Trucos y consejos para comprar un disco duro externo | Tecnología

Los discos duros externos son útiles para guardar y llevar encima todo tipo de archivos, mantener a salvo copias de seguridad de tus datos e incluso almacenar todas las fotos y vídeo de las últimas vacaciones. Si estás pensando en comprar uno, te contamos todos los trucos y consejos en esta guía que hemos preparado.

Todos los usuarios deberían tener, al menos, un disco externo en su casa. No solo nos permite transportar datos de gran tamaño cómodamente, también es una excelente forma de mantener a buen recaudo las copias de seguridad de nuestros dispositivos, así como almacenar fotos, vídeos y archivos que nos gustaría conservar para liberar el espacio de los equipos.

Si todavía no tienes uno o te gustaría hacerte con uno nuevo, seguro que te asaltan muchas dudas acerca de qué características tienes que tener en cuenta a la hora de elegir un disco duro externo que se ajuste a tus necesidades de capacidad de almacenamiento, de velocidad, tamaño, resistencia, etc.

Además, los discos duros externos se han convertido en una herramienta de trabajo imprescindibles en muchos ámbitos profesionales, como los fotógrafos o creadores de contenido de vídeo, que deben ir volcando constantemente el contenido de las tarjetas de memoria de la cámara en un disco duro portátil para continuar con su trabajo.


Esta guía que hemos preparado con características, comparativas y mejores opciones por rango de precio te ayudará a elegir el mejor SSD (tanto interno como externo) para tu dispositivo.

Son muchos factores a tener en cuenta, pero nadie como tú sabe el uso que quieres darle y eso definirá todas las demás características. De todas formas, hemos preparado esta guía llena de trucos y consejos para comprar un disco duro externo, así que presta atención y toma nota.

Índice de contenido:

Define qué uso le vas a dar al disco duro externo

Antes de empezar a valorar las características y especificaciones de los discos duros externos, lo primero que tienes que tener claro es qué uso le vas a dar a la unidad. ¿Quieres transportar datos? ¿Guardar backups? ¿Almacenar y reproducir archivos multimedia? ¿Lo vas a usar en casa y en la oficina, o quieres que funcione en cualquier parte? ¿Necesitas una gran capacidad o te vale con un espacio más comedido?

Todas estas consideraciones son importantes, ya que dependiendo de tus respuestas podrás decidir qué tipo de disco duro externo te vendrá mejor. Por lo tanto, lo más recomendable es dedicar unos minutos a definir para qué vas a usar el disco duro externo y, una vez que lo tengas claro, pasamos al siguiente punto.


Este disco duro externo de Seagate, de 3.5 pulgadas, tiene una capacidad de 6 TB. Se conecta por medio de un cable USB 3.0 y está optimizado para PC, PS4 y Xbox One.

¿Qué dimensiones elegir?

Ahora que ya tienes claro el uso que le vas a dar a tu disco duro externo, una de las primeras consideraciones a la hora de elegir tu unidad de almacenamiento externa es el tamaño físico. Afortunadamente, hoy día han mejorado mucho en este aspecto.

Si tu objetivo es usar el dispositivo principalmente para transportar datos de un lugar a otro, lo ideal es que escojas unas dimensiones compactas y un peso comedido, mientras que si lo vas a utilizar en casa o en la oficina y no tienes previsto llevarlo contigo, no pasa nada por hacerte con un modelo más grande y pesado.

En el primer caso, la unidad perfecta para ti es un disco duro externo portátil de un formato de 1,8 o de 2,5 pulgadas, con un tamaño más pequeño y ligero que los discos duros externos de sobremesa. Además, este tipo tiene la ventaja de que obtiene la energía que necesita para funcionar directamente desde la conexión USB con el equipo, de manera que no tienes que preocuparte de enchufarlo a la corriente.

Esto hace que sea especialmente atractivo como disco de copia de seguridad para llevarlo contigo de vacaciones y no perder todas tus fotos si falla la tarjeta de memoria de la cámara o la pierdes.

Por el contrario, si la máxima distancia que va a recorrer el disco es de la mesa al cajón y viceversa, o va estar en un sitio fijo, lo más recomendable es elegir un disco duro externo de sobremesa. Estos discos habitualmente tienen un formato de 3,5 pulgadas, el mismo que los discos internos de tu ordenador, por lo que tanto sus dimensiones como su peso son mayores.

Además, ten en cuenta que al montar un disco de 3,5 pulgadas en su interior, necesita un voltaje mayor que el que le puede suministrar el USB, por lo que este tipo de discos externos necesita estar enchufado a la corriente eléctrica para poder funcionar.

HDD vs. SSD

Otra decisión que tienes que tomar a la hora de comprar un disco duro externo es si vas a elegir una unidad HDD (Hard Drive Disk, también conocida como disco duro mecánico) o una unidad SSD (Solid State Drive o disco duro de estado sólido).

