Las manifestaciones de este sábado en París, Francia, por la polémica ley que pretende limitar la difusión de imágenes de las fuerzas del orden se encuentran sin control.
Horas después de congregarse de manera pacífica, la policia reprimió de manera violenta a los protestantes. Imágenes en redes sociales dieron cuenta del incendio en la sucursal del Banco Central de Francia en la Plaza de la Bastilla.
Los altercados tuvieron lugar ahí, con destrozo de material urbano por parte de algunos encapuchados y lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de la policía para intentar contenerlos.
El llamamiento estuvo impulsado por sindicatos, asociaciones de prensa, organizaciones de defensa de los derechos humanos y hasta por los «chalecos amarillos», en una nota conjunta que advirtió de que, de seguir adelante, Francia corre el riesgo de integrar la lista de países que violan la libertad de la prensa.
En el punto de mira de esa proposición de ley, aprobada esta semana en primera lectura por la Asamblea Nacional antes de proseguir en enero su tramitación en el Senado, está el artículo 24, que sanciona con hasta un año de cárcel y 45 000 euros de multa el difundir imágenes de los agentes con la intención de dañarlos.
«Impulsa una impunidad policial que ya está bastante presente con un Gobierno al que no le importan los medios para conseguir su objetivo de restablecer el orden», declaró a Efe Dominic Leroy, técnico audiovisual y «chaleco amarillo» que participó en la protesta parisina.
Sus integrantes fueron mayoritariamente jóvenes, con carteles como «Salvad vidas, filmad a los policías» o imágenes de la última actuación violenta que ha provocado la rabia ciudadana, la de la agresión a un productor musical negro, Michel Zecler, en un control el pasado sábado por no llevar mascarilla.
EFE