el puntero) es la función que Apple llama Scribble, y que, básicamente, consiste en poder escribir directamente con el Apple Pencil de primera generación sobre cualquier cuadro de texto y “convertir” tu escritura a mano en texto editable.
Sin embargo, esta función todavía no está plenamente funcional en español, por lo que el iPad de 8ª generación ofrece una experiencia de uso mucho peor que la que ofrece la Samsung Galaxy Tab S7 (aquí te dejamos el análisis de Samsung Galaxy Tab S7+, que comparte esta función)
Por todo lo demás, iPadOS ofrece un sólido ecosistema de apps con soluciones para todo tipo de tareas. Esto no significa que el iPad pueda adaptarse a todos los supuestos de uso, de hecho, de entrada, pero sí puede convertirse fácilmente en una herramienta de apoyo increíblemente cómoda y ligera de usar.
Smart Keyboard para el iPad: con teclado todo cobra más sentido
Apple nos ha cedido un Smart Keyboard junto al iPad de 2020 para que lo analicemos en conjunto y, lo cierto es que mejora considerablemente la experiencia de uso haciendo más cómodo el trabajo de ofimática, acercándolo un poco más al sueño de Apple de convertirlo en el sustituto de los ordenadores portátiles.
Este teclado se conecta al iPad de 8ª generación mediante el conector Smart Connector y se mantiene en su posición gracias a un sistema magnético que nos ha sorprendido por su robustez.
El teclado se basa en un diseño tipo origami, que mediante una serie de pliegues deja un triángulo tras el iPad que lo mantiene en una posición ligeramente inclinada para favorecer la visión de la pantalla, mientras que el borde en el que se acopla al iPad queda unido magnéticamente a una ranura que evita que la pantalla se deslice hacia la zona del teclado.
Las teclas no son especialmente grandes y están considerablemente separadas, lo cual reduce el número de pulsaciones accidentales, pero requiere más tiempo de adaptación. En general, no nos ha parecido tan cómodo para escribir como el Magic Keyboard del iPad Pro. Este ofrece una respuesta menos directa.
Los materiales son resistentes a manchas y suciedad. Basta pasarle un trapo ligeramente humedecido para que quede limpio y como nuevo. Toda la superficie del teclado parece cubierta con una fina de tela que no deja hueco bajo las teclas y aporta una textura rugosa al teclado, mientras que toda la parte interior está afelpada para proteger la pantalla.
Tras un ejercicio de papiroflexia, el teclado se pliega sobre el iPad dejando un ligero escalón en el frontal duplicando el grosor original del iPad y dejando la trasera expuesta.
En este teclado no se ha previsto ningún sistema de sujeción para el Apple Pencil, por lo que la tónica general será que, si usas el lápiz de Apple, este viva su propia aventura separado del iPad.
Mismas cámaras, conectividad poco atrevida y un bueno sonido para las series
El iPad de 8ª generación de 2020 aporta pocas novedades en lo que respecta a las cámaras. Pocas, por no decir ninguna ya que el hardware copia punto por punto la configuración de la cámara que montaba el modelo anterior.
Las cámaras en las tabletas no son tan determinantes como en los smartphones, puesto que tratar de enfocar a algo con una pantalla de 10,2 pulgadas entre las manos es de todo menos preciso.
Apple iPad de 8ª generación | Cámara trasera | Cámara frontal |
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Resolución | 8 Mpx | 1,2 Mpx |
Zoom | No | f/2.4 |
Apertura | ƒ/2,4 | f/2.2 |
Funciones | Grabación de vídeo en 1080p HD a 30 fps | Cámara lenta en 720p a 120 fps | Time-lapse con estabilización | Estabilización de vídeo | Detección corporal y facial | Zoom de 3 aumentos para vídeo | Geoetiquetado de vídeos | Retina Flash | Iluminación posterior | Live Photos | Grabación de vídeo en 720p HD | HDR para fotos | Detección corporal y facial | Modo ráfaga | Control de exposición | Temporizador |
Sin embargo, sí es cierto que pueden ser necesarias para una serie de tareas como escanear documentos o usarlas como webcam en videollamadas, etc.