Los HDD graban los datos mediante magnetismo. Tienen partes mecánicas en su interior, y se componen de uno o más discos rígidos que giran sobre el mismo eje donde los cabezales de lectura y escritura van grabando o leyendo los datos. Cuando mayor sea la velocidad del giro más rápido se escribirá y leerá la información, obteniendo mejores tasas de transferencia. Puede parecer una nimiedad, pero cuando tienes que mover 300 GB de datos todo cuenta.

Puedes encontrar discos duros externos en formato de 3,5 y de 2,5 pulgadas y, en relación a los SSD, tienen la ventaja de ser muchos más económicos o de ofrecer capacidades de almacenamiento muy superiores a las que pueden ofrecer las unidades SSD portátiles

Los discos duros de estado sólido almacenan los datos mediante impulsos eléctricos en memorias flash interconectadas, mientras que un chip controlador lleva a cabo las tareas de supervisión de las labores de escritura y lectura. Este tipo de unidades de almacenamiento externo no contiene partes móviles en su interior.


Con un Samsung EVO 860 V-NAND y un HDD Hitachi, realizamos una comparativa entre un SSD y un HDD para ver el rendimiento y la diferencia en experiencia de usuario en un portátil de hace casi 10 años.

Es precisamente por esa ausencia total de partes móviles por las que los SSD se han convertido en uno en los accesorios por excelencia para fotógrafos y aficionados a la aventura, ya que son más resistentes a los fallos que se pueden producir por golpes o caídas.

Además, destacan por su eficiencia energética, que al carecer de partes móviles, contribuye consume menos batería al conectarlo a ordenadores portátiles e incrementa notablemente la velocidad de transferencia. Habitualmente, su tamaño es de 2,5 pulgadas, pero existen varios SSD portátiles orientados a la aventura que son mucho más pequeños y ofrecen unas capacidades de hasta 2 TB.

Al contrario que los HDD, los SSD consumen menos energía, son absolutamente silenciosos, tardan menos tiempo en arrancar, ofrecen una mayor velocidad de transferencia de datos y su vida útil es mayor. Eso sí, como ya hemos comentado, su precio por GB es sustancialmente más caro y su capacidad acostumbra a ser menor que sus homólogos en HDD del mismo rango de precios.

Características, especificaciones y rendimiento del disco duro

Después de elegir qué tipo de disco duro externo comprar, lo siguiente que debes de tener en cuenta son las especificaciones y el rendimiento de la unidad. Estas son las características en las que tienes que fijarte:

  • Capacidad de almacenamiento. Los discos duros orientados al consumidor que puedes comprar en las tiendas te ofrecen una capacidad entre 500 GB y 20 TB sin demasiado problema. Elige el espacio que mejor se ajuste a tus necesidades, y si estás indeciso ten en cuenta que siempre es mejor que te sobre espacio a que falte. 
  • Velocidad de transferencia. La velocidad de transferencia de los datos está estrechamente ligada al tipo de conexión que utilice la unidad (USB 2, USB 3, eSATA). Además, en el caso de los discos duros mecánicos también influye la velocidad de rotación de los discos. La velocidad de transferencia en los SSD no se ve afectada por las revoluciones, pero varía (y mucho) en función del tipo de memoria y la tecnología flash empleada.
  • Seguridad. Si vas a guardar información sensible, es conveniente que te fijes en las medidas de seguridad que te ofrecen los distintos modelos de disco duro externo. Algunos te ofrecen una experiencia básica, mientras que otros han sido especialmente diseñados para proporcionar la máxima seguridad al almacenar tus datos con medidas adicionales como el cifrado, software de protección específico y otras herramientas útiles.
  • Conectividad. Una de las características más importantes que tienes que tener en cuenta a la hora de comprar un disco duro externo son las conexiones de las que dispone, tanto para asegurarte de que la unidad sea compatible con tus dispositivos como para la velocidad de transferencia de archivos. Puedes encontrar unidades con conexión USB 2.0, USB 3.0, USB 3.1, Thunderbolt, Thunderbolt 2 y 3 e incluso con conectividad WiFi para poder utilizarlo con cualquier dispositivo con conexión a Internet.
  • Durabilidad. Las unidades de disco duro externo se desgastan con el tiempo y el uso. La durabilidad de los HDD varía en función del modelo y sus características, algunos empiezan a fallar pasados 12 meses, mientras que otros tienen una vida útil superior a seis años. Los SSD modernos tienden a durar más tiempo, con una tasa media de fallos de 2 millones de horas, mientras que los HDD modernos tienen una tasa media de fallos de 1,5 millones de horas. No obstante, para el almacenamiento desconectado a largo plazo de copias de seguridad, las unidades HDD son más fiables que las SSD.
  • Resistencia. Si vas a transportar tu disco duro externo y a utilizarlo al aire libre, elige un modelo que te ofrezca protección adicional y preferiblemente SSD. Algunos cuentan con una carcasa resistente a los golpes, y si necesitas trabajar con la unidad en las condiciones más extremas también tienes a tu disposición modelos impermeables resistentes al agua y sumergibles.

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