El cambio climático está provocando que las grandes tormentas tropicales y los huracanes duren mucho más al tocar tierra, con lo que han ganado en poder de devastación tierra adentro.
Un nuevo estudio ha llegado a la conclusión de que los huracanes del Atlántico Norte están conservando mucha más fuerza que antes cuando golpean la tierra debido al calentamiento global, lo que les hace más peligrosos para la población.
Durante décadas, los expertos pensaban que los huracanes amainaban rápidamente una vez que tocaban tierra, pero en los últimos 50 años el tiempo en que estas enormes tormentas tardan en disiparse se ha duplicado.
Esto se debe al cambio climático, que está dando a las tormentas mucha más energía, lo que continua impulsándolas sobre tierra. Esto parece augurar que las tormentas tropicales y los huracanes serán mucho más fuertes durante los próximos años lo que podría afectar cada vez más a ciertas zonas de nuestro planeta afectadas por este tipo de acontecimientos meteorológicos.
No obstante, este año el Atlántico Norte ya ha batido el récord de tormentas y huracanes registrando 29 en la temporada, superando los 28 que se formaron en 2005. “Demostramos que los huracanes decaen a un ritmo más lento en un clima más cálido», dijo el profesor Pinaki Chakraborty, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa en Japón. «Para los huracanes que caen desde tierra en el Atlántico norte, la escala de tiempo de descomposición casi se ha duplicado en los últimos 50 años”, añade.
En la década de los 60, los huracanes perdían un 75 % de su intensidad en el primer día después de tocar tierra, pero hoy en día la descomposición al tocar tierra es de solo el 50 %.
La causa de esta mayor virulencia en tierra es que las tormentas retienen su poder debido a la humedad cálida que han acumulado en el camino. Lo consideran como una especie de tanque de combustible adicional para mantener activo el huracán incluso más tiempo cuando está sobre tierra firme.
A medida que el mundo se calienta por el cambio climático, significa que las tormentas tropicales permanecen activas durante más tiempo y causarán mucho más daño tierra adentro.
El estudio concluye que “a medida que el clima sigue calentándose, la decadencia de los huracanes seguirá siendo más lenta y, en consecuencia, las regiones más al interior enfrentarán la ira de las tormentas cada vez más”.
[Vía: BBC]