En este sentido, la cámara trasera cumple con los requisitos mínimos. Obviamente no se le puede pedir el mismo rendimiento que a los móviles de Apple, pero ofrece una buena precisión en el enfoque, pero poco más se le puede pedir a un sensor de estas características.
La cámara frontal es algo más justa y aprueba por la mínima. En el contexto de aumento del teletrabajo en el que nos encontramos, y habiéndose presentado ya en el mes de septiembre, con todo el recorrido de confinamientos globales que se han vivido, Apple no ha tenido la sensibilidad de responder a una demanda generalizada de una cámara frontal con mejores prestaciones para mejorar la calidad de las comunicaciones online.
En este sentido, el iPad de 2020 queda rezagado con respecto a otros dispositivos con precios similares que han optado por montar las cámaras frontales que ya usaban en sus smartphones, por lo que la calidad es muy superior.
Haciendo un repaso de la conectividad del iPad de 8ª generación encontramos que Apple no ha sido ambiciosa al dotarlo de tecnologías inalámbricas con proyección de futuro, teniendo en cuenta antecedentes como el de los iPad Air 2, que mantienen el soporte de software seis años después de su lanzamiento.
Se incluye soporte para WiFi 802.11 ac (WiFi 5) de doble banda (2,4 y 5 GHz) con MIMO (Multiple Input Multiple Output), Bluetooth 4.2, GPS con GLONASS y, en el caso de la versión con conectividad de datos, 4G LTE mediante una tarjeta nanoSIM.
En este tipo de decisiones vemos algunas fisuras en el planteamiento de Apple, que presenta al iPad de 8ª generación como un dispositivo que se va a mantener en perfecto estado de funcionamiento durante años –algo que ha demostrado ser cierto—, pero a su vez no incorpora tecnologías cada vez más extendidas como el WiFi 6 o Bluetooth 5.0 que mejora la conectividad y el consumo energético.
Como era de esperar, el 5G para iPad no se contemplaba en ninguno de los escenarios que se anticipaban al lanzamiento de este iPad de 2020, y finalmente así ha sido. No podemos decir que, en el caso concreto de este modelo, sea algo que juegue en su contra, ya que si prescindir del 5G significa mantener el precio tal y como lo ha hecho este iPad, bienvenido sea el 4G.
Este iPad de 8ª generación es compatible con la primera generación de Apple Pencil, lo cual no es tan interesante como disfrutar de las mejoras en cuanto a usabilidad y carga inalámbrica que aporta la segunda generación del Pencil, pero al menos es algo.
El uso es idéntico al que ofrecía este dispositivo en la generación anterior de iPad, obligando a cargarse “pinchándolo” directamente al puerto Lightning. La punta del Pencil sobre la pantalla de este iPad de 2020 produce un molesto sonido hueco “toc, toc, toc” que, a modo de soniquete constante, resulta algo molesto cuando te encuentras en una sala en silencio como podría ser una biblioteca o un aula.
La posición de estos altavoces hace que, a diferencia de la experiencia de uso que ofrecen los iPad Pro, en el iPad de 8ª generación solo puedas disfrutar de un sonido estéreo en su sentido más estricto cuando tienes la tableta en vertical, ya que al girarla todo el sonido se desplaza hacia uno de los lados.
A pesar de no disfrutar de la calidad de sonido direccional de los iPad Pro, el ipad más asequible de 2020 mantiene un sonido de buena calidad, para disfrutar de vídeos, series y películas sin que se resienta la experiencia de uso. Además, cuenta con un jack de 3,5 mm que permite conectarle unos auriculares o un sistema de sonido externo para complementar esa experiencia de audio.
Autonomía para la toda la jornada y una carga más eficiente
Con la renovación de los nuevos iPad de 2020 muchos esperaban la llegada del conector USB de tipo C a las tabletas de Apple.
Sin embargo, ese cambio de conector solo se produjo en uno de los extremos del cable, mientras que el que interesaba a la gran mayoría se mantiene con el conector Lightning propietario de Apple y una batería de 32,4 Wh. Sin ser demasiado exigente con el brillo de la pantalla, da para toda una jornada de uso sin mayores complicaciones.
Inmune a todo el revuelo causado por la decisión de Apple de no incluir cargadores oficiales para los iPhone 12, los iPad de 8ª generación han mejorado las prestaciones del suyo subiendo su potencia hasta los 20 W, con lo que se consigue acelerar ligeramente la carga de la batería.
No es un gran avance ya que el iPad de 8ª generación tardará unos 95 minutos hasta alcanzar el 50% de su carga, y necesitará unas tres horas y media en completar el 100% de su carga.
Nada cambia para seguir avanzando
Llegamos a la recta final de este análisis del iPad de 8ª generación (2020) con muy pocas novedades a nivel técnico, pero con interesantes conclusiones en lo que respecta a la situación en la que queda el iPad más asequible en el mercado.
Hay que reconocer que Apple ha venido haciendo un buen trabajo con el desarrollo de su familia de procesadores y el crecimiento en funciones del sistema operativo para su tableta.
Esto le ha dejado un cierto margen para relajar las prestaciones y llevar a los iPad la misma estrategia de política de precios más asequibles que estamos viendo en los últimos smartphones de Apple.
La principal novedad del iPad que hemos analizado es la actualización de un procesador de 2016 por otro de 2018. Esto, que sería impensable en un entorno Android, tiene sentido en este iPad gracias al buen trabajo de desarrollo previo que hizo Apple en su día.
Por supuesto que nos gustaría haber encontrado un procesador A14 Bionic como el que montan los iPad Air de 2020, pero entonces este iPad 2020 perdería su principal atractivo: el equilibrio que ofrece una tableta con buen rendimiento en todos los ámbitos y un precio razonable.
Apple se ha podido permitir este “año sabático” actualizando mínimamente su iPad más asequible, pero debe seguir avanzando con él en la misma línea en la que lo ha hecho con los iPad Air y Pro.
Con el cambio de procesador, el iPad de 2020 ofrece un rendimiento excelente para un amplio rango de usuarios que utilizan el iPad como herramienta complementaria para su trabajo, para estudiar, como sustituto de un portátil poco potente para navegar o gestionar el correo o, simplemente, como plataforma de ocio desde la que leer, jugar, ver vídeo y series, etc.
Para todos esos usuarios, el iPad de 2020 promete muchos años de funcionamiento impecable gracias a un software, tanto en lo referente a las apps como al sistema operativo, muy bien optimizado para este dispositivo y su tamaño de pantalla.
Estamos utilizando el concepto “iPad asequible” por ser el modelo más barato de la gama, pero no por que su precio sea especialmente bajo frente a sus homólogos en Android, con modelos como el Huawei MatePad de 10,4 pulgadas o el Samsung Galaxy Tab S7.
Si equiparamos características y precios encontramos que, por ejemplo, el Huawei MatePad de 10,4 pulgadas con WiFi, 3 GB y 32 GB de almacenamiento interno cuesta 259 euros, mientras que el iPad de 2020 de las mismas características tiene un precio de 379 euros.
La comparativa con Samsung tampoco flaquea ya que aquí entran en liza los accesorios que mejoran la experiencia de uso en cualquier tableta. La Samsung Galaxy Tab S7 de 11 pulgadas WiFi viene con un almacenamiento de 128 GB y cuesta 579,90 euros, mientras que el iPad de 2020 con almacenamiento equivalente tiene un precio de 479 euros. Parece más barato ¿verdad?
La diferencia es que, mientras que el modelo de Samsung incluye el S-Pen junto a la tableta, al modelo de Apple tendrás que sumarle los 99 euros que cuesta el Apple Pencil de primera generación, de forma que se iguala con el precio de su competencia más directa, pero ofreciendo la experiencia diferencial de iPad y iPadOS 14